Trump declara la "emergencia energética" y ambientalistas alertan sobre emergencia climática

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió decretos que podrían fortalecer a la industria de los combustibles fósiles, a pesar de las crecientes pérdidas causadas por la crisis climática. Preocupación por el abastecimiento a empresas tecnológicas que requieren energía para inteligencia artificial y los retrocesos ambientales de impacto internacional.

Apenas asumió su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó más de veinte decretos ejecutivos que abarcan casi todos los aspectos de las políticas estadounidenses, desde inmigración hasta seguridad nacional. 

Varias de estas directivas tienen profundas consecuencias para la cuestión climática, pues no solo prometen intensificar aún más la producción de gas y petróleo, sino que también cortan de cuajo las iniciativas dirigidas a reducir las colosales emisiones de gas de efecto invernadero que genera el país. Si bien pueden interponerse medidas jurídicas y legislativas que impidan su aplicación, los expertos consideran que los decretos ejecutivos anunciados por Trump muestran un giro brusco respecto de los avances en la política climática que se habían observado en el gobierno de Biden.

Emergencia energética”

En la ceremonia de asunción, Trump habló ante un público conformado por políticos, magnates de la tecnología y celebridades. Allí lanzó una promesa: “La edad de oro de Estados Unidos comienza ahora”. ¿Y cuál es el plan para dar inicio a esta era? En gran parte, seguir extrayendo lo que él llama el “oro líquido” que yace bajo tierra: gas y petróleo. 

“A perforar, bebé, a perforar”, arengó Trump. Y prometió: “Estados Unidos volverá a ser un país productor, y tenemos algo que jamás tendrán otros países industrializados: la mayor cantidad de petróleo y gas en el mundo. Y los vamos a usar. Los vamos a usar”. 

Durante su discurso, Trump declaró la “emergencia energética nacional”. Se trata de una medida que nunca antes había tomado un presidente de Estados Unidos. Si bien su equipo aún no ha dado detalles de lo que implicaría realmente, tal como  informa NPR. Trump afirma que el objetivo de su gobierno es reducir los costos de energía para los estadounidenses y asegurar el “ dominio” del sector. Sin embargo, como  señala el New York Times, la producción de petróleo en Estados Unidos alcanzó un pico histórico en 2024. El mismo año,  los precios del gas natural cayeron al mínimo promedio anual que se haya registrado, ajustados por la inflación. 

“No se entiende cuál es la emergencia”, explicó Michael Gerrard, director del Sabin Center for Climate Change Law (Centro Sabin por la Legislación sobre el Cambio Climático) de la Universidad de Columbia, en el artículo del New York Times. “Estados Unidos está produciendo más gas y petróleo que nunca, más que cualquier otro país en el mundo. No tenemos interrupciones masivas en el suministro de gas o electricidad”. Para Gerrard, la firma del decreto de emergencia es “básicamente una actuación”.

En una audiencia reciente en el Senado, Doug Burgum, el nuevo secretario de Interior elegido por Trump, destacó que existen  dudas sobre la capacidad del sistema de suministro eléctrico de Estados Unidos ante la creciente demanda de las empresas tecnológicas para alimentar sus centros de datos de inteligencia artificial. “La electricidad ha llegado a un límite. Nuestra red eléctrica alcanzó un punto en el que podría volverse completamente inestable”, afirmó. “Ya mismo tenemos que trabajar para acelerar las reformas y los permisos que necesitamos”.

Consecuencias a nivel mundial

Varios de los decretos ejecutivos  apuntaron contra las políticas climáticas del gobierno de Biden. El  texto de uno de los decretos afirma: “El extremismo climático ha disparado la inflación y ha sobrecargado a las empresas con normativas“. Sin embargo, una importante cantidad de estudios indica que es el cambio climático lo que está agravando la inflación. 

Además de declarar la emergencia, Trump firmó otros decretos ejecutivos relacionados con el tema energético, como directivas para detener la aprobación de nuevos parques eólicos en aguas de jurisdicción federal y  posiblemente también en el continente, retirar el apoyo federal para la venta de autos eléctricos y reactivar  el proceso de aprobación de nuevas terminales de exportación de gas natural licuado, que  había suspendido en el año 2024 el gobierno de Biden.

Estos decretos aún deberán enfrentar posibles obstáculos legales por la acción de jueces o por trabas en el Congreso, que podría negar los fondos necesarios y limitar la aplicación de las políticas energéticas de Trump. Sin embargo, el Congreso ahora está en manos de los republicanos. 

Mientras las compañías de combustibles fósiles celebran las medidas de Trump, los ambientalistas se están manifestando en contra de esta propuesta de ampliar la producción de gas y petróleo, dos de los principales factores del calentamiento global. El año pasado fue  el más caluroso del que se tenga registro hasta el momento

Manish Bapna, presidente y director ejecutivo de Natural Resources Defense Council (Consejo de Defensa de los Recursos Naturales) explicó en un  comunicado: "No hay una emergencia energética: hay una emergencia climática".                             

La avalancha de decretos ejecutivos firmados por Trump también abarca la política internacional. El presidente anunció que Estados Unidos se retirará de la Organización Mundial de la Salud y (nuevamente) del Acuerdo de París. Afirmó que el tratado sobre el cambio climático es “una estafa injusta y unilateral”. 

Si bien falta un año para que la retirada del Acuerdo de París se oficialice, los expertos señalan que la medida podría inducir a mandatarios de otros países a abandonar los objetivos climáticos,  una tendencia que analizó mi colega Marianne Lavelle después de la victoria de Trump en noviembre. Este cambio rotundo se produce mientras las catástrofes climáticas se agravan en todo el mundo, entre ellas, los incendios forestales que afectaron el estado de California.

- Traducido por Laura Forte

Fuente: Agencia Tierra Viva

Temas: Crisis climática

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