Secretos para guardar semillas
Cada vez hay más personas interesadas en preservar semillas. En este artículo compartimos algunos secretos sencillos para almacenarlas en buen estado.
Por Alba Portillo, Colombia.
Uno de los factores más importantes en la preservación de las semillas es la forma en que las almacenamos. De un buen almacenamiento depende su calidad y viabilidad para próximas siembras. Hay varias técnicas que nos pueden ayudar, algunas ancestrales, otras modernas. Están al alcance de cualquier persona, incluso con pocos recursos. Desde la Casa de Semillas El Re Encuentro, que funciona como coordinación de la Red de Guardianes de Semillas de Vida, en Colombia, queremos compartir con ustedes algunos consejitos prácticos para esta fase del manejo.
La Cosecha
Para empezar, es muy importante el momento en que se cosechan las semillas. Hemos comprobado que es preferible hacerlo en clima seco y soleado, durante el día. Si se trata de granos grandes como el frijol y maíz, es mejor cosecharlos cuando la luna está en su cuarto menguante, para evitar el ataque de bichos; además, en ese momento el contenido de líquidos es menor en las semillas y así es más fácil secarlas y almacenarlas. Hay que evitar hacerlo en luna tierna y luna llena.
Para cosechar semillas de algunas hortalizas y granos pequeños como el amaranto y la quinua, es bueno sacar la mata completa y colgarla por unos días boca abajo; de esta manera la savia baja a las semillas, completa su maduración y fortalece el vigor germinativo, que es la fuerza que tiene una semilla para nacer.
El Secado
El éxito de un almacenamiento adecuado depende del secado. Hay que poner las semillas a la sombra en un lugar seco y fresco. Los técnicos nos dicen que al cosechar la semilla tiene un 15% de humedad; hay que bajarla aproximadamente al 5% para que el almacenamiento tenga éxito. En lugares de clima no muy húmedo esto se logra poniendo las semillas en bateas, periódico, costales de fique (fibra vegetal) o mantas. Nunca sobre el cemento y al sol directamente, por que si se calienta la semilla el germen muere. El secado dura en clima templado unas dos o tres semanas, a veces más.
Interior de Zara Wasi Killa, nótense los agujeros en la base de cada nicho, donde se colocan los ahumadores.
Control de plagas
Otro tema fundamental en el almacenamiento es el control de aquellos insectos que se comen las semillas. Un banco de semillas mal manejado se convierte rápidamente en un criadero de gorgojos. Estos simpáticos escarabajos se reproducen muy rápido y son difíciles de detectar; a menudo la madre a puesto ya sus huevecillos mientras la semilla estaba aún en la planta, a través de agujeros minúsculos. El guardián de semillas se entera cuando los bichitos adultos emergen de la semilla por centenares para poner huevos en otros granos; pronto de la semilla no queda más que polvo.
Es útil conocer más sobre este insecto, con el que todo semillerista compartirá los años por venir. El ciclo de vida del gorgojo es de 4 a 7 semanas. Les gusta el calor, no el frío. Colocan de 300 a 400 huevos por madre. Fingen estar muertos cuando se ven amenazados. Su estado de incubación puede ser de 7 a 15 días y su estado larvario es de 30 días, lo que significa que emergen para reproducirse a los 37 a 45 días. Si cosechamos grano que ha sido infiltrado, no nos enteraremos sino al mes y medio.
Otro insecto que ataca, más específicamente los granos de cereales como el arroz, es la polilla.
En nuestra red estamos experimentando con algunas técnicas para controlar estos insectos:
– Hemos utilizado las hojas de eucalipto para guardar el maíz, y este ha permanecido sano. Claro está, anteriormente la semilla se limpió, seleccionó, y guardó bien seca y en un recipiente con tapa hermética. Plantas secas de olores fuertes como la altamisa (marco, Ambrosia peruviana), el borrachero (floripondio o huantug, varias especies del género Brugmansia, tribu de las Daturas), la ruda (Ruta graveolens) o el ajenjo (Artemisia spp.) se pueden también guardar con las semillas.
– Sumergir la semilla en ceniza y hollín en algunos casos ha funcionado bien, al igual que frotar un poco de aceite quemado de cocina; es importante no poner mucho aceite pues la semilla se humedece.
– El almacenado en frío también es muy efectivo. Se coloca la semilla en el congelador por 3 a 5 días máximo. Este es un mecanismo que funciona solo para pequeñas cantidades de semillas, de otro modo es costoso comprar los equipos necesarios.
– La más importante técnica ancestral es el ahumado. Antiguamente se colocaban las semillas en un soberado o se colgaban sobre el fogón; de esta manera, cada vez que se cocinaba las semillas quedaban envueltas en humo, lo que las secaba y a la vez evitaba el ataque de plagas y enfermedades. Hoy en día la gente ya no cocina con leña, pero hay quienes construyen ahumadores modernos de distintos tamaños y formas para usar este método sencillo y efectivo.
La casa de semillas Zara Wasi Killa en Queromarca, Perú, construida por Hipólito Espirillo y su familia, ha rescatado la milenaria técnica del ahumado en una forma a la vez bella y funcional. Varios “nichos” de ahumado forman un círculo en una habitación cerrada, sin ventanas, con un altar andino en el medio. Cada nicho esta formado por una malla donde se coloca la semilla, por encima de un espacio hueco de unos ochenta centímetros de altura. A nivel del piso se coloca un brasero con leña menuda, sahumerio o incienso, que produce abundante humo. La ahumada se realiza por lo menos una vez por semana. A la habitación hay que entrar con los pies descalzos, en reverencia a las semillas. |
Fuente: ALLPA