Pesticidas: peligro de muerte

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Baskut Tuncak, especialista de la ONU sobre derechos humanos y desechos tóxicos, explica las razones por las que los pesticidas son un arma mortal y sostiene que son una «amenaza global a los derechos humanos».

Por Mariano Schuster

Junio 2017

En el reciente informe que ha elaborado junto a la Relatora Especial sobre el Derecho a la Alimentación, Hilal Elver, usted sostiene que los pesticidas son una «amenaza global a los derechos humanos». ¿En qué materias se verifica esta afirmación?

Los pesticidas son una amenaza global para los derechos humanos, en especial para los derechos del niño. Los efectos sobre los derechos a la vida y a la salud de los consumidores, los trabajadores y las comunidades rurales están bien documentados, pero se desconoce el número real de víctimas que sufren impactos negativos sobre los derechos a la vida y a la salud a escala mundial. Las tasas de ciertas enfermedades y discapacidades relacionadas con los pesticidas han aumentado al tiempo que se ha incrementado dramáticamente el uso de pesticidas en las últimas décadas. Son demasiados los casos de alimentos, agua y comunidades contaminados como para enumerarlos, pero los impactos sobre los derechos al agua, los alimentos y la vivienda están bien determinados.

Los intentos de retrasar la regulación y de crear incertidumbre científica sobre sus peligros y el secreto con que se guarda cierta información atentan contra el derecho a la información y la participación significativa. En varios países, los agronegocios se han adueñado de tierras pertenecientes a comunidades indígenas y minorías y han introducido una agricultura intensiva que depende de pesticidas. Se ha determinado en los cuerpos de indígenas del Ártico la presencia de peligrosos pesticidas que nunca fueron utilizados cerca de sus comunidades; estos indígenas sufren cáncer y otras enfermedades en tasas superiores al promedio. Por último, la mayoría de las víctimas no tiene siquiera el mínimo acceso a un remedio efectivo; además, las generaciones futuras estarán expuestas al legado tóxico de las generaciones pasadas incluso antes de salir del útero de su madre.

Algunos grupos económicos de poder han intentado instalar la idea de que sin el uso de pesticidas no podría abastecerse al mundo de los alimentos necesarios. Usted ha afirmado que esta idea es un mito. ¿Por qué? ¿De qué manera podría garantizarse alimentos para todos sin el uso de estos productos tóxicos?

En realidad, esa fue una afirmación de la Relatora Especial sobre el derecho a la alimentación. Pero apoyo plenamente su punto de vista de que podemos desarrollar sistemas de producción de alimentos que no dependan del uso de un alto volumen de productos químicos tóxicos. Mientras que la producción de alimentos ha aumentado debido a los agroquímicos, la sostenibilidad de los actuales métodos químicos intensivos es más que cuestionable. De todos modos, el aumento de la producción de alimentos no ha logrado eliminar el hambre en el mundo. La dependencia de pesticidas peligrosos es una solución a corto plazo que socava los derechos a una alimentación y salud adecuadas para las generaciones presentes y futuras.

La afirmación de que los pesticidas son necesarios para lograr la seguridad alimentaria es, además de inexacta, peligrosamente engañosa. En principio, hay una cantidad suficiente de alimentos para alimentar al mundo; los inequitativos sistemas de producción y distribución presentan obstáculos importantes para que los necesitados puedan acceder a los alimentos. Es posible producir alimentos más saludables y ricos en nutrientes, con mayores rendimientos a largo plazo, sin contaminar ni agotar los recursos ambientales, sin usar productos químicos tóxicos o usando una mínima cantidad.

La solución requiere un enfoque holístico del derecho a una alimentación adecuada, que incluya la eliminación gradual de los pesticidas peligrosos y la aplicación de un marco normativo eficaz basado en un enfoque de derechos humanos, junto con una transición hacia prácticas agrícolas sostenibles, como la agroecología, que tengan en cuenta los desafíos que presentan la escasez de recursos y el cambio climático.

Los pesticidas contaminan los suelos, ocasionan una importante pérdida de la biodiversidad y reducen el valor nutricional de la comida. Además, hay quienes afirman que pueden causar graves enfermedades. En su informe se afirma que, debido a su utilización, mueren intoxicadas unas 200.000 personas por año ¿Cuáles son el tipo de enfermedades ocasionadas? ¿Qué papel han jugado los responsables de salud de los Estados a la hora de realizar recomendaciones en torno al uso de estos elementos tóxicos?

La exposición crónica a los pesticidas se ha relacionado con el cáncer, las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, alteraciones hormonales, trastornos del desarrollo y esterilidad. También pueden causar numerosos efectos neurológicos para la salud como pérdida de memoria, pérdida de coordinación, disminución de la capacidad visual y disminución de las habilidades motoras. Otros posibles efectos incluyen asma, alergias e hipersensibilidad.

Estos síntomas suelen ser muy sutiles y pueden no ser reconocidos por la comunidad médica como un efecto clínico causado por los pesticidas. Además, los efectos crónicos de los pesticidas pueden no manifestarse sino meses o años después de la exposición, lo que representa un reto importante para la responsabilidad y el acceso a un remedio eficaz, incluidas las intervenciones preventivas.

En muchos casos, no ha habido un examen en profundidad de los posibles impactos sobre la salud antes de que los pesticidas fueran colocados en el mercado. Esto es particularmente cierto para los ingredientes «inactivos» que se añaden para aumentar la eficacia del ingrediente activo del pesticida: pueden no haber sido probados y rara vez se revelan en las etiquetas del producto. Además, tampoco se han estudiado adecuadamente los efectos combinados de la exposición a múltiples pesticidas en alimentos, agua, suelo y aire.

Desafortunadamente, no hay estadísticas globales fiables sobre el número de personas que sufren la exposición a pesticidas. Recientemente, la organización sin fines de lucro Pesticide Action Network calculó que el número de personas afectadas anualmente por la exposición a pesticidas a corto y largo plazo oscilaba entre 1 millón y 41 millones.

La falta de normas mundiales sólidas para los pesticidas hace que se usen ampliamente pesticidas más tóxicos, e incluso prohibidos, en los países en desarrollo porque son la alternativa más barata. En muchos casos, se exportan a países en desarrollo pesticidas altamente peligrosos cuyo uso está prohibido en países industrializados. Algunas empresas de pesticidas no registran o no vuelven a registrar productos destinados a la exportación a países en desarrollo, o bien aumentan las exportaciones de productos cuyo uso ha sido prohibido o restringido, con el fin de agotar sus existencias remanentes, plenamente conscientes de que su venta no estaría autorizada en el país donde tienen sedes esas empresas.

En Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental restringe pero no prohíbe la exportación de pesticidas a terceros países. Otros países, como Reino Unido, Alemania y otros países europeos, también continúan permitiendo la exportación de pesticidas que han prohibido dentro de sus fronteras. Por ejemplo, un pesticida llamado Paraquat ha sido prohibido en Suiza y la Unión Europea por años porque es extremadamente peligroso. Sin embargo, Syngenta, con sede en Suiza, sigue distribuyendo el producto en el extranjero.

El reporte presentado sostiene que los niños son uno de los grupos más vulnerables a los pesticidas. ¿Cómo es la situación actual y dónde han sido más afectados?

Los niños son los más vulnerables a la contaminación por pesticidas, ya que sus órganos todavía están en desarrollo y, debido a su menor tamaño, están expuestos a una dosis más alta por unidad de peso corporal; los niveles y la actividad de las enzimas claves que desintoxican los pesticidas son mucho más bajos en los niños que en los adultos.

Los efectos en la salud relacionados con la exposición de los niños a los pesticidas incluyen deterioro del desarrollo intelectual, efectos adversos en el comportamiento y otras anomalías del desarrollo. Están apareciendo investigaciones que revelan que la exposición a niveles incluso bajos de pesticidas, por ejemplo a través de la deriva del viento o residuos en los alimentos, puede ser muy perjudicial para la salud de los niños, pues altera su crecimiento mental y fisiológico y posiblemente les cause una vida de enfermedades y trastornos.

El riesgo de exposición de los niños dedicados al trabajo agrícola es particularmente alarmante. Aunque se dispone de pocos datos, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) supone que alrededor de 60% de los niños que trabajan lo hacen en la agricultura y que los niños suelen constituir una parte sustancial de la mano de obra agrícola en los países en desarrollo. Su mayor sensibilidad a los peligros de los pesticidas, inadecuados equipos de protección y su falta de experiencia pueden dejarlos particularmente expuestos.

Las mujeres embarazadas que están expuestas a pesticidas corren un alto riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y defectos de nacimiento. Los estudios han encontrado regularmente un cóctel de pesticidas en los cordones umbilicales y las primeras heces de los recién nacidos, lo que demuestra exposición prenatal. Los pesticidas también pueden transmitirse a través de la leche materna. Esto es particularmente preocupante, ya que la leche materna es la única fuente de alimento para muchos bebés y su metabolismo no está lo suficientemente desarrollado como para luchar contra productos químicos peligrosos. Los pesticidas también se encuentran en fórmulas para bebés, o en el agua con que se las mezcla.

¿Existe alguna manera de establecer estándares internacionales sobre el uso de pesticidas?

Si bien no hay escasez de legislación internacional y nacional, ni de directrices no vinculantes sobre el uso de pesticidas, estos instrumentos no protegen a los seres humanos ni el medio ambiente, ya que generalmente hay vacíos en su implementación, aplicación y alcance. Los instrumentos existentes son particularmente ineficaces para abordar la naturaleza transfronteriza del mercado mundial de pesticidas, tal como lo demuestran las generalizadas prácticas de exportación –con frecuencia, legalmente permitidas– de pesticidas altamente peligrosos y prohibidos a terceros países.

No existe un tratado integral que regule los pesticidas altamente peligrosos. La comunidad internacional debe trabajar en un tratado amplio y vinculante para regular los pesticidas peligrosos a lo largo de su ciclo de vida, teniendo en cuenta los derechos humanos como principio.

Ese instrumento debería: (a) apuntar a eliminar los dobles estándares existentes entre los países, que son particularmente perjudiciales para los países con sistemas reguladores más débiles; (b) generar políticas para reducir el uso de pesticidas en todo el mundo y elaborar un marco para la prohibición y eliminación de los pesticidas altamente peligrosos; (c) promover la agroecología; (d) imponer una responsabilidad estricta a los productores de pesticidas.

¿Qué rol juegan las grandes corporaciones a la hora de impedir políticas sustentables en esta materia?

Los esfuerzos de la industria de los pesticidas para influir en las autoridades políticas y los reguladores han obstruido las reformas y han paralizado las restricciones mundiales a los pesticidas en todo el mundo. Estos esfuerzos se han hecho evidentes recientemente con los intentos de disuadir a los gobiernos de restringir el uso de pesticidas con el fin de salvar a los polinizadores, que se necesitan para la producción mundial de alimentos, y asegurar así que se siga usando glifosato a pesar de las serias dudas que aún existen sobre si causa cáncer.

Las empresas suelen impugnar evidencias científicas de los peligros relacionados con sus productos y algunas incluso están acusadas de fabricar pruebas deliberadamente para infundir incertidumbre científica y retrasar las restricciones. Los científicos que descubren riesgos para la salud y el medio ambiente en detrimento de los intereses corporativos pueden enfrentar graves amenazas a su reputación e incluso a ellos mismos. También hay serias quejas por la «compra» de científicos para reformular los puntos de discusión y los conflictos de intereses de la industria en los paneles gubernamentales e intergubernamentales que evalúan los peligros de los pesticidas.

Otras prácticas flagrantes incluyen la infiltración de las agencias reguladoras federales a través de la «puerta giratoria», con empleados que trabajan alternadamente en agencias reguladoras y en la industria de pesticidas. Los fabricantes de pesticidas también cultivan asociaciones estratégicas «público-privadas», que cuestionan su culpabilidad o ayudan a afirmar la credibilidad de las empresas. Las empresas también hacen donaciones sistemáticas a instituciones educativas que realizan investigaciones sobre pesticidas, y estas instituciones se están volviendo dependientes de la industria debido a la disminución de la financiación pública.

¿Qué países han avanzado más en la prohibición de pesticidas?

Es un poco difícil decirlo, porque la decisión de no registrar un pesticida porque no cumple las normas de salud y medio ambiente de un país no es técnicamente una prohibición, si bien el resultado final es el mismo. En general, se cree que la UE es líder mundial en este aspecto, en particular con criterios basados en el riesgo que prohíben el uso de pesticidas que pueden causar cáncer o tener otros efectos en la salud y el medio ambiente. En 2015, la organización sin fines de lucro Pesticide Action Network publicó la «Lista consolidada de pesticidas prohibidos». Según la Lista, los países con las prohibiciones más conocidas son Arabia Saudita (65), Camboya (56), la UE (48 prohibidos +169 pesticidas altamente peligrosos no aprobados), China (46), Tailandia (40), Mauritania (42), Guinea (37), Omán (37) y Benín (35).

¿Qué políticas de reemplazo de estos tóxicos propondría para garantizar el respeto a la biodiversidad y al derecho a una alimentación saludable?

El informe contiene una serie de conclusiones y un conjunto específico de recomendaciones a los Estados que permitirían una transición sin pesticidas peligrosos y hacia sistemas de producción de alimentos seguros y saludables. Recomendamos que los Estados establezcan procesos imparciales e independientes de evaluación de riesgos y registro de pesticidas, con exigencias de publicación completa para el fabricante de pesticidas, y que consideren primero las alternativas no químicas y solo permitan registrar sustancias químicas donde se pueda demostrar su necesidad. También es importante ofrecer incentivos para que los agricultores adopten prácticas agroecológicas, por ejemplo, pasar de subsidiar pesticidas a subsidiar el desarrollo y la adopción de alternativas más seguras. También se podría considerar la aplicación de impuestos a los pesticidas, aranceles de importación y tarifas de uso de pesticidas.

Baskut Tuncak es especialista en asuntos vinculados a los quimicos tóxicos. Actualmente es Relator Especial de las Naciones Unidas sobre derechos humanos y desechos peligrosos.

Traducción: Carlos Díaz Rocca

Fuente: Nuso.org

Temas: Agrotóxicos, Salud

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