Argentina, Santa Fe: la legislatura dio el visto bueno a las fumigaciones
"La inoperancia de nuestros legisladores provinciales a la hora de dictar normas que protejan a la población por encima de los agronegocios quienes por dos períodos consecutivos dejaron caer sendos proyectos y mantuvieron vigente la actual ley de agroquímicos del año 1995 ha producido también sus resultados. Fue el visto bueno para que todo siga igual, es decir, empeorando año tras año."
El sábado 29 de septiembre se fumigaron dos campos linderos a vecinos de Totoras. Como consecuencia de dicha actividad, una madre, sus cuatro niños y otra vecina resultaron intoxicados y llevados al SAMCO local, radicándose la denuncia el mismo día, la que no fue "tomada" por la policía. El lunes la Juez de Faltas también declinó formalizarla. Entre quienes reclamaron en los medios había una joven madre con su hijo discapacitado que meses atrás fue llevado muy mal a Rosario, tras otra fumigación y cuya denuncia tampoco fue "recibida" por la autoridad policial. Los pretextos fueron variados, desde una especie de juicio sumarísimo absolviendo al fumigador por tratarse de una actividad "permitida" hasta que había que denunciar en otra ciudad o dependencia o en la Municipalidad.
Alergias, broncoespamos y cánceres están a la orden del día.
El 3 de marzo pasado en Desvío Arijón se produjo una nueva fumigación frente a la cancha de fútbol del club local mientras se encontraban practicando muchos chicos. Vecinos indignados llamaron a la policía y la acción logró detenerse momentáneamente, como en alguna ocasión anterior. La diferencia esta vez fue que la autoridad no actuó como seguridad privada, del agronegocio, como sucedió en otras ocasiones y al menos los uniformados, finalmente vecinos y por lo tanto también víctimas, mostraron mayor preocupación, aunque se desconocen datos certeros sobre la pesquisa policial o judicial.
En Alvear, a 15 kilómetros de Rosario, desde fines del año 2012 ante la mortandad de animales silvestres y mascotas, por su cuenta y supliendo la inacción oficial, algunos vecinos realizaron una investigación detectando altos casos de enfermedades relacionadas con irritantes externos así como la proliferación de enfermedades aún más graves, sumado al deterioro del arbolado público y huertas por efecto de los agroquímicos, todo lo cual fue comunicado al presidente comunal, quien por toda respuesta habría "recomendado" a sus empleados y familiares no concurrir a una reunión informativa el pasado sábado 9 de marzo, con la presencia especialistas y médicos para informar y alertar a la población.
Desde marzo del año 2011 existe en la provincia una resolución interministerial que prohíbe sembrar las banquinas de caminos provinciales en respuesta a reclamos de organizaciones sociales. Aunque el énfasis estaba puesto en la prohibición de fumigar rutas y caminos y que la mutación de la restricción de "fumigar" por "sembrar" está provocando la destrucción total de la biodiversidad en las cunetas rurales no sembrables, tampoco logró detener la siembra industrial y podemos ver desde entonces, sin solución de continuidad, enormes plantaciones de soja transgénica, es decir, fumigada, a pocos metros de la cinta asfáltica, en algunos casos, rodeando el cartel que recuerda la restricción.
De nada sirvieron notas y reclamos a Vialidad Provincial encargada de destruir esos cultivos ilegales. Muy orondas lucen en jurisdicción de Los Cardos, San Martín de las Escobas, Colonia Belgrano o El Trébol -hasta donde pudimos ver- vastas extensiones de desierto verde, a lo largo de las rutas, esperando otro año de cosecha con un costo ambiental y sanitario impagable. Esta vez el pretexto parece ser que los presidentes comunales incumplen la reglamentación y los delegados regionales de Vialidad no responden a los "emplazamientos" oficiales. El precio de la tonelada de soja puede dar una idea de los motivos. Ignoramos en qué mercado se ha venido vendiendo esta soja implantada en terrenos públicos, aunque también podemos imaginarlo.
La inoperancia de nuestros legisladores provinciales a la hora de dictar normas que protejan a la población por encima de los agronegocios -en muchos de los cuales participan sin excusarse (ni sonrojarse)- quienes por dos períodos consecutivos dejaron caer sendos proyectos y mantuvieron vigente la actual ley de agroquímicos del año 1995, haciendo caso omiso a las mínimas medidas de prevención reclamadas tales como una franja de 800 metros libres de fumigaciones en torno a zonas pobladas y la prohibición total de las aspersiones aéreas, ha producido también sus resultados. Fue el visto bueno para que todo siga igual, es decir, empeorando año tras año.
Santa Fe, 12 de marzo del 2013.-
Campaña “Paren de Fumigarnos” -
Movimiento de Pueblos Fumigados –
Fuente: Cepronat