Agrotóxicos: sustancias “inertes” más tóxicas que los ingredientes activos
Los principales agrotóxicos utilizados ampliamente en el mundo, como el caso del Glifosato, son más tóxicos para las células humanas que sus principios activos declarados. Las evaluaciones de seguridad que se realizan a los plaguicidas se centran en el ingrediente activo y no sobre todos sus componentes. Pero hay muchos otros ingredientes "inertes" que se añaden a la formulación que se vende. Un nuevo estudio sugiere que estos aditivos pueden hacer a los agrotóxicos más peligrosos para las células humanas que lo que las pruebas de seguridad revelan en la actualidad.
Un equipo de científicos franceses ha llegado a la conclusión de que las evaluaciones se centran exclusivamente en los ingredientes activos de los plaguicidas vendidos en el mercado, subestimando sustancialmente sus riesgos potenciales.
El estudio sugiere que los ingredientes inertes de los plaguicidas pueden magnificar los efectos de los principios activos, a veces tanto como 1.000 veces. Ocho productos comerciales de los nueve probados mostraron ser cientos de veces más tóxicos que su ingrediente activo por separado.
Normalmente, las pruebas de seguridad de plaguicidas se llevan a cabo únicamente en el ingrediente activo, producto químico que está dirigido a eliminar la plaga. Pero los plaguicidas que se venden a los consumidores y los agricultores son mezclas complejas con otras sustancias químicas consideradas "inerte", lo que implicaría que estos aditivos no tienen efectos biológicos.
Los científicos de la Universidad de Caen expusieron tres líneas de células humanas a ingredientes activos de tres herbicidas, tres insecticidas y tres fungicidas. Luego expusieron las líneas de células a las formulaciones comerciales, que contenían productos "inertes", y se compararon los resultados.
Los tests se realizaron sobre células humanas embrionarias, placentarias y del hígado de adultos jóvenes, pertenecientes a unas líneas celulares que, según los científicos que han realizado el estudio "en algunos casos son incluso menos sensibles que las células primarias y por lo tanto no sobreestiman la toxicidad celular".
El nuevo hallazgo, de confirmarse, tiene consecuencias importantes para la seguridad de los plaguicidas, porque si los ingredientes inertes normalmente amplifican los efectos de los plaguicidas, las normas de seguridad pueden no ser de protección de la salud humana.
En el estudio, los fungicidas fueron en promedio los más tóxicos, seguido de los herbicidas y, al final los insecticidas.
Según el estudio, que fue publicado en la revista BioMed Investigación Internacional, el Roundup, herbicida comercial vendido por Monsanto que utiliza el glifosato como ingrediente activo, fue por lejos el más tóxico de los herbicidas e insecticidas analizados. El Roundup es utilizado para matar las “malas hierbas” en el césped, jardines y cultivos, como la soja y el maíz. El glifosato es uno de los herbicidas más utilizados en los Estados Unidos y países donde se cultiva la soja transgénica tolerante al roundup. Tal es el caso de países de América Latina, Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, entre otros.
Con la excepción del Matin (un herbicida cuyo principio activo es el isoproturon) resultó ser, que las fórmulas comerciales eran todas más agresivas que si se testaba el ingrediente activo solo.
Según el estudio el fungicida Tebuconazol mostró la mayor diferencia entre la formulación comercial y el ingrediente activo, con la formulación de más de 1000 veces más tóxico que sólo el ingrediente activo.
La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. registra al Tebuconozol como un posible carcinógeno, y la Agencia de Productos Químicos de Suecia lo clasifica como un potencial perturbador endócrino.
Otras formulaciones en el estudio incluyen los insecticidas neonicotinoides Imidacloprid y Acetamiprid, el herbicida Fluoxipir y el fungicida Procloraz.
Desde hace muchos años una serie de científicos claman, sin éxito, para que las autoridades obliguen a las industrias a desvelar qué sustancias son añadidas, como "inertes" en las formulaciones de plaguicidas. La industria se resiste a proporcionar esos datos alegando que es un "secreto comercial". Pero entre ésas sustancias pueden contarse algunas que, aparte de lo comentado en el estudio, ya por sí solas, pueden contribuir a algunos efectos altamente negativos para el ser humano y el ambiente.
Es importante señalar que tanto el herbicida Roundup, como los insecticidas Imidacloprid y Acetamiprid, y el funguicida Procloraz, son ampliamente usados en nuestro país. Es muy probable que no se realicen evaluaciones sobre los compuestos aditivos que tienen estos agrotóxicos, por lo tanto nuestra población no sólo está expuesta al ingrediente activo, sino que también a todos los “inertes” Esto puede ser una de las razones del aumento del cáncer en nuestro país pero hasta que no se investigue continuaremos padeciendo los efectos negativos sin tener idea de su dimensión.
Artículo basado en: Pesticides are more dangerous than testing of active ingredient alone reveals
Fuente: RAPAL Uruguay