Perú: Minería y Pachamama: mitos y realidades
La minería, esta probado, es una actividad de gran rentabilidad, pero ¿Para quien? La primera visión nos dice que es una actividad para el bien de todos los que intervienen, así el desarrollo se hace una vez más posible si tenemos recursos y si estamos dispuestos a ofertarlos y dejar que los exploten... Para esto se han arreglado marcos legales adecuados, exoneraciones tributarias y flexibilizaciones... para que estas empresas puedan invertir en países como el nuestro, pobres en capital, pero ricos en recursos naturales y energéticos; pero no nos hemos provisto de leyes que protejan el medio o velen por el impacto ambiental, esto no es lo importante, lo importante es que estemos en disposición para ser explotados -digo nuestras minas
Hace 150 millones de años aproximadamente, en un período de tiempo que el hombre de hoy le llama Cretácico, se formaron Los Andes, cuando la placa tectónica del pacífico se hundió tras colisionar bajo el sector occidental del subcontinente sudamericano, e inicio la subducción originando la Tectónica de Placas. Las fuerzas tectónicas que se generaron por esta mega colisión, permitieron que se desencadenara un proceso que hoy continúa, lo vemos y lo sentimos a través de sismos, terremotos e incluso erupciones volcánicas, cuyo epicentro es la columna vertebral: los andes, con sus enormes altitudes, y con su extraordinaria extensión: la cadena tiene 7.240 Km. de longitud, 241 Km. de ancho y un promedio de 3.660 m de altura. Atraviesa Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, y Chile.
Este encumbramiento de la tectónica, de la tierra, va a originar varias consecuencias, una de ellas es que debido a la altitud de los andes se va a producir una alta concentración de glaciarismo, con su consecuente actividad hídrica constante que van a generar directa o indirectamente climas apropiados para precipitaciones, vientos, etc. Estas condiciones ecológicas óptimas va a originar la formación de Cuencas y microcuencas por el paso de afluentes y ríos en su trayecto hacia la desembocadura del Pacífico; y las cuencas y microcuencas de lo que va a desembocar en el Atlántico, en su largo recorrido va a formar junto con otros procesos naturales: la Amazonía.
La otra consecuencia de la formación de la Región Andina, es la copiosa existencia de recursos fósiles y renovables, mineros y energéticos, plantas y animales, en una exuberancia que sólo ha sido posible describirla con el superlativo -no exagerado ni hiperbólico-, de Mega Biodiversidad.
Muchos años después, cuando algunos hombres llegan a estos territorios, específicamente a los andinos, van a adaptarse a esta geografía, en busca de sobrevivir primero, y luego de organizar una vida plena y en armonía con lo que ellos le llamaron: Pachamama.
Interludio
Así nació esta parte del mundo, así parió Pachamama a los andes y a su hermana la amazonía, en este territorio recibió a los hombre que llegaron y empezaron a organizarse y a organizar su vida. Ellos, agradecieron a su madre, a nuestra madre Pacha, y reciprocaron con ella todos los días, la vida era una celebración conjunta de hombres, y los otros seres, nuestros hermanos, con la madre tierra, la Pachamama.
La organización de la vida en el Perú Autónomo
La convivencia con todos los seres aquí en los andes amazonía, fue un objetivo constante que los runas tratamos por todos los medios de lograr, plasmamos esta organización de la vida en la domesticación de diversas especies, tanto de animales como de plantas, criamos la papa y la llama, la chacra y el cuy, la lana de alpaca fue mejorada al punto de lograr que por selección genética natural (no de laboratorio), consiguiéramos una fibra de 4 micras de espesor o incluso menos. También desarrollamos la metalurgia, como una forma de interacción necesaria para este ordenamiento, además de considerarla muy especial, porque se trataba de la sangre misma de la Pachamama. De sus entrañas nuestra madre nos proveyó de piedras y metales, y otros, que nosotros tomamos y modificamos para la reciprocidad con la vida.
En los andes amazonía nuestra tradición metalúrgica se remonta a más de 10 mil años. Iniciándose esta actividad con la extracción de minerales no metálicos como el cuarzo, riolita, toba, cuarcita y calcedonia, para construir instrumentos de caza, pesca y recolección. El proceso urbanístico de hace 3500 años, propicia requerimientos mayores de materias primas minerales extraídas de los depósitos filonianos y dentríticos, tanto para la construcción arquitectónica e urbanística, como para objetos utilitarios u ornamentales. En este devenir logramos cualificar la extracción minera, desde la recolección de superficie (minas a cielo abierto, placeres, canteras y lavaderos), hasta la minería subterránea (fosas de extracción), con su correspondiente reordenamiento social: la actividad minera y metalúrgica se van a constituir en una especialización laboral.
Luego de dos mil años de experimentación los andino-amazónicos, logramos el más amplio dominio de técnicas tanto mineras propiamente dichas, como metalúrgicas. Técnicas mineras en todo el proceso, desde la extracción hasta la molienda y consecuentemente separar la ganga de la mena (ganga es la parte inservible de la roca por no tener el mineral requerido; y mena es la parte aprovechable de la roca de donde se obtiene el mineral buscado). Así como técnicas metalúrgicas para fundir, alear, amalgamar, laminar, unir y soldar los metales.
En un largo caminar de nuestra vida en reciprocidad, el desarrollo de esta actividad, queda plasmada en el dominio de la técnica del doré o dorado de metales, el alto conocimiento de la soldadura, aleaciones binarias (oro-plata, oro-cobre, oro-platino, plata-estaño, cobre-plomo), y aleaciones terciarias (oro-plata-cobre), con aplicaciones de piedras semipreciosas; la producción de cobre arsenical (confección de herramientas), fabricación de artefactos con alto porcentaje de bronces estañíferos, etc. El progresivo impulso de la producción industrial dará por resultado la explotación sistemática de minas y el trabajo especializado a gran escala.
La minería, la metalurgia, la metalistería y la orfebrería, quedarán convertidas en una actividad sustantiva en el orden social de los andes amazonía, tanto para uso en la producción como en las necesidades cotidianas, manifestándose su uso preferencial en rituales ceremoniales y ofrendatarios realizados para reciprocar con la Pachamama.
Mientras tanto hace 500 años en Europa…
Hace 500 años, los europeos vivían una vida muy difícil, hambrunas, pestes, sequías, miseria y pobreza recorrían todo el continente, las guerras, las persecuciones religiosas, y sentencias de herejes y brujas eran tan comunes en una Europa regida por los prejuicios y la ignorancia. La Iglesia Católica Apostólica y Romana decidía que era bueno y qué malo, según su distinción a la luz del divino discernimiento. Una época -de esta parte del mundo-, en que consideraban que las soluciones vendrían de afuera, así lo habían sido muchos inventos traídos por Marco Polo, desde la pólvora y la imprenta, o la porcelana y los fideos; Así como habían tomado de los árabes las técnicas de agricultura (tomadas a su vez de los sirios y los iraníes), que habían transformado regiones áridas en florecientes países agrícolas, Europa había asumido la geografía y la astronomía, la química y la medicina, la aritmética y la geometría, el álgebra, la arquitectura (también desarrolladas por los árabes, que habían asimilado la ciencia y la filosofía de los antiguos griegos e hindúes), importaron de los mismos árabes las Universidades (que ya funcionaban desde le siglo IX en El Cairo). La ciencia de occidente no progresaba porque estaba subordinada a la religión. Cualquier avance científico -hasta muchos siglos después-, fue considerado satánico y prohibido; casi todas las ciencias y la tecnología desaprobadas por la Iglesia, no aportaron nada en estos tiempos a este continente. La solución -la riqueza, los inventos, que mejorarían la vida-, tendrían que ser traídos de otros enclaves. De la China, de la India, de otros lugares, “echaos al mar…” y llegaron entonces a un mundo que no conocían…
No llegaron ávidos de oro y plata, como mucho se ha dicho, llegaron pensando en pajaritos, no sabían exacta ni remotamente qué encontrarían. Ya aquí, en el continente Abya Yala, en lo que luego pasó a ser denominado América; ellos supieron del oro y la plata, que como hemos dicho, ya se asumió como una actividad en la vida social de muchos lugares de nuestro continente. Y aunque la metalurgia de Meso América es de desarrollo relativamente tardío, cuando los europeos llegaron, conocieron la expresión bastante cultivada. También, escucharon que la cuna de donde se habría difundido esta presteza, estaba localizada al sur, en una región montañosa, llena de oro y plata, cerros de metales, montañas de orfebrería, ríos de oro líquido brotaban de estas geografías… el mito se difundió tanto que enloqueció a muchos, y con la mente dislocada llegaron al Perú.
Desde entonces…
Desde entonces nos han tratado como lo que ellos creyeron, ellos creyeron más del mito que de la realidad, no olvidemos que provenían de un continente que vivía del culto y las creencias. Nos sentenciaron a creer que éramos una tierra de metal, un mundo sin orden social, el único orden que ellos nos trajeron fue su desorden y sus requerimientos llenos de ambición y de lujuria. La Iglesia jamás vio pecado y vileza en estos actos, más bien bendecía minas y obrajes, y con el tiempo fuimos reducidos a la mínima expresión cultural, económica y política… nos había conquistado el prejuicio y la ignorancia.
La Pachamama fue sentenciada a considerársela como idolatría malsana y demoníaca. La avaricia, la ambición, la lujuria serían desde entonces la piedra fundacional de este choque civilizatorio. La vida, la Pachamama, fue observada y negada. El odio, el dolor y la miseria fueron desde entonces permitidos, bendecidos e impuestos, en la insaciable búsqueda de oro y plata…
Nuevo Orden, no a partir de la vida natural (Pachamama), sino a partir de la mentalidad europea
Ellos vieron que los Andes “dividían” el territorio peruano en tres regiones verticales. La “costa”, desértica, pero con abundante agua propia para grandes plantaciones, con la que se identificaron más los ibéricos, desde entonces pasó a constituirse en la parte más “moderna y occidentalizada”. La “sierra”, localizada en la misma cordillera de los Andes, que concentra la mitad de la población, básicamente campesinos que continúan organizados en ayllus (comunidades), practicando una agricultura de subsistencia (maíz y papas) y pastoreo de llamas y alpacas que ha retrocedido hacia las zonas más altas ante el avance de la minería y la ganadería comercial de vacunos, ovinos, caprinos y porcinos. La llamada “montaña” o “selva”, constituida por las llanuras amazónicas del este, con clima tropical y vegetación selvática, es un área poco poblada. En general el país padece la degradación de los suelos, regularmente pobres, erosionados por varias causas, entre otras, la siembra indiscr iminada de árboles alóctonos con afectos de acción antrópica.
El proyecto andino amazónico autónomo, de vida y reciprocidad con la Pachamama, se vio violentamente interrumpido, implantándose un proyecto extractivo que no favoreció nunca la vida y el desarrollo nacional: ni el mercado interno, ni la actividad agropecuaria. La red trófica fue reordenada y funcional a la producción, necesidades e incluso gustos europeos.
El proyecto extractivo fue tan eficiente, que incluso la nueva capital de este novo ordenamiento social, respondía a estos intereses, la capital espuria, Lima, se constituirá en tal por su ubicación con respecto al mar; dotando al territorio de una lógica de arrebato y desarraigo de las riquezas del vientre de la tierra, transubstanciando la economía y transculturizando nuestras vidas.
La evolución del mundo (occidental) cambia considerablemente.
Luego del “descubrimiento” del nuevo mundo -del continente americano-, Europa va a cambiar de mentalidad, y con el transcurso del tiempo las defensas del prurito eclesial y religioso dogmático, se va a tornar cada vez más laico. De una concepción monoversa de la teología y de su respectiva militancia religiosa en una institución única; aparecerán varias concepciones y formas diferentes de practicar la religiosidad. Con estas libertades, la ciencia evolucionará de igual forma y en menos de tres siglos, se lograran importantes avances tecnológicos, aplicados a la producción y la industria. Así los descubrimientos más relevantes de estas centurias serán los que conciernen a la energía y su utilización en la economía. La fuerza de trabajo del hombre, será reemplazada por la de máquinas que usan energía derivada de recursos naturales energéticos, que van a ser mucho más vitales incluso que la vida y la salud de los humanos. Las minas de hulla y de carbón, serán las primeras minas de explotación, no para uso suntuario o de riqueza, sino para extracción de mineral adecuado para la producción industrial. De allí para adelante la minería en constante búsqueda de combustibles, pasará de la carboquímica a la petroquímica, y del combustible sintético y el crudo, pasaremos a la energía atómica cuyos requerimientos serán el uranio, el plutonio, el torio, o el deuterio. Todas estas transformaciones tendrán un solo objetivo: la optimización superlativa de la producción (léase sobreproducción). Para ello es necesario producir más energía y trasportarla, haciéndose desde entonces necesario otro metal: el cobre, por sus bondades como conductor de energía. En esta nueva configuración mundial de necesidades, la minería y su explotación se hacen cada vez más importantes.
El estigma de América…
América había nacido al mundo con un estigma, cuando llegaron los españoles, conocieron, creyeron y se afirmaron en el mito que este nuevo mundo era un profuso continente minero.
Desde entonces nos han metido en la cabeza un trapo sucio, “que somos un país minero por excelencia”, “que la minería es nuestra salvación”, “la solución de la pobreza y la miseria”, “la minería nos traerá progreso y decencia”, “nos devolverá a esos tiempos donde no había ni hambruna, ni pobreza, ni marginación, ni racismo”. Ahora la minería se ha convertido en nuestra fe, este es nuestro mito que nos traerá la redención cultural, política y económica.
Minería, mito y realidad
La minería en el transcurso de todos estos siglos, se ha constituido en un gran mito, hipotéticamente esta íntimamente asociada al desarrollo, a la sustentabilidad, a la vida, al progreso social, a la generación de empleo, etc.
América Latina se ha convertido en los últimos años en el principal destino de las inversiones mineras. A principios de la década del 90 captábamos el 12 % de la inversión minera mundial y a comienzos de la actual captábamos el 33 %.
En Perú, en la década del 90, donde ocurre la mayor expansión minera, las concesiones pasan de 4, a más de 15 millones de hectáreas, es decir casi el 13 % del territorio peruano fue concesionado.
Los grupos económicos que operan en minería facturaron en 1999 como sigue:
El Grupo Buenaventura 619 017 millones de US $
El Grupo México 603 499 millones de US $
El Grupo Brescia 409 108 millones de US $
El año 2004 las exportaciones mineras son como sigue:
Chile alcanza $16.5 millardos
Perú suma $6.7 millardos
Brasil logra $5.2 millardos
Cifras y números que podrían hacer sonreír de felicidad al incauto que no cae en la cuenta informativa real (que podría parodiar lo que decía el Gabo García Márquez: “Cuando era feliz y desinformado”). Sin embargo otra es la realidad cuando uno se informa. Y para no hablar exclusivamente de Perú, tomaremos un artículo de circulación cibernética que toca el problema minero de Chile (para muchos un ejemplo en el sector), “En los últimos doce años, las multinacionales del cobre se llevaron de Chile veintitrés millones de toneladas de ese mineral, por un valor de cuarenta y tres mil millones de dólares, sin pagar impuesto alguno. En cambio Chile le debe a estas empresas extranjeras de la gran minería, más de dos mil millones de dólares en crédito fiscal. Las maniobras financieras de evasión impositiva, rubrican el saqueo mineral de que está siendo objeto Chile.” Este es un claro ejemplo de lo que realmente ocurre en esta actividad tan rentable y tan mitificada.
Nosotros, en esta interpelación que le hacemos a la mentalidad occidental, primero desmitificamos estas pueriles creencias, para luego establecer cuál es nuestro posible proyecto social, propio y autónomo.
El Mito de la Minería-Desarrollo
La minería, esta probado, es una actividad de gran rentabilidad, pero ¿Para quien? La primera visión nos dice que es una actividad para el bien de todos los que intervienen, así el desarrollo se hace una vez más posible si tenemos recursos y si estamos dispuestos a ofertarlos y dejar que los exploten, esta riqueza nuestra, nos dará un enorme dividendo económico, tanto para los que vienen a invertir, como para los dueños de las riquezas.
Para esto se han arreglado marcos legales adecuados, exoneraciones tributarias y flexibilizaciones en aspectos varios, para que estas empresas puedan invertir en países como el nuestro, pobres en capital, pero ricos en recursos naturales y energéticos; pero no nos hemos provisto de leyes que protejan el medio o velen por el impacto ambiental, esto no es lo importante, lo importante es que estemos en disposición para ser explotados –digo nuestras minas.
El Mito de la Minería una actividad económica de paz (¿?)
La primera prioridad de los países poderosos, sobre todo del imperio, es velar porque sus intereses estén a buen amparo, así la firma de convenios y tratados de tipo político, militar y económico (ergo cultural), con los gobiernos de los países donde ellos invierten, es una necesidad para asegurar el control político de estos.
La guerra es una actividad económica más, y está provista para proteger a los inversionistas, como para mejorar condiciones para que estos puedan actuar libremente, al margen que la guerra es una actividad económica en si misma, también tiene un objetivo político y económico. Empezaremos demostrando lo que decimos, sin recurrir a las generalidades harto conocidas de lo que viene ocurriendo en Irak, o Afganistán, guerras por el control del petróleo y los recursos energéticos, o citar el móvil de la Guerra del Pacífico, que fue el Salitre, guerra atizada –como se sabe-, por Inglaterra.
Recientemente el primer secretario de la Embajada de Estados Unidos, Richard G. Miles en Argentina, ha visitado la provincia Argentina de San Juan, una de las provincias serranas, que comparte la región del Cuyo (de los Andes Centrales, que posee las mayores altitudes de América, es allí donde se ubica el Aconcagua). Y en declaraciones de recibimiento el Vicegobernador y Presidente de la Cámara de Diputados, Dr. Marcelo Lima, dijo "Uno de los problemas básicos que presenta nuestra provincia es que el 80% de su geografía está constituida por montañas y serranías y sólo el 20% está destinada al agro", sentenció el gobernante y agregó: "Es por esto que el proyecto agroindustrial que tenía la provincia anteriormente, esta prácticamente agotado. Esta situación -dijo Lima sin inmutarse- ha hecho que San Juan desde hace tiempo, incluso en otro gobierno, se proponga la extracción minera como la posibilidad para que la provincia elabore una política de verdadera inclusión social." Pero ¿Quien es el señor Miles? Es un funcionario de la administración Bush del área político militar, cosa que él no esconde y que incluso se jacta de ello: "responsable de las políticas de lucha contra el terrorismo y de las relaciones exteriores de la Argentina", centraliza toda la inteligencia referida a la zona fronteriza y transfonteriza de Bolivia, Chile y Perú, para a estas naciones extraer y saquear, los recursos no renovables diseminados en la vasta extensión cordillerana, asiento de innumerables minerales críticos y estratégicos. Otro funcionario argentino al respecto de esa visita, César Gioja, jefe de asesores del gobierno, opino: "Hay que explotar la minería porque nos estamos quedando sin agua y en consecuencia no tendremos agricultura". Como si para explotar la minería a tajo abierto y lixiviar las rocas no fuera necesario mayor caudal de agua que el utilizado por los regantes cuyanos, quienes además no necesitan destruir glaciares, ni desviar ríos, ni secar acuíferos, ni aplicar la sopa química contaminante de la minería metalífera que vienen a buscar las multinacionales del norte.
Esta es una prueba evidente de la asociación íntima entre minería y control político (¿tal vez incluso militar?).
Para los que aún no creen que la minería esta ligada umbilicalmente a la guerra, no olviden que, la destrucción del régimen de Salvador Allende, en 1973 en Chile fue debido a la codicia de cobre de los EE UU. La política de nacionalización impulsada por la Unidad Popular, trajo consigo la conspiración de la ITT, la CIA y los militares más entregistas del ejército chileno.
Así mismo, seguramente hay muy pocos enterados que el conflicto permanente entre Perú y Ecuador, desde mediados del siglo pasado, es fomentado por las transnacionales mineras, que tras las discrepancias limítrofes que generaron en guerra subyace el control de los recursos mineros. Donde los posteriores acuerdos de paz revelan esta causa: el “Acuerdo Amplio Ecuatoriano-Peruano de integración fronteriza, desarrollo y vecindad entre el Ecuador y el Perú” suscrito en Brasilia el 26 de Octubre de 1998, expresa: “Ampliar y fortalecer los convenios y programas de cooperación científica y técnica en campos de relevancia para el desarrollo económico social, tales como el trasporte, la irrigación, el turismo, la agricultura, la agroindustria, la minería y la energía, propiciando, entre otras actividades, el intercambio de conocimientos y experiencias, la capacitación y entrenamiento de recursos humanos y el intercambio de expertos en asuntos de interés compartido”. La existencia de un convenio más específico exonerará de dudas a los incrédulos, el “Convenio sobre Integración y complementación Minera”, en su anexo 5, incluye un subprograma de: “Exploración y Explotación minera en zona de frontera el mismo que incluye las siguientes actividades: 1.- Exploración geológica y geoquímica de la Cuenca de Lancones. 2.- Exploración geológica y geoquímica de la Cuenca de Tumbes. 3.- Exploración geológica y geoquímica de la Cuenca de Santiago”. Y claro, detrás de este conflicto entre Perú y Ecuador, estaban lo siniestros intereses de George Soros, a través de sus empresas como la South Africa´s Goldfield, Australia´s Emperor Odin y Cnad´s Zamora Bay, Toronto Headquartered, TVX Gold Inc. (Para los que no creen en la oralidad como forma de denuncia, pueden consultar: Alerta Verde 141, denominada “Los Nuevos Conquistadores”, Boletín de Acción Ecológica)
El mito de la Minería Sustentable
La minería a gran escala es la actividad más destructiva que existe, dada la extensión de los espacios de exploración y la cantidad y toxicidad de los desechos que produce.
Del aproximadamente 13 % del territorio peruano concesionado, gran parte son Bosques Protectores con funciones ecológicas irremplazables. Dichas concesiones se encuentran en zonas sumamente frágiles, porque son fuertes pendientes, zonas de alta biodiversidad, nacientes de ríos, áreas protegidas, territorios indígenas, provincias densamente pobladas, sitios de importancia arqueológica, tierras agrícolas y en algunos casos reúnen todas estas características a la vez. La biodiversidad agrícola ha sido la base de la economía familiar desde tiempos inmemoriales en nuestro territorio andino-amazónico. El valor de la biodiversidad agrícola esta acompañado del conocimiento sobre su uso, conservación y mejoramiento de la misma; en cambio con la explotación minera esto se ve en un riesgo evidente, de igual forma la soberanía alimentaría.
Las distintas etapas de la producción minera representan un peligro constante para la vida y para la reproducción saludable de esta.
La técnica más utilizada en la minería es la de cielo abierto, por sus bajos costos y su facilidad en el manejo, esta técnica es muy destructiva y dañina al medio ambiente en todas sus etapas:
En la Prospección, en la fase de Exploración se produce emisión de material particulado, destrucción de la Capa Vegetal, lodos de perforación, que contienen substancias tóxicas, metales pesados y radiactivos, el agua arrastra sedimentos que produce turbidez y puede penetrar capas freáticas de aguas subterráneas, alterando floras y faunas.
La fase de Explotación; que es la fase más destructiva y peligrosa, ya que es una actividad fulminante, donde se usan grandes cantidades de explosivos, maquinaria sumamente pesada, etc. Causando serios daños al aire con mayor emisión de material particulado, tronaduras y voladuras que concentran reactivos tóxicos, emisión de ruidos y vibraciones. En los suelos causan perdida de cubierta vegetal, alteración o presación de ríos, modificación sustantiva de la topografía. El agua se acidifica por la eliminación de ácidos de las minas (acido sulfúrico, azufre, etc), y son potenciales contaminantes de cursos de aguas superficiales y subterráneas.
En el Chancado y la Molienda y debido a que en este procedimiento intervienen grandes trituradoras y molinos de barra, se continúa la producción de los mismos agentes contaminantes citados, pero generando monstruosos Residuos Sólidos engendrado por materiales descartados.
En la separación o lixiviación, la salud humana se ve drásticamente afectada, el uso indiscriminado de cianuro, azufre, o mercurio (azogue), produce intoxicaciones agudas, irritaciones cutáneas, dificultades para respirar, sabor metálico en la boca, nauseas, dolores musculares, etc. Solo para analizar uno de estos agentes, el mercurio, podemos observar que el referido elemento puede permanecer en el ambiente circundante a las minas durante cien años, el mercurio es altamente tóxico celular, porque afecta la acción enzimática activa evitando así la catálisis deseada, o eliminando la función de la enzima. El mercurio ingresa al cuerpo por inhalación de vapores de mercurio: por ingestión de metilmercurio por el consumo del agua, alimentos contaminados; el 80% es absorbido por los pulmones, una importante cantidad de mercurio se concentra en el riñón, cerebro, hígado, glóbulos rojos de la sangre. Es eliminado fundamentalmente por la orina, heces, sudor, saliva, encontrándose también en la leche materna.
En el proceso de Fundición, que es la recuperación de los metales contenidos en el mineral por medio de la fundición a altas temperaturas, contamina el aire, con el humo de las chimeneas, que contienen anhídrido sulfuroso, la fundición del mineral genera desechos denominada escoria, una especie de vidrio quemado, que contiene sustancias tóxicas. Durante la fundición emana humos que contienen partículas en suspensión, metales pesados, anhídrido sulfuroso que produce la lluvia ácida, Arsénico, etc.
La actividad minera origina graves impactos en la salud, muestra de ello es la contaminación que ha generado la empresa minera Southern Perú en la ciudad de Ilo. Donde la empresa instaló su planta de fundición de cobre en el centro de la ciudad, arrojando por sus chimeneas 478 toneladas métricas de SO2 diariamente (ácido Sulfuroso). En 1989 se encontró que las afecciones respiratorias constituían el 31.5 % de las causas de mortalidad en el hospital Integrado de Ilo. Las causas de muerte son por problemas del aparato circulatorio, por tumores, etc.; producidos por la exposición del anhídrido sulfuroso (SO2), en el medio ambiente.
El abandono de yacimientos mineros, las piscinas y relaves, son desechos tóxicos que quedan expuestos a la intemperie, provocando permanentes emisiones de polvos, de sílice, azufre, fierro, cobre, óxidos, y otros compuestos tóxicos, sustancias que causan graves y en muchos casos irreparables daños en la salud.
(Si esto produce en la salud humana, imaginemos que produce en nuestros compañeros de vida: las plantas y los animales, los bosques y los cerros, las piedras, y el agua, el viento y la tierra, la madre tierra)
Existe otro mito muy difundido, el Mito de la Minería, la consulta participativa, el monitoreo aislado o compartido con otras organizaciones e incluso con la población afectada, sobre el uso de sus recursos, y el impacto ambiental que la explotación minera provoca.
Iniciativas como la IGM, siglas de la Iniciativa Global Minera, organismo que tiene como elemento central el proyecto “Minería-Minerales y Desarrollo Sustentable”, que ha sido promovido como el emblema del diálogo y participación multisectorial. La industria minera aseguró que los fondos vendrían de diversas fuentes para garantizar su independencia, sin embargo los fondos provienen de las empresas mineras más grandes del mundo. No se puede afirmar participación cuando las poblaciones afectadas por la minería no saben de su existencia y la industria minera elige sus propios “críticos” e impone una agenda para su propia reforma. “Participación multisectorial, preferentemente con los pobladores afectados”, proponen; oferta que no tiene correlato en la realidad, en septiembre del 2001 se realizó en Quito un encuentro denominado “Consulta con los Pueblos Indígenas”, fue un fracaso, no hubo más de 30 personas, que ni sabían la naturaleza del evento, pero luego de la reunión se continuaba mencionando el éxito de la extraordinaria “participación”.
El discurso de estas y otras organizaciones mundiales, como el Banco Mundial, de apoyo a los países del tercer mundo para sacarlos de la pobreza y de trabajar a favor de la sustentabilidad hoy mas que nunca están cuestionadas, ya nadie cree que un mayor endeudamiento externo pueda sacarnos de la crisis, por el contrario, agrava más la dependencia y la aplicación de condicionamientos a nuestras economías y con ello la presión sobre nuestros recursos naturales. Y como dijo el dirigente comunero boliviano Estaban Llanos, en una marcha contra este famoso Banco (el día que se conmemoraba el 60 aniversario de su creación): “Debemos luchar unidos, y debemos decirle al Banco Mundial que deje de ser cómplice y autor intelectual y material de la miseria y contaminación de nuestros pueblos”
Minería y lo urbano-arquitectónico
Finalmente tenemos que decir que la minería no solo esta constituida por lo que llamamos la explotación de metales, también la constituyen la explotación de materiales, como los de construcción, por eso el asfalto o el material de construcción de casas y urbanizaciones son parte de esta actividad, denominada en general: minera. El cemento y el ladrillo, son los representantes de este segmento de la producción minera, que también causan un serio impacto ambiental, nos hace falta solo observar lo que ocurre en Yura-Arequipa, en la Fábrica de Cementos Yura, y su medio circundante; o lo que ocurre en Yarabamba con la enorme producción de ladrillos para la construcción urbanística, cuyo combustible son derivados del petróleo (desde el petróleo, hasta llantas y otros). Todo esto comparado con la construcción de caminos de piedra del Capac Ñam, o las construcciones de adobe, o de piedra, que antaño se hacían, que utilizaba materiales transformados en temperaturas ambiente, resulta siendo no sólo una comparación absolutamente contradictoria, sino antagónica, enfrentando dos proyectos y dos visiones distintas de cómo implementar comodidades sociales, y desarrollar mejores condiciones de vida, una tomando en cuenta las relaciones equilibradas con las condiciones materiales de existencia, y la otra forzando estas mismas condiciones.
La minería que es para la madre tierra
Toda esta actividad económica, que hemos intentado desfetichizar, es decir volver a la realidad de sus verdaderas condiciones de producción, están sustentadas en una mentalidad y en una racionalidad que ahora se la conoce por la generalidad de occidental, la racionalidad occidental, o también conocida como Racionalidad Cartesiana, ya que toda esta fórmula de desarrollo social, se monta en la estructura mental ordenada por Descartes, que es el sustento intangible que posibilita la “infalibilidad científica” de aplicar este proyecto mundial a todos los lugares del planeta.
El continente, Suramérica, los Andes-Amazonía, el país, Perú, están pensados con la racionalidad occidental, están concebidos con la mentalidad cartesiana. El ordenamiento actual de las cosas corresponde a un formulismo filosófico no adecuado a nuestras condiciones materiales de existencia. Nuestra propia racionalidad se a perdido y se ha diluido con el paso del tiempo, con tantas extirpaciones de idolatrías y de recursos naturales, con tantas imposiciones y obliteraciones culturales, políticas, y económicas.
La racionalidad cartesiana en la que esta pensado nuestro país, no permite que el verdadero desarrollo auténtico, y el único posible en estos enclaves se haga realidad. Un claro ejemplo de esto es la especialización profesional ofertada por las universidades, en minas, geologías, metalurgias, etc., no habiendo por ejemplo, ingeniería de la papa, del maíz, agro ecología, ingeniería en biodiversidad, etc.
Estamos preocupados por ofrecer nuestras opulencias mineras, y no pensamos en que nuestra verdadera riqueza es la diversidad, tanto de la cordillera como de la amazonía (este último territorio tan deseado por las superpotencias). La Amazonía tie¬ne una extensión de 7 millones 800 mil kilómetros cuadrados, que equivalen al 44% del territorio de América del sur; este enor¬me territorio está en un 11.1% en Perú, en esta región se ubica el río más caudaloso y largo del mundo: el amazonas, en el que desembocan más de 10.000 afluentes. Los botánicos estiman que hay más de 125 mil plantas y una diversidad faunística integrada por varios millones de animales. El bosque amazónico ayuda a regular la temperatura del planeta consumiendo bióxido de carbono y produciendo oxígeno, aquí están más del 50% de los bosques tropicales del mundo. Una quinta parte del total de agua dulce con que cuenta el planeta. En la actualidad, estudios científicos de¬muestran que unas 3.000 plantas resultan esenciales para la obtención de medicamentos, pesticidas, colorantes, fibras, aceites, maderas, alimentos, etc. Más adelante la región puede desempeñar un papel clave a la luz de las nuevas potencialidades que se abren con la biotecnología y la ingeniería genética, pues la región es un centro evolutivo, que sigue formando diver¬sidad biológica. Muchos científicos advierten que, luego del auge de la industria farmacéutica tradicional, ocurrido entre los años 1930 -1970, se habría iniciado un estancamiento en la década de los 80, del que buscan salir, las grandes potencias, mediante nuevos esfuerzos en los campos de la genética y la biología molecular, en ese campo, la información genéti¬ca en estado natural, sigue siendo un recurso decisivo, pues el hombre no crea genes, tan sólo los manipula. La biodiversidad, cuyo stock está concentrado en cerca de un 60% del total mundial en la amazonía, se convierte en un recurso estratégico, al que hay que sumar el agua dulce, que presenta signos de agotamiento planetario, cuyas reservas mundiales están en un 47% en América del Sur. El bosque húmedo tropical amazónico que recicla entre 6 a 7 mil millones de toneladas de agua dulce puede transformarse en la más im¬portante fuente mundial de proteína animal de alta calidad y de bajo costo, vía una piscicultura organizada y sustentable, con el manejo racional de las dos mil especies de peces y otros tantos crustáceos que viven allí, cuyos ciclos biológicos precisan ser mejor conocidos.
La cordillera es otro banco insuperable de posibilidades, desde los microclimas hasta la biodiversidad animal y vegetal, pasando por la fortuna de que sus punas frías son laboratorios de temperatura ambiente para producir deshidratación de vegetales (como la papa para hacer chuño o moraya), o de carnes, para producir Charqui u otros. Los pisos ecológicos que desde siempre han servido para diversificar las especies pecuarias y agrarias, dotándonos de 4 mil variedades de papas, innumerables de maíz, y, como diría José María Arguedas: de la Quinua de mil colores…
Entonces…
Tenemos la ineludible misión, no solo de decirle no a la minería expansiva y letal, parte de proyectos monoproductivos globalizadores sostenidos en una racionalidad –Cartesiana-, inviable en los andes-amazonía; sino tenemos el ineluctable deber de pensar en otra racionalidad, que haga posible otro mundo, un mundo donde la vida sea la prioridad y no la riqueza indiscriminada y el confort opulento; contrario al mantenimiento del frágil equilibrio de la vida. Pues como lo certifica John McNeill, de la Universidad de Georgetown hemos “Modificado de manera irreversible las relaciones entre el hombre y la tierra”. De igual forma lo testimonia lo ocurrido en Nueva Orleáns, que muchos científicos no ligados al sistema, afirman que obedece al Calentamiento Global, al Cambio Global del Clima, al debilitamiento del Campo Magnético de la Tierra, (dato al respecto, este año se sabe que el agujero de la Capa de Ozono es del Tamaño del Continente Europeo), es decir es un hecho provocado por la intervención irracional de la mano del hombre, en su insaciable deseo de acumulación y de poder.
Nosotros estamos hechos de vida. La Pachamama no es una creencia, no es una superstición de indios ignorantes y bárbaros, la Pachamama es la vida, es la madre que nos parió, defenderla es no sólo un deber social, es no sólo una norma moral, defender la Pachamama es defenderlo todo, este todo en el que vivimos y podemos ser felices, defender la Pachamama es un compromiso ético con la vida…
Kausachum Pachamama
Kausachum Taky Kausay
Kan Pachamama kanki
Kan machu rumi kanki
Kan Yakumama kanki
Kan Tayta Inti kanki
Kan Pacha Kanki
Mana jamwan, ñokanchis,
Kausashuanchu,
Willarihuayku Pachamama
Imaynata kausaykuman
(Tú eres nuestro todo
Tú eres antigua piedra
Tú eres madre agua
Tú eres padre fuego
¡Tú eres todo!
Sin ti, nosotros
Vivir no podemos
Avísanos pues Pachamama
Cómo vivir)
Bibliografía:
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Boletín Agroecológico, Centro de Investigación, educación y desarrollo-CIED, Nº 6, Lima, Mayo de 1991
Iberico, Pedro, La metalurgia andina: pasado, presente y futuro, aquí
Los nuevos dueños del Perú, fotocopias informales de circulación nacional.
Noticias Aliadas, Enero 26, 2005, Número Especial, Volumen 42, Nº 2
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Salgado Tamayo, Manuel, Drogas, Terrorismo e insurgencia, del plan Colombia a la cruzada Libertad Duradera, Ediciones La Tierra, Quito, 2002.
(A Luzana mi hermana metalúrgica)
José J. Calderón Dongo es Director de la Multiversidad Autónoma Recíproca del Conocimiento Andino-Amazónico MARCA - PERÚ
Fuente: Revista Rebelión