Argentina, Córdoba: En patota contra el bloqueo
Unas 60 personas agredieron con palos y piedras a los vecinos de Malvinas Argentinas que se oponen a la construcción de una planta de semillas transgénicas. Los ambientalistas acusaron a la Uocra. El gremio lo negó, pero criticó el piquete que impide continuar la obra.
Los vecinos de la localidad de Malvinas Argentinas, que acampan desde hace dos meses frente al predio donde se construye la planta de Monsanto en Córdoba, denunciaron que unas 20 personas resultaron heridas cuando fueron atacados, con palos y piedras, por una patota que –según aseguraron– estaba compuesta por afiliados a la Unión Obrera de la Construcción (Uocra). Las agresiones se produjeron ayer a la mañana, en uno de los acampes que bloquean el ingreso al predio, “cuando un grupo de unas 60 personas llegó en un colectivo y empezaron a atacarnos”, dijeron los ambientalistas. La Uocra negó tener responsabilidad en el ataque, aunque criticó el bloqueo porque “impide la continuidad de las obras” y “pone en riesgo la fuente de trabajo”. Por la tarde, los manifestantes marcharon en repudio a la instalación de la planta.
Cerca de las siete de la mañana de ayer, unas 60 personas agredieron a los ambientalistas que bloquean el acceso principal al predio, en la ruta provincial A-88, a 16 kilómetros de la capital cordobesa, donde Monsanto intenta construir su planta, en Malvinas Argentinas. Según denunciaron los manifestantes, el ataque estuvo protagonizado por “una patota de la Uocra, en la que había hombres y mujeres” que intentaron desalojar el acampe y permitir el ingreso de unos camiones. Unas 20 personas resultaron heridas, algunas con cortes en el rostro y en la cabeza. Cuatro de ellas tuvieron que ser derivadas a centros de salud de la capital provincial.
“Muchos de nosotros estábamos durmiendo cuando empezaron a atacarnos. Nos rompieron las carpas, nos robaron los celulares, quemaron nuestra ropa, nos golpearon con palos y a pedradas; fue terrible”, contó a este diario Eduardo Quispe, miembro de la Asamblea de Vecinos Lucha por la Vida de Malvinas Argentinas. “Eran delegados de la Uocra. Una patota en donde también había integrantes de la barra brava de Talleres. No eran trabajadores”, agregó Quispe.
“Querían limpiar el camino para poder ingresar los camiones y continuar las obras”, dijo a Página/12 Celina Molina, integrante de la asamblea. “Me golpearon en la cabeza y en los ojos. Entre diez personas me patearon en el piso. Hubo chicos a los que les quebraron la mano y el brazo”, señaló Molina. “Fue llamativo también que la policía no haya hecho nada. Había tan sólo ocho oficiales que no intervinieron. Después llegó la Guardia de Infantería y un poco más tarde todo se calmó”. Tras las agresiones, los manifestantes realizaron, por la tarde, una movilización en la capital provincial para repudiar los hechos.
Desde la Uocra negaron que se hubiera agredido a los manifestantes. Mediante un comunicado, el gremio indicó que “desmentimos los dichos vertidos de que se envió un colectivo desde el sindicato. Si existió algún colectivo con barras, cosa que desconocemos, aquellos que lo hayan visto que hagan la denuncia indicando número de patente y demás datos”. El comunicado agregó que la presencia de los ambientalistas “impide la continuidad de las obras” y “pone en riesgo la fuente de trabajo”. En el mismo sentido, Ariel Gutiérrez, delegado de la Uocra en Monsanto, negó los hechos denunciados y dijo que “somos trabajadores y queremos que nos garanticen la fuente laboral”. El delegado afirmó también que los disturbios comenzaron cuando dos cuadrillas “intentaban ingresar al predio para de-sarrollar sus tareas”.
En el caso tomó intervención el fiscal Víctor Chiapero, quien pidió a los canales de televisión locales que le envíen los registros fílmicos, “para individualizar a los agresores o responsables de los hechos violentos, para poder realizar imputaciones o, eventualmente, las detenciones que correspondieran”.
El bloqueo a Monsanto en Malvinas Argentinas comenzó el 19 de septiembre. Ese día se realizó un festival artístico con la consigna Primavera sin Monsanto. El reclamo es que la población pueda votar si acepta o rechaza la instalación de la empresa en su ciudad, y que se realice una evaluación sobre el impacto ambiental. Se trata de la planta de maíz más grande de América latina, que abarcaría un predio de 27 hectáreas, con 260 silos.
Fuente: Página 12