Argentina: Audiencia pública, amplio rechazo a los Tratados de Libre Comercio
El lunes 11 de julio se realizó en el Congreso una audiencia pública para debatir la posible participación argentina en Tratados de Libre Comercio (TLC) impulsados por Estados Unidos y la Unión Europea.
“Desde diferentes espacios políticos, sociales y académicos planteamos con preocupación que estas negociaciones denotan un drástico cambio de rumbo en la política internacional que está llevando adelante el actual gobierno argentino”, señalaba la convocatoria que circuló entre las organizaciones y a través de las redes sociales. Y agregaba: “Este giro implica un congelamiento de los procesos de integración regional, exacerbando la competencia entre los Estados en lugar de desarrollar la integración solidaria”.
El objetivo central planteaba ”la intención del gobierno de Cambiemos de sumar a la Argentina a diferentes negociaciones de Tratados de Libre Comercio (TLC)”, entre los que señalaba específicamente cuatro: el Tratado de TransPacífico (TransPacific Partnership, TPP), el TLC Mercosur – Unión Europea y eventuales TLC con Estados Unidos y con China.
La audiencia fue presentada por la diputada Alcira Argumedo (Proyecto Sur), quien abrió la actividad. Fue acompañada por un amplio y heterogéneo arco político, que incluyó a los diputados Nicolás Del Caño (PTS/FIT) y Edgardo Depetris (FpV), a referentes ligados a la CTA Autónoma, como Pablo Micheli, Víctor Mendibil y Julio Gambina, y a integrantes de movimientos populares como Patria Grande, Libres del Sur y Emancipación Sur, entre otros.
En general, las intervenciones destacaron el carácter secreto de las negociaciones de cara a la población de todos los tratados de libre comercio. Invariablemente, sólo los representantes de las empresas trasnacionales que los impulsan y los funcionarios de los gobiernos acceden a la información y negocian los puntos de acuerdo.
También se reivindicó la amplitud y heterogeneidad del arco político presente en el Congreso y se abogó por la confluencia en actividades que instalen en la sociedad el debate.
Manuel Bertoldi, referente de Patria Grande, destacó que “es fundamental construir los más amplios márgenes de unidad y lucha para frenar los Tratados de libre comercio y la embestida imperialista sobre la región”.
En ese contexto, como parte de la secretaría operativa de ALBA Movimientos, informó sobre la preparación de una jornada continental que se realizará el 4 de noviembre, organizada por articulaciones y espacios continentales como la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC- Vía Campesina), la Marcha Mundial de las Mujeres, la Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas, Amigos de la Tierra, Jubileo Sur y ALBA Movimientos, entre otras.
Luciana Ghiotto, integrante de Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC) y a cargo de la coordinación, recordó la existencia del espacio “Argentina mejor sin TLC”, donde se aglutinan fuerzas sociales que están analizando el tema y proyectando actividades. También informó sobre la realización de un ciclo de formación llamado “¿Volver al mundo o caerse del mapa? La nueva política internacional de Macri y los tratados de libre comercio”, organizado por ATTAC, el Centro de Estudios para el Cambio Social (CECS) y Argentina mejor sin TLC. Este seminario comenzará el 18 de julio, a las 18 hs, en Sánchez de Bustamante 543, ciudad de Buenos Aires.
Tanto Alcira Argumedo, en la apertura y en el cierre, como otras intervenciones, rescataron la necesidad de volver a generar espacios de encuentro, en el espíritu de la campaña No al ALCA. Esta iniciativa reunió desde principios de siglo a una gran cantidad de movimientos y colectivos, que se expresaron en movilizaciones masivas y culminaron el proceso con una victoria en Mar del Plata, en noviembre de 2005, cuando naufragó el proyecto de George Bush ante la negativa del bloque ALBA-Mercosur, liderado por Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Luiz Inacio Lula Da Silva.
Precisamente, el análisis que sobrevolaba al cierre de la actividad tenía que ver con el paralelismo entre ese contexto de principios de siglo XXI y el actual, de reconfiguración del mapa político a favor de la derecha. Es este marco geopolítico el que pone sobre la mesa la posibilidad de nuevas formas de influencia de Estados Unidos y Europa en la región, bajo la forma de tratados de libre comercio, militarización del continente y diplomacia imperio-colonia. Es esta situación la que plantea para organizaciones y movimientos el debate sobre la construcción de amplios niveles de unidad.
Fuente: Notas