Argentina: Homenaje al científico Andrés Carrasco

Este viernes se llevó a cabo en el campus de la UNRC una emotiva jornada en homenaje al científico Andrés Carrasco titulada “Día del Desagravio, hacia la construcción de una Ciencia Digna”, organizada por el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y la Asamblea Río Cuarto Sin Agrotóxicos, avalada por la Facultad de Ciencias Exactas, Físico – Químicas y Naturales de la UNRC.

El evento contó con la participación de Alicia Massarini, bióloga docente de la UBA y quien fuera la esposa de Carrasco; el biólogo Raúl Montenegro, docentes de la Universidad Nacional de Córdoba y presidente de FUNAM; Damián Verzeñassi, médico de la Universidad Nacional de Rosario; Delia Aiassa y Fernando Mañas, docentes de la UNRC e integrante del grupo Gema) y Sergio Linares de la Red Ambiental de Vecinos de Monte Maíz. También estuvieron presentes representantes del Centro de Estudiantes de Exactas, integrantes de la Asamblea de Río Cuarto Sin Agrotóxicos y miembros de la comunidad universitaria.

Durante la jornada se proyectó un video reseñando los aportes de Andrés Carrasco, hubo disertaciones a cargo de especialistas en materia ambiental, también exposiciones de docentes de nuestra Facultad sobre los estudios realizados en la localidad de Monte Maíz, vinculada a los daños ambientales; y el testimonio de los propios vecinos que conforman la Red Ambiental de Monte Maíz.

Uno de los momentos más significativos y cargado de profundos sentimientos fue cuando se depositaron las cenizas del científico Andrés Carrasco en el campus de la Universidad Nacional de Río Cuarto y donde se colocó un árbol. El mismo Andrés le había confesado al ex rector Marcelo Ruíz que él quería que sus restos estuvieran en nuestra universidad.

La bióloga Alicia Massarini dijo que siente mucha alegría que “en esta universidad donde Andrés (su esposo) fue siempre bien recibido se haya realizado esta jornada homenaje para revalorizar y recuperar su trayectoria, pero por sobre todo, se apueste a multiplicarla”. También destacó que “en esta universidad hay mucha gente que trabaja de la mejor manera y con mucho compromiso sobre temas vinculados a los daños que causan los agrotóxicos y es algo que Andrés (Carrasco) valoraba mucho”.

Andrés Carrasco, la persona y el científico

Muy emocionada por lo vivido durante la jornada, Alicia Massarini lo describió como “una persona intensa, sensible, un guerrero de la palabra y al mismo tiempo una persona muy cálida, creo que todas esas facetas motivaron que hoy se diera este homenaje”, expresó.

Como esposa y compañera de vida, Alicia dijo que Andrés era “una persona muy lúcida, pensante, brillante y al mismo tiempo, alguien muy sensible, que sentía una verdadera empatía con el dolor ajeno”. Señaló que Andrés “antes de ser científico fue médico y antes de ser médico fue maestro primario. Creo que todas esas facetas en él estaban siempre juntas. Él era maestro, era médico, era investigador, y eso fue lo que lo llevó a percibir cuáles eran las necesidades de las poblaciones fumigadas y qué era lo que él podía aportar con su modelo y trayectoria científica para darle visibilidad a este reclamo”.

Persecución administrativa y académica

El biólogo, ambientalista y presidente de FUNAM, Raúl Montenegro dijo que hubo una clara persecución académica sobre el investigador Andrés Carrasco luego que confirmara los efectos devastadores del glifosato para la salud humana y el daño que esto generaba en las poblaciones cercanas a las actividades agrarias.

Dijo que Carrasco “fue uno de los pocos investigadores que salió del laboratorio para conocer e involucrarse con las problemáticas de la gente y le costó muy caro, porque se prefiere que la ciencia quede encerrada en un laboratorio”. A la vez, reivindicó que todo lo que produjo Carrasco fue “buena ciencia y producto de ellos sufrió persecución administrativa”.

“Creo que esto debe ser un llamado de atención para quienes conducen las universidades”, y agregó que se “debe perseguir a los que utilizan mal los plaguicidas, a los que contaminan, en vez de perseguir a los científicos que procuran el bienestar de la sociedad”. También agregó que “ya no hace falta discutir sobre sus consecuencias, debe haber una reglamentación que impida el uso de los agrotóxicos”.

Damián Verzeñassi, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Rosario, también destacó el trabajo realizado por Andrés Carrasco y consideró que las universidades públicas deben empezar a preguntarse "por qué se nos impuso este modelo de producción y qué podemos hacer para salir de él sin dejar con hambre a nuestras poblaciones”.

“Este es un homenaje a quien nos enseñó que se puede hacer ciencia sin arrodillarse, se puede hacer ciencia al servicio de lo que la sociedad necesita, y no necesariamente al servicio de lo que algunos pocos empresarios o referentes del poder político quieren”, sostuvo Damián Verzeñassi, de la Cátedra de Salud Socio-ambiental, de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, en cuyo cuerpo docente estaba Carrasco.

El síndrome de los pueblos fumigados

El arquitecto Sergio Linares, integrante de la Red Ambiental de Vecinos de Monte Maíz, también participó de esta jornada homenaje. Durante las distintas disertaciones que tuvieron lugar en el Aula Mayor de la UNRC, Linares contó la experiencia de la lucha que llevan adelante en dicha localidad, tras conocerse un informe realizado por investigadores de la UNC sobre un notorio aumento de casos de cáncer producto de la alta contaminación con agrotóxicos.

El integrante de la Red Ambiental de Vecinos de Monte Maíz dijo que “los datos de salud aportados por ese estudio ya mostraban que el cáncer que superaba tres veces las incidencias y prevalencias esperadas, los abortos espontáneos superaban también tres veces la prevalencia nacional (de 3% en 5 años en Monte Maíz se encuentra 9,8%). Hipotiroidismo, lupus, artritis reumatoide y asma también registraron importantes aumentos”.

Linares manifestó que esos datos son muy preocupantes y contó lo difícil que es revertir la situación porque hay fuertes intereses económicos de por medio y en donde el sector político no asume la responsabilidad de modificar reglamentaciones para aportar soluciones. “Dos concejales renunciaron a sus cargos porque no superaron las presiones por apoyar un proyecto de ordenanza para evitar el uso de agrotóxicos en zonas cercanas a la población”, contó.

“En un pueblo chico todos nos conocemos, y cotidianamente uno recibe las malas caras, las chicanas, el mal trato de quienes no están de acuerdo. Cuesta que algunos sectores de la población entiendan que esto no es un enfrentamiento entre vecinos, pero seguimos adelante con esta lucha porque tenemos la tranquilidad que esto no es solamente para nosotros, sino para las futuras generaciones”, expresó Sergio Linares.

Por último, el vecino de Monte Maíz destacó que ahora están dialogando con los concejales y al menos, están tratando de generar una ordenanza para limitar el uso de los agrotóxicos en zonas cercanas al pueblo, a pesar de que siguen recibiendo críticas y son acusados de “querer atemorizar a la población”.

Fuente: Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC)

Temas: Ciencia y conocimiento crítico

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