Alarma por alimentos tóxicos en Alemania

Idioma Español
País Europa

Las autoridades alemanas ordenaron ayer a 4700 granjas suspender la venta de carne y huevo para el mercado interno y la exportación, tras detectar que algunos alimentos para animales estaban contaminados con dioxina, sustancia cancerígena, decisión que provocó alarma en Alemania y otras naciones de Europa.

La contaminación se habría producido luego de que la firma Harles und Jentzsch entregara entre noviembre y diciembre 3000 toneladas de grasa en mal estado a 25 fabricantes de comida para animales, acción calificada de criminal por el gobierno.

"Si se confirma la sospecha de que la empresa responsable [de la provisión de alimentos para animales] era conocedora de la contaminación desde hace meses y, a pesar de ello, no informó a las autoridades competentes, se trata de un acto criminal y completamente irresponsable", dijo la ministra de Protección al Consumidor, Ilse Aigner.

"Los indicios presentes sostienen más bien hasta ahora una alta dosis de accionar criminal", dijo, a su vez, un vocero del Ministerio de Agricultura. Los tests realizados en la planta de Harles und Jentzsch, ubicada en Baja Sajonia, cerca de Hannover (norte del país), dieron como resultado que la grasa contenía un nivel de dioxina 77 veces mayor al límite máximo tolerado.

Por esta razón, el gobierno prohibió precautoriamente que las 4700 granjas, dedicadas mayoritariamente a la cría de cerdos, que podrían haber utilizado alimentos para animales contaminados realicen entregas para el mercado interno o la exportación. Ocho de los 16 estados regionales de Alemania están afectados por los cierres.

Si bien inicialmente el temor estaba circunscripto a Alemania, posteriormente se supo que una serie de 136.000 huevos presuntamente contaminados fueron exportados a Holanda para su procesamiento y, desde allí, a Gran Bretaña. Los huevos procesados estaban destinados a la producción de una amplia variedad de productos alimenticios, como mayonesa, tortas y tartas.

La Agencia de Seguridad Alimentaria de Gran Bretaña (FSA) descartó cualquier tipo de riesgo para la salud de los consumidores británicos, ya que los huevos sospechosos fueron mezclados con sanos. "[Esto] diluyó los niveles de dioxina y no constituye un riesgo para la salud", declaró la FSA. Las dioxinas, residuos de la combustión industrial o natural, han sido clasificadas como sustancias cancerígenas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su absorción en pequeñas cantidades no constituye un peligro inmediato, pero el cuerpo humano las elimina con dificultad.

Agencias AP, AFP y DPA

Fuente: La Nación

Temas: Ganadería industrial

Comentarios