Otra vez de vueltas con el arroz dorado
"El debate sobre los transgénicos ha vuelto a acaparar la atención de la opinión pública, como sucede cada cierto tiempo, debido a la carta abierta que más de 100 galardonados con el Premio Nobel han enviado a la organización Greenpeace. En esta dura carta se pide a Greenpeace que abandone su campaña contra los transgénicos en general y contra el arroz dorado, en particular."
La semana pasada estuvimos escribiendo un artículo sobre la compatibilidad entre el uso de organismos genéticamente modificados (OMGs) y la agricultura ecológica. En el artículo, que se publicará próximamente, explicamos el conflicto de paradigmas y visiones del mundo que hay detrás de la oposición a los transgénicos desde el punto de vista de la agricultura ecológica y la agroecología, revisitando la nueva posición sobre OMGs de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Ecológica (IFOAM), que actualmente está bajo consulta pública antes de su aprobación.
Mientras escribíamos este artículo, el debate sobre los transgénicos ha vuelto a acaparar la atención de la opinión pública, como sucede cada cierto tiempo, debido a la carta abierta que más de 100 galardonados con el Premio Nobel han enviado a la organización Greenpeace. En esta dura carta se pide a Greenpeace que abandone su campaña contra los transgénicos en general y contra el arroz dorado, en particular. La carta termina preguntándose cuánta más gente tiene que morir antes de considerar (¿la oposición a los transgénicos o al arroz dorado?) un crimen contra la humanidad. El arroz dorado es un arroz modificado genéticamente creado en 1999 manipulado para producir un precursor de la vitamina A (betacaroteno) cuya carencia provoca problemas oculares y ceguera en niños en países empobrecidos. Greenpeace a su vez ha contestado a dicha carta con un comunicado de prensa, argumentando que los transgénicos no son la solución al hambre en el mundo, ni tampoco a los problemas nutricionales. Asimismo, la organización GM Watch también ha publicado un escrito muy interesante sobre quién está detrás de la carta abierta de los Premios Nóbel y por qué publicarla en estos momentos. En una nota al final de la carta, afirman que:
GMWatch ha sido alertado de que la web que promociona la carta de los Premios Nóbel es supportprecisionagriculture.org, pero que la misma versión .com redirige a la web Genetic Literacy Project. La campaña a favor del etiquetado de los transgénicos en EEUU llamada ‘US Right to Know’ define el Genetic Literacy Project como un “grupo importante de la industria de los agrotóxicos… con financiación desconocida pero que ataca regularmente a activistas, periodistas y científicos preocupados por los riesgos ambientales y para la salud de los OMGs y los pesticidas.”
A nuestro entender, el primer aspecto que llama la atención de la carta de los Premios Nobél es que es bastante cutre y que parece que busca más la legitimidad a través de la utilización del renombre de los signatarios que por los argumentos en si, dado que no ofrece ningún argumento científico más allá de grandilocuentes frases generales. Consideramos este hecho como una oportunidad perdida para debatir el tema con más profundidad, y analizar de forma detallada los argumentos a favor y en contra, así como las incertidumbres -y la ignorancia- que rodea la cuestión. Más allá de que parece poco probable que OMG por sí sólo pueda acabar con problemas políticos complejos y multicausales como son el hambre y/o la pobreza (tal y como en la propia página sobre el arroz dorado del International Rice Research Institute se explica), aún existen muchas incertidumbres respecto al arroz dorado.
Por ejemplo, en un artículo reciente publicado por los investigadores Glenn Stone y Dominique Glover en Agriculture y Human Values en el cuál se preguntan cuáles son los motivos por los que el arroz dorado no se está comercializando y si ésto se debe a la oposición de grupos ecologistas o hay otras causas. Los investigadores concluyen que no es la oposición de grupos como Greenpeace sino las incertidumbres que aún después de 25 años de investigación lo que ha causado que el arroz dorado aún no se haya aprobado para su comercialización. Así, los investigadores, que trabajan en un proyecto que compara el arroz dorado con otros maíces de la llamada Revolución Verde o con variedades tradicionales, explican que el arroz dorado simplemente no ha sido exitoso a nivel de rendimiento en los ensayos de campo en Filipinas donde se ha testado y por lo tanto, ni tan sólo se ha enviado la petición de aprobación a las autoridades. Además, éstos señalan que aún no se sabe si el betacaroteno del arroz dorado puede convertirse en vitamina A en el organismo de niños gravemente desnutridos. Por último, añaden que existen también pocos datos sobre cómo de bien se mantendrá el beta-caroteno del arroz dorado al almacenarse durante largos períodos de tiempo entre cosechas, o al cocinarse utilizando métodos tradicionales comunes en zonas rurales aisladas.
Fuente: The Agri/Cultures Project