Argentina: Inundaciones en las Sierras Chicas, desmontes fatídicos
La catástrofe ocurrida el pasado domingo en el corredor de las Sierras Chicas reavivó el debate sobre las consecuencias de un modelo económico que ha favorecido la extensión de la frontera de cultivos agrícolas más allá de lo aconsejado por especialistas. El biólogo Kopta advierte que la deforestación y la extinción de especies autóctonas agravan las consecuencias de cada lluvia.
Al respecto, Córdoba cuenta con una ley de ambiente que no respeta lo establecido por la Ley 26.331 de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, de nivel nacional, sancionada en 2007.
Dicha norma divide el territorio en tres zonas: una de máxima conservación, en la que no se puede realizar ningún aprovechamiento forestal; una zona intermedia, que requiere un estricto control sobre las explotaciones que se pueden realizar; una "verde", que permite la explotación de los recursos pero bajo indicaciones de la autoridad de control.
En 2010, en Córdoba se aprobó la Ley Provincial N°9.814 de Protección de Bosques. En el texto, se reducen las exigencias de las categorías permitiendo desmontar en las zonas de máxima protección, incluyendo aquellas con una pendiente mayor al 5%.
Según interpretaron especialistas, la ley terminó reduciendo el total de hectáreas reservadas, especialmente en zonas de bosques y/o montes autóctonos.
En particular, permitió un avance en la zona de las Sierras Chicas donde se erigieron proyectos de urbanización en zonas desmontadas, sin respetar pendientes ni topografías preexistentes.
Tal desmonte tendió una doble trampa: redujo la capacidad de absorción de los suelos y alentó la inserción de especies foráneas que no cumplen las mismas funciones que los ejemplares autóctonos.
"Esto tiene que ver con la deteriorada vegetación nativa que tenemos en la zona de las Sierras Chicas. La vegetación cumple tres funciones básicas para la retención del agua. Por un lado, actúa como una especie de paraguas evitando que las notas disgreguen el suelo; por otro lado actúa como una especie de red, sosteniendo el suelo y evitando su arrastre pendiente abajo; finalmente, también actúa como esponja, junto con el suelo, reteniendo el agua en la parte alta", explicó el biólogo Federico Kopta, en diálogo con Canal 10.
"Cuando la vegetación se ve deteriorada por diversas causas, por incendios, por invasión de especies exóticas o por urbanización, el agua arrastra el suelo y termina inundando los sectores más bajos", añadió el titular del Foro Ambiental Córdoba.
En ese marco, destacó la necesidad de replantear los paradigmas de desarrollo en la zona.
"Es necesario conservar la vegetación nativa, así como poner un freno a las urbanizaciones en altura", precisó.
Frecuentes
Por otra parte, el biólogo indicó que, de acuerdo a la información que manejan científicos que se enfocan en el cambio climático, los temporales serán cada vez más frecuentes.
"No queda otra que preparar los pueblos y ciudades, pues no serán excepciones", advirtió.
Fuente: Cba 24