Argentina - Córdoba: “Los ecocidas nos llaman ´ecoterroristas´”
Conversamos con integrantes de Vecinxs Autoconvocadxs de Dique Chico, Córdoba, comuna en lucha contra las fumigaciones del agronegocio.
Los primeros días de octubre, la comuna de Dique Chico que cuenta actualmente con unos 400 habitantes estables y que se sitúa a unos 17 kilómetros de la Ciudad de Alta Gracia y a unos 50 de la ciudad de Córdoba, se vio alterada por una inusual protesta de productores rurales de pueblos aledaños.
Decenas de tractores y tres productores encadenados frente a la sede del Jefe Comunal en protesta contra la resolución que busca limitar las fumigaciones con agroquímicos, estableciendo una zona de resguardo de 2000 metros de distancia del ejido urbano.
Para interiorizarnos sobre la situación actual y el camino recorrido, dialogamos con los Vecinxs Autoconvocadxs de esa pequeña comuna cordobesa.
Huerquen: ¿Podrían hacernos una breve descripción de Dique Chico?
Vecinxs Autoconvocadxs: Dique Chico es una población muy diversa, creció el doble en los últimos años y esto marco la división entre los antiguos pobladores y los nuevos, ya que la mayoría se asentó cerca de los campos, en la periferia y son éstos los que levantan la voz.
Laburamos en diferentes cosas, algunos en Córdoba, otros en Alta Gracia, otros más cerca en Anisacate, en la misma comuna o en otras del corredor Paravachasca. No es un pueblo que esencialmente viva de la producción agrícola, pero sí se sitúa en los márgenes de dos o tres campos con los cuales la delimitación es sólo un alambrado. Y a partir de allí, un paisaje solo de agricultura extensiva hacia el noreste. (Ruta 36)
Del otro lado del río se encuentra Anisacate, ya establecido como municipio libre de agrotóxicos.
Más o menos ese es el panorama de lo que nos rodea. Es una zona tranquila, bella por su vegetación, a pesar de que se ha arrasado, como en la mayor parte de la provincia, con lo que quedaba del bosque nativo.
Hqn: ¿Cómo es su situación respecto a las fumigaciones?
VA: El año pasado, más o menos para esta época, arrancamos a pensar el impacto que tenían las prácticas agrícolas en la zona y en nuestras propias vivencias cotidianas. Ante las primeras fumigaciones, reclamamos a la Comuna que pararan y presentamos un pedido que firmaron más de 100 vecinos de todo Dique Chico. Se armaron diálogos con diferentes actores como el Ministerio de Agricultura y el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). También llegaron a convidarnos sus experiencias el abogado ambientalista Darío Ávila, junto al Dr. Medardo Ávila Vázquez, integrantes de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados. Queríamos conocer más, informarnos, debatir. Todo este proceso nos hermanó inmediatamente con muchas otras luchas y acá estamos.
En Dique Chico, muchos viven en terrenos que colindan con estos campos de siembra directa, que producen especialmente soja y maíz. Esta inmediatez y convivencia entre vecinos y campo fumigado es siempre conflictiva y entendemos que ese conflicto debe priorizar la salud como derecho fundamental. De alguna manera, este tema ha ido despertando diferentes iniciativas y cuestionamientos por parte de quienes vivimos aquí.
Una búsqueda por proteger nuestro futuro y el de nuestros chicos. Muchos de ellos asisten a la escuela primaria Bernardo de Monteagudo, situada a unos 1500 metros, o 2000 metros del pueblo. La escuela está rodeada por campos y es algo realmente preocupante y que nos pone en alerta. Esta escuela, que tiene más de 80 años, nació como una escuela agrícola, rural, destinada a los chicos que vivían en el campo, hoy la realidad cambió, ya no quedan familias viviendo en los campos (excepto una o dos) y los niños que acuden a la escuela son todos del pueblo y de Anisacate.
Lamentablemente, son procesos lentos los que llevan a desnaturalizar prácticas que están sumamente instaladas. Si a vos te dicen: esto no hace nada, no hay drama, está todo bien… y eso te lo dice un vecino, con quien has vivido toda la vida, lo tomas por cierto, confías en eso. Pansas que ese ardor en la garganta, esa irritación tiene que ver con vos, con otras cosas. Cuando sumás la información y empezás a investigar qué es lo que el mosquito realmente está liberando al aire en cada aplicación, te cae la ficha.
Recientes fallos, como el de barrio Ituzaingó o la lucha llevada adelante en Concepción del Uruguay¹, sientan un precedente importantísimo para todos los pueblos que estamos expuestos a la acción de los agrotóxicos.
Hqn: ¿Los productores de estos campos en conflicto son vecinos que viven en la comuna?
VA: Sólo uno de los productores vive en el pueblo, otro en Bajo Chico y el tercero no sabemos. Solo ellos trabajan el campo, tienen a una familia contratada como caseros y a nadie más.
Hqn: ¿Cómo y cuándo se forma el espacio de Vecinxs Autoconvocadxs? ¿Cómo fue el proceso de confección de la Resolución propuesta y el consenso con el Jefe Comunal?
VA: El espacio nace en torno a este tema el año pasado, algunos vecinos, preocupados más que nada por las fumigaciones, comenzamos a juntarnos y a reunirnos un día en la plaza, para hablar de cuestiones ambientales que afectaban al pueblo. A esa primera reunión asistieron más de 20 vecinos, y se plantearon diversas problemáticas: fumigación, contaminación del rio, la falta de restricciones a las motocross… también a asistió a esa primera reunión, en calidad de vecino, el presidente comunal Nilo Pérez.
Este año, antes de que esto estallara ya habíamos estado trabajando juntxs en algunos proyectos para el pueblo, para empezar a pensar colectivamente un espacio desde el cual fortalecer lazos entre vecinos, generar propuestas sobre determinados ejes.
Y ahí, en el medio de todo eso, nos enteramos que se presenta la primer receta fitosanitaria para iniciar nuevamente el proceso de siembra y fumigación. Analizamos atentamente esos documentos, buscamos información, hablamos con diferentes personas. Venimos haciendo un seguimiento de las luchas en torno a este tema y, si bien ya lo habíamos solicitado antes, pedimos nuevamente a la Comuna tomar cartas en el asunto a favor de la vida y la salud de los vecinos de Dique Chico. Lo hablamos seriamente, abiertamente y finalmente tuvimos las respuestas que esperábamos. La resolución fue un trabajo conjunto, con la ayuda indispensable de Darío Ávila y de especialistas a los que hemos ido consultando. Esa resolución no se encuentra firmada, pero está en proceso de avanzar en estos días. Es lo que estamos esperado todos los vecinos.
Hqn: ¿Cuál fue la respuesta de los productores ante la presentación de dicha resolución?
VA: Mirá, al tractorazo de la semana pasada cayeron con decenas de tractores, camiones… vinieron autos y camionetas que jamás vimos. Fue impresionante. La mayoría no son del pueblo, salvo dos o tres que los conocemos. Imaginate que, de golpe, cayeron todos acá, un pueblo pequeño en donde nos conocemos más o menos todos. Entendemos esto como una reacción claramente corporativa, de amedrentamiento por la resolución que está por firmarse desde la comuna, estableciendo una zona de resguardo para nuestro pueblo y para la escuela de 2000 metros. Todos los vecinos lo sentimos un poco así. Ese día, sólo entregaron un petitorio, bastante amenazante por cierto y se quedaron unas cuantas horas hasta tener diálogo con la tesorera de la comuna.
El domingo pasado, redoblaron la apuesta y volvieron, ya con el acompañamiento de un número menor de vehículos, pero se instalaron directamente en la comuna con ovejas y gallinas. Y no vinieron solos. Trajeron esta vez a los medios de Córdoba, para decir ante las cámaras que reclamaban fumigar, que sino no pueden trabajar. Se encadenaron, llamándonos ecoterroristas, diciendo que comemos lo que ellos producen ¿No es medio contradictorio? Traen animales y en realidad reclaman fumigar para seguir sembrando soja. A los animales no les fumigues cerca, porque las gallinas te caen una a una si lo hacés… Y nosotros? Bueno, nosotros no vivimos a soja.
Es simple, no hay pared que contenga los vientos. Trabajan con sustancias, que rápidamente se volatilizan, que están condicionadas al clima… que contaminan y erosionan! No es sólo el glifosato. Es 2,4-D, es picloram… por nombrar aquellos que aparecen en algunas de sus recetas, sin mencionar que como vecino estás atado a una cadena de responsabilidades en donde si uno falla el afectado sos vos, al que le va la vida en eso sos vos y una noche te despertás y está el mosquito al lado de tu casa. Mientras un montón de países prohíben estas sustancias, acá te dicen todo bien, no pasa nada… y fíjate Monte Maíz, barrio Ituzaingó. Fijate la gran cantidad de pueblos y escuelas fumigadas y vas a ver si son perjudiciales para la salud o no…
Hqn: ¿Qué sensaciones surgen cuando los llaman ecoterroristas, o cuando dicen que sus reclamos son "ambientalistas" con el objetivo de minimizar las luchas o desviar el eje del reclamo?
VA: Son discursos que construye la corporación. Ya los tienen aceitados y los ponen en práctica cuando avanzamos. Lo vemos en los debates que se han armado en las redes sociales, donde personas de otras provincias llaman a intervenir y ayudar a sus “amigos” productores de un “pueblito cordobés” contra los ecoterroristas que no dejan que produzcan en paz. Decimos que, en todo caso, si somos “ecoterroristas” como dicen, a ellos les tocaría ser “ecocidas”. Si la única forma que tienen de producir es esta, si les jode ceder una porción de tierra para garantizar la vida de quienes estamos alrededor nos van a terminar reventando a todos. Esta es una lucha en defensa de la vida y la salud de quienes habitamos este pueblo, por modos más sustentables de producir. No hay más vueltas. Creemos que nuestro reclamo es justo, el problema es qué intereses se tocan.
Hqn: El discurso de estos productores es que ellos respetan los manuales de Buenas Prácticas Agrícolas por lo que no hace falta extender los límites de prohibición de fumigaciones. ¿Que opinión tienen Uds. de que esto se resuelve de esa manera, y de las Buenas Prácticas Agrícolas en general?
VA: En realidad están trabajando como dice la ley, ese es su gran escudo. Esto en principio te frena, sobre todo cuando es el mismo Ministerio de Agricultura el que viene hasta el pueblo a decirte esto, pero cuando te informas y te dicen que hay un derecho superior como el derecho a la vida y a la salud se renuevan las expectativas....
Para nosotros, buena práctica agrícola es aquella que te vincula a la tierra, que minimiza el impacto y ve más allá, no sólo cuánta guita te deja en el bolsillo año a año, sino a quiénes afecta, a quiénes alimenta, entre quiénes da trabajo. Los límites para determinadas sustancias son 0 metros. De hecho, ese 0 metro es el que está en cuestión aquí. Imaginate que ese 0 metros de rocío llega al 1 de la bicicleta de tu hija que estaba en el patio… a las vías nasales, por la brisa que se levantó de golpe esa noche. Vos, sin siquiera ser avisado, te fumaste lo que ese respetuoso de las Buenas Prácticas Agrícolas ponía en su campo, para que la semilla transgénica que colocó no se llene del yuyo que mata ese cero sin matar a esa semilla. Si ellos no pueden andar con ese cero en el tractor libremente. Si ese 0 debe tener un triple lavado del bidón que lo contenía, si ese 0 requiere de una cadena infinita de responsables… Listo, dormí tranquilo que acá no pasa nada, te dicen. ¿Qué te parece?
Hqn: También se escudan en su “derecho a trabajar” y que no es posible producir sin agroquímicos. ¿Qué le responden y que propuestas surgen desde la Comuna y del espacio de Vecinxs?
VA: En nuestro caso, no genera trabajo, ellos mismo trabajan los campos. Desde la comuna se está trabajando para presentarle una alternativa a los productores para que puedan producir en forma agroecológica². Dentro de la ordenanza se prevé una cláusula donde la comuna se compromete a brindar apoyo y herramientas para generar una alternativa. En este momento la comuna está en contacto con el Ingeniero Agrónomo Eduardo Cerda, para una capacitación sobre agroecología, con la idea de cambiar la visión de que " no nos importa dejar sin trabajo al productor" y llevarlo a "hay una alternativa posible y rentable" muy diferente a lo que las grandes multinacionales imponen.
Venimos leyendo cosas y conociendo experiencias. No somos especialistas ni mucho menos. Entendemos que es un desafío, pero que hay procesos innovadores y muy exitosos en este sentido llevándose adelante en distintos puntos del país y que demuestran que es posible llevar adelante otras formas de producción. Nos encantaría que eso pudiera ser una alternativa viable para quienes hoy reclaman fumigar en nuestra cara para poder seguir trabajando.
Por nuestra parte, intentamos problematizar diferentes aspectos de nuestra vida, la forma en que consumimos, el tratamiento que damos a los residuos, los recursos que demandamos… y en ese sentido, aprendemos de un montón de colectivos y de las luchas interesantísimas que se están dando en Córdoba respecto de diversos temas.
Hqn: En muchos pueblos fumigados se dan visiones encontradas entre los y las vecinxs afectadxs porque algunos creen que no hay que meterse con estos sectores, ya que darían trabajo o sostendrían económicamente al pueblo. ¿Cómo son los debates, charlas, intercambios (si se dan) en las familias, en las calles, en los trabajos, etc.?
VA: Es difícil, pero estamos convencidos de que de una forma u otra, mucha gente del pueblo apoya esta lucha. A veces silenciosamente, a través de las redes, o en algún encuentro casual. Lo bueno es que sabemos que cuando las cosas se alteran, ya nada vuelve a su lugar… nunca se vuelve al mismo y exacto lugar. Y eso, de alguna manera, nos tiene en movimiento, nos interpela. Eso nos trajo hasta acá.
Octubre de 2017
Notas:
1. "El cuidado de la vida es una militancia". Entrevista a Mariela Leiva.
2. “Nosotros queremos que sigan trabajando, pero no fumigando. No les vamos a decir “queremos que te vayas, no quiero que trabajes”, no, no. Queremos que sigan trabajando, a los productores los queremos. Lo que no queremos es que sigan trabajando con los agrotóxicos, poniendo en riesgo a los niños, la escuela, a nosotros mismos” Nilo Pérez, Jefe Comunal en entrevista radial con el programa Tiempo de Valientes.
- Fotos por Karina Avalos.
Fuente: Huerquen