Wuñope Mapudugun Awkinkvlewetuam tayiñ Lof : Una historia de recuperación lingüística comunitaria
Esta es una experiencia vivida al poner en marcha un curso comunitario de la lengua mapuche en un lugar donde todo parecía perdido por efecto de la colonización cultural y la falta de un territorio para que la lengua crezca libremente.
Por Elisa Loncón Antileo - Experta en Educación Intercultural, Académica Departamento de Educación, Universidad de Santiago
“Que regrese el mapudugun para que en nuestra comunidad las palabras tengan ecos”[1].
En el mapudugun[2] hay un mundo fascinante de memorias, sueños, luchas que solo se puede vivir hablando y aprendiendo la lengua de manera colectiva y comunitaria, al compartir y escuchar los relatos de los comuneros, se juntan los dugu, las palabras, las historias y el mundo mapuche emerge, el grupo se vuelve pueblo, con idioma, espiritualidad, derechos; sin el grupo y la organización no hay conciencia de lo que somos. Esta es una experiencia vivida al poner en marcha un curso comunitario de la lengua mapuche en un lugar donde todo parecía perdido por efecto de la colonización cultural y la falta de un territorio para que la lengua crezca libremente.
En los primeros días de febrero del presente año, la comunidad de Lefweluan se juntó en torno al idioma mapudugun, aunque es la lengua materna del pueblo mapuche, ya no lo es para la gente que nació hablando castellano. Sin embargo, se puede aprender, enseñar y estudiar, como lo hicieron en esta oportunidad y la hacen en otros lugares del extenso Wajmapu o en las grandes ciudades. En el xawun la gente aprendió reconocer el lof, reconocer lugares ancestrales, valorar a la mujer mapuche, respetar la comunidad, a presentarse ante otros, recordaron los epew. Aprendieron a pronunciar sonidos propios de la lengua. Los de 40 años y menos, ni siquiera sabían que el mapuzugun tiene seis vocales, y menos aún que tiene una gramática diferente al castellano, en tanto lengua aglutinante, polisintética, con mas de cien sufijos que se emplean para unir las palabras y construir diferentes tipos de frases.
Tampoco había reflexión sobre la lengua ni conciencia de su aculturación. Era común decir Soy de Nahuelvan, usar la forma castellanizada sin significado antes que Lefweluan “lugar donde corren los guanacos”, el nombre real de la comunidad. Aunque hay hablantes nativos, la mayoría tiene su lengua materna en desuso porque el castellano estaba ganando la mente de los hablantes. El uso del idioma no es fácil cuando se pierden las prácticas tradicionales como el canto, la ceremonia, los espacios lúdicos, por eso aprender la lengua es aprender usos, funciones sociales, expresar sentimientos, reconocer el contexto en la lengua que se aprende.
En septiembre del año pasado la comunidad manifestó su decisión de recuperar su cultura y memoria, para ello se propuso recuperar el gijatun, el gijatuwe, los conocimientos tradicionales perdidos por la escolarización. Este curso comunitario está entre las primeras iniciativas de recuperación cultural junto con la recuperación del gijatun que muy pronto se realizará.
En el evento se activaron distintos saberes que estaban en la memoria y que no se habían compartido por falta de espacios. Entre ellos el arte de versificar el canto de los pájaros, porque los mapuche le ponen textos a todo cuanto escuchan de la naturaleza. Aquí algunos versos:
Se cuenta que los zorzales se quejan para anunciar la sequía, cambian de canto y dicen:
Agkvy tañi namuh wiw, agkvy tañi namuh wiw
‘el calor me ha secado la pata, güiu’
A la rana le gusta comer mucho y nunca sabes si esta llena por eso canta:
Wezan, wezalan ‘estoy satisfecha, no estoy satisfecha’
El zorro también habla y dice que su agua le conversa cuando la va a beber, lo dice para engañar al puma quien cae en la trampa y habla …así el zorro descubre que éste le aguarda.
Zugukenew ñi ko…Pvtokopapeyu ko ‘cuando bebo mi agua esta me habla… Te vengo a beber agua’
También el epew comunitario sirvió para conocer la historia de los lugares, reconocer la vida de la naturaleza, sentir el olor de la tierra, conocer la riqueza y los misterios que esconde la ñuke mapu, como lo relató un comunero:
“Cuando empecé la clase, vino a mi mente la memoria de la abuela, ella nos contaba sobre el pastoreo de los animales a orillas del estero allí al frente… En la primavera se llenaba del olor a frutillas silvestres. ..Allí también hay una piedra y sobre ella se aparecía la Tuy Malen, una mujer del agua que cuando venia el invierno feo cantaba distinto. Sobre la piedra cantaba y anunciaba que la primavera vendría buena. La juventud mapuche se bañaba en el raudal, Tuy malen se enamoró de unos de ellos y le dejaba pescados sobre la piedra. El hombre se estaba encantado con esta mujer. El era tu abuelo.
…Pero allí hubo muerte mapuche a orilla del canal cuando llegaron los wigka… En ese mismo lugar hacia arriba hay una piedra montada sobre otra y dicen que ahí están enterradas las joyas. Nosotros debemos saberlo porque allí esta el newen, que no se puede despojar. ¿Será la herencia de la comunidad?”
A este encuentro participaron niños, algunos viven en Santiago, producto de la diáspora mapuche, la migración por falta de tierra, otros viven en el lof y estudian en Traiguen. También ellos se permitieron momentos de reflexión, uno muy chiquito me nombro maestra y dijo:
Ella tiene buena suerte porque nos enseño la lengua.
Muy sabio este niño, pues así es. Los mapuche mediante la recuperación de su idioma tienen la suerte de volver a las raíces y caminar sobre la misma tierra de la infancia con un nuevo sentido de pueblo: descolonizar el saber, recuperar la memoria y los derechos lingüísticos; juntos se han dado cuenta que no todo esta perdido. Al reconocerse en el otro ven que ese otro/otra es sabia/o y así nace el orgullo y la rebeldía frente al sistema que quiso despojarles de los saberes ancestrales. No existe solo la cultura chilena occidental como intentaron hacerles creer, también vive la cultura mapuche; no hay un solo kimvn, o conocimiento, hay muchos según sean las culturas. El pueblo mapuche ha construido otro saber distinto al científico positivista y esto se refleja en la identidad individual y colectiva de la gente, en la historia, en la medicina, en su cosmogonía.
En el encuentro se juntaros los marilewfu ‘los diez ríos’, los kolvpi ‘ del color tierra’ pailakewon ‘lengua doblada’; wenxul ‘los que se hacen hombres, los logkomij ‘del pelo amarillo o de la cabeza de oro’ los kewpu ‘del pedestal’…y otros. Cada nombre una historia y varias historias en un mismo Lof. La identidad familiar, el kvpalme volvió atrás en el tiempo por varias generaciones, hasta reencontrarse con los ancestros en los laku, kuku ceski y cucu, el meli folil kvpal. También hubo momentos para nombrarse de nuevo, con sentido mapuche y reconocieron a Miski, Foyelikan, Pelokon, Wagvlen, Ligkoyam, Zomoce y tantos otros bellos nombres que reemplazaron los actuales, nombres de Santos católicos y de profetas evangélicos, todos de la cultura occidental.
Por eso los participantes dijeron que en el encuentro aprendieron mucho:
-Aprendí a identificarme conmigo mismo, con mis raíces. Me llena y dan ganas de seguir aprendiendo, tener mas conocimientos para que no se vaya perdiendo lo que sabemos.
-Aprendí a escuchar, en casa nunca escuche el idioma ni las historias mapuche
-Valorar la lengua, aprendí a presentarme, decir quien soy. Y aprendí sobre la tierra
-Siento mucho orgullo como mapuche por eso hago bien trabajo.
En el ámbito de la historia territorial de la comunidad se consideró necesario fundamentar las demandas territoriales amparada en la vigencia de los tratados definidos entre mapuche y españoles y los parlamentos posteriores; reconociendo además que el logko Logkomij participó de algunos de estos acuerdos y es legítimo que la comunidad apele a su vigencia. De este modo, también se articuló el tema de la recuperación territorial con la recuperación lingüística cultural y educativa mapuche; si hoy los mapuche luchan para recuperar sus tierras, con ello no solo buscan resolver el problema de la pobreza económica que afectan a las familias, sino dar continuidad histórica a su cultura, desarrollar el mapuce kimvn, la lengua, formar profesionales para un desarrollo ajustado al kvme mogen. El sueño que allí se instalo fue el de construir un centro de formación en educación superior en las futuras tierras recuperadas, apelando a los que dice la Declaración de la Naciones Unidad sobre los Derechos de los Pueblos indígenas:
Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Articulo 11 .
Sin dudas, nacieron pequeños y grandes desafíos, entre ello también se destacan:
-Hay que seguir estudiando. Necesitamos más de esta instancia, seguir haciendo cursos para conocer la historia.
-No dejarme amedrentar por no hablar bien
-Sentirnos orgullosos de la vestimenta
-Darnos más tiempo en familia para practicar el idioma y el mapuche kimvn
-Aprovechar las invitaciones de xawun, gijatun para aprender. Fortalecer el kimvn, hacer alianzas con otras comunidades y compartir los valores y conocimientos
-Impulsar el proyecto de Ley de Derechos lingüísticos
-Exigir los DDHH para los mapuche porque el Estado ha dado tierra al extranjero y se resiste en devolverlas a los verdaderos dueños que somos nosotros.
-Enseñarle a nietos y bisnietos que sepan del respeto sobre la lengua y la naturaleza.
-Defender la lengua, practicarla y practicarla sin sentirse menos, hasta hacerlo costumbre.
Como suele ocurrir en la historia, las grandes cosas se construyen con pequeños pasos. Lefweluan ha dado un tranco importante para recuperar el mapuche kimvn. Antes de este encuentro parecía irreversible el awigkamiento de la comunidad, sin embargo, hoy ya no lo es, la gente está en una situación distinta, con un camino distinto de fortalecimiento identitario. En este proceso la Lealtad lingüística es fundamental, hablar el idioma en familia, usarlo en la vida diaria como por ejemplo decir eluen kofke ‘dame pan’ cada palabra, cada frase en mapudugun constituye un acto de defensa de la lengua. El desafío es mantenerse como parte de un tronco familiar, con lengua, con un modo de vida mapuche, concientizar a la familia, a la comunidad sobre la vigencia de su lengua y cultura. Lo peor es no enfrentar los desafíos.
Hoy, a días de celebrar el Día internacional de la lengua materna, experiencias como éstas se replican en diferentes lugares de la IX región, en Kvlce mapu (Lanco) con la participación de las ñañas Conas y Kompallante; los Internados Lingüísticos de Jagepuji (Puerto Saavedra) Likanko, Arauco, Galvarino, donde se destaca el trabajo de la FEMAE. Todas esta son acciones auto convocadas por organizaciones y colectivos mapuche. Quien lo hubiera imaginado diez años atrás el movimiento por la lengua no se hacia notar, aunque se debe reconocer que organizaciones tradicionales como el Aukiñ Wallmapu Gvlam, el Grupo de Teatro mapuche Ad Mapu, líderes como Melillan Painemal, Rosendo Huenuman; La Machi Juana Santander, Rosa Coñueman, y tantos otros escribieron la historia mapuche contemporánea en Mapuzugun antes que estas movilizaciones. Otra interesante experiencia de valoración y revitalización de la lengua mapuche se vive en la zona del Fvxa Wijimapu, Puerto Montt, Osorno y Valdivia. Se destaca el trabajo del Municipio de Puerto Montt, con un programa dirigido por el poeta Juan Pablo Huirimilla.
La revitalización de una lengua parte por la libre voluntad de la gente de recuperar su idioma y de proyectarla al futuro. La lengua mapuzugun o ce sumun, esta plena de semillas que nacen, crecen y se agigantan en los niños, los jóvenes y ancianos que han decidido cambiar la historia de los vencidos a vencedores, pasar de una lengua que se estaba muriendo a una lengua que revive día a día. Por delante, hay mucho por hacer todavía para convertir el mapuzugun un lengua multifuncional, se necesita formalizar la gramática, hacer diferentes diccionarios (históricos, de neologismos, pedagógicos y otros) estandarizar la lengua, acordar un solo alfabeto; oficializarla en la región, legislar sobre los derechos lingüísticos y por supuesto seguir versificando el canto de los pájaros cantores, de los animales audaces, de los niños despiertos, para revelar el tesoro la herencia de la tierra a las comunidades que se llama mapuzugun y que es la base de la creatividad mapuche.
Notas
[1] El curso comunitario de Lefweluan fue patrocinado por la Red por los Derechos Educativos y Lingüísticos de los pueblos indígenas de Chile
[2] Mapudugun es igual al mapuzugun, la única diferencia es el sonido d, una característica del habla de la zona nagce, territorio al que pertenece lefweluan.
Publicado originalmente en El Desconcierto
Fuente: MapuExpress