Revista "Lucha Indígena" N° 120 - Agosto 2016
El sistema capitalista, encabezado por las grandes empresas transnacionales que gobiernan el mundo, está en crisis. Es crisis económica, política, ética, ecológica. Una de las razones económicas de ella es la predominancia, cada vez mayor, de la banca y otras empresas financieras, sobre el capitalismo productivo. La banca, fue culpable de la crisis del 2008, y fue premiada para salvarla, con el dinero público La situación de guerras internas de Asia y África es impulsada por los capitalistas europeos y norteamericanos. Esas guerras hacen que quienes no quieren morir en ellas, pretendan huir a Europa para salvar sus vidas.
Esto provoca el repudio de sectores de la población europea que pasan a apoyar movimientos políticos neo-nazis.También provoca el surgimiento de sectas religiosas terroristas que matan gente inocente. Hay gobiernos capitalistas que por lo bajo apoyan esas sectas.
El "Brexit", el abandono de la Unión Europea por la Gran Bretaña, es otro síntoma de la crisis. Los escoceses e irlandeses que votaron contra la salida, lucharán por el regreso mediante su autonomía. Se fortalecen los movimientos independentistas de vascos, catalanes y otros,en España. El gran capital se empeña en tomar los gobiernos directamente, prescindiendo de los políticos derechistas. Esto lo vemos en el gabinete de Macri formado por ejecutivos y en el TPP y otros tratados secretos.
El gran capital ataca cada vez más ferozmente la naturaleza. Los adelantos científicos y técnicos están a su servicio, no importa que ataquen la naturaleza, lo que importa es que produzcan más ganancia. El ataque más grave a la naturaleza, y por lo tanto a la humanidad, es el calentamiento global de la atmósfera por la emisión de gases de efecto invernadero, llamados así porque evitan que el planeta devuelva al exterior la cantidad de calor recibida del sol que debiera hacerlo. Como el fenómeno es innegable la ONU organiza reuniones anuales, las COP, para encararlo; sin embargo ni la COP 20 realizada en Lima, ni la COP 21 realizada en París llegaron a ningún acuerdo para la disminución de gases de efecto invernadero. Por falta de espacio no tocamos más síntomas de la crisis del sistema. Terminamos señalando que ahora la lucha más importante es por la supervivencia de la especie humana, pues cien años más gobernados por el gran capital, la especie humana se extinguirá como se extinguen cada día especies vegetales y animales.
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