Organizaciones de salud exigen tratado para evitar proliferación de combustibles fósiles
Más de 1000 profesionales y 200 organizaciones de la salud alrededor del mundo han hecho un llamado a los gobiernos para poner fin a la dependencia global de este tipo de combustibles, con el objetivo de proteger a las actuales y futuras generaciones.
La Organización Mundial de la Salud, la Asociación Internacional de Pediatría, la Asociación Médica Mundial, la Alianza de Enfermeras por Ambientes Saludables y la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública son algunas de las organizaciones firmantes de una carta en la que se exige a los gobiernos que establezcan un plan mundial jurídicamente vinculante para eliminar el uso de combustibles fósiles.
“La adicción actual a los combustibles fósiles no es solo un acto de vandalismo medioambiental. Desde el punto de vista de la salud, es un acto de autosabotaje”, declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
El tratado
Al igual que el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles propuesto sería un acuerdo internacional basado en pruebas para controlar una categoría de sustancias reconocidamente nocivas para la salud del ser humano: el carbón, el petróleo y el gas.
Los riesgos para la salud asociados a la quema de estos combustibles fósiles son numerosos y presentan graves amenazas para la salud humana y planetaria. Diversos sectores han exigido un tratado de este tipo, incluidas ciudades y organizaciones religiosas de todo el mundo.
La carta es una iniciativa de la Alianza Global para el Clima y la Salud y Médicos por la Responsabilidad Social, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud, el Grupo de Trabajo OMS-Sociedad Civil sobre Clima y Salud y, Salud sin Daño.
Por qué es crucial el tratado
“Es esencial lograr un rápido avance hacia las emisiones netas cero para proteger la salud ante el creciente impacto del cambio climático. El Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles tiene un gran potencial para acelerar el ritmo y la escala de la acción climática en favor de la salud”, afirmó Sir Andy Haines, profesor de Cambio Ambiental y Salud Pública de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
“Sabemos que es necesario reducir las emisiones para limitar el calentamiento a niveles seguros, sabemos que los combustibles fósiles son el mayor responsable de las emisiones y sabemos que la eliminación gradual de ellos es la única manera de lograr muchos de los cobeneficios para la salud que conlleva la mitigación del clima; entonces, ¿por qué los gobiernos permiten nuevas perforaciones, nuevas explotaciones mineras y nuevos oleoductos?”, expresó Liz Hanna, RN, PhD, presidenta de Salud Ambiental de la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública.
Hanna complementa que “la ciencia es clara al respecto: el desarrollo de nuevos combustibles fósiles es totalmente incompatible con un clima y un futuro saludables”.
Además, “la crisis climática y el peligro de una guerra nuclear, los dos problemas más importantes de nuestra época, están profundamente entrelazados. La crisis climática está conduciendo a un mayor conflicto internacional y a un creciente riesgo de guerra nuclear, que a su vez causará una catastrófica y abrupta alteración del clima. El mundo debe unirse para prevenir estas dos amenazas existenciales”, indicó Ira Helfand, M.D. (doctor en Medicina), expresidente de Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear, quien ganó el Premio Nobel de la Paz en 1985.
“Está claro por qué necesitamos un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles. Los combustibles fósiles no solo son tóxicos para la salud de las personas: cada etapa del ciclo de estos combustibles pone en riesgo la salud de las personas, desde la minería y la fractura hidráulica ( también llamada fracking) hasta el transporte a través de oleoductos, pasando por el procesamiento y, finalmente, la quema de combustibles fósiles para el transporte, la electricidad y el uso industrial”, declaró Jeni Miller, directora ejecutiva de la Alianza por el Clima Global y la Salud.
“Durante décadas hemos dependido de la capacidad de los combustibles fósiles para suministrar energía, pero ahora tenemos alternativas que son más limpias y sostenibles, así como compatibles con el futuro más saludable que deseamos”, agregó.
La vocera de la Alianza por el Clima Global y la Salud señala que “el acceso a la energía limpia es vital para ayudar a las personas a salir de la pobreza, apoyar el desarrollo económico, proporcionar educación y atención sanitaria, y muchos otros factores determinantes de la salud. Existen alternativas de energía limpia a la quema de combustibles fósiles, sin embargo, muchos países no cuentan con los medios y la experiencia técnica para realizar la transición”.
Acto seguido, añade que “los países de altos ingresos se han beneficiado del uso de los combustibles fósiles durante más de cien años. Estos países tienen los recursos y la responsabilidad moral no solo de hacer la transición a la energía limpia, sino también de apoyar a los países en desarrollo para que hagan lo mismo, de modo que podamos acabar con la pobreza y las desigualdades en materia de salud al tiempo que ponemos fin a la dependencia de los combustibles fósiles.”
Por ello los firmantes abogan por una transición energética que no deje atrás a las comunidades y los trabajadores que actualmente dependen de los empleos en el sector de los combustibles fósiles. Para ello, es fundamental que los gobiernos pongan en marcha soluciones que permitan a los trabajadores y a las comunidades realizar la transición a una economía de energía limpia que apoye un futuro saludable y sostenible, con las comunidades locales como protagonistas para ayudar a definir la forma de dichas soluciones, asegura Miller.
Para hacerse una idea, la contaminación atmosférica mata a más de 7 millones de personas al año en todo el mundo, mientras que más del 90% de la población mundial vive en lugares que superan los límites de contaminación atmosférica establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
“La eliminación de los combustibles fósiles evitaría 3,6 millones de muertes al año por contaminación atmosférica, lo que representa un inmenso beneficio para la salud a corto plazo que permitiría alcanzar las medidas esenciales para mitigar el cambio climático a largo plazo”, continuó Miller.
En la misma línea, el director general de la Alianza para el Clima y la Salud de Australia, Roland Sapsford, añadió que “en todo el mundo, la extracción, el procesamiento y la distribución de los combustibles fósiles afectan a la salud de las personas de bajos ingresos y a las comunidades indígenas más que a otras. La eliminación gradual de los combustibles fósiles puede mejorar la salud de todos, al tiempo que convierte nuestro mundo en más equitativo”.
Más razones apabullantes para tomar acción
“Las cargas y los daños causados por nuestra dependencia de los combustibles fósiles nos afectan a todos, pero no se asumen de la misma manera”, explicó Katie Huffling, enfermera obstetra y directora ejecutiva de la Alianza de Enfermeras por Ambientes Saludables.
“Las comunidades y los países con menor responsabilidad histórica en el cambio climático están experimentando sus mayores impactos en la salud, mientras que la perforación, la extracción y el procesamiento de combustibles fósiles ocurren de manera desproporcionada en comunidades desfavorecidas y de bajos ingresos a nivel mundial. Si se hace bien, la urgente transición hacia un futuro de energía limpia puede ser también una transición hacia un futuro más equitativo.”
“En 2014 recibimos el doble de visitas a los servicios de urgencias por asma durante dos meses y medio, después de que nuestra ciudad subártica de Yellowknife se viera rodeada de graves incendios forestales”, señaló la Dr. Courtney Howard, médico de urgencias en el subártico, copresidente de apoyo al Grupo de Trabajo OMS-Sociedad Civil y expresidente de la Asociación Canadiense de Médicos por el Medio Ambiente.
“Dos años después, el hospital de Fort McMurray, el corazón del país de las arenas bituminosas, tuvo que ser evacuado debido a un incendio forestal. Todavía se pueden ver los árboles quemados desde el estacionamiento de Urgencias. Para estar sanos, nuestros pacientes necesitan un clima estable, así como un empleo que les ayude a dar alojamiento, alimentar y mantener a sus familias.
Es preciso conversar con las personas que viven en comunidades dependientes de los recursos para preguntarle a los trabajadores de los combustibles fósiles qué apoyos necesitan para hacer la transición y poner sus habilidades al servicio de la economía de bajas emisiones de carbono que todos nuestros hijos necesitan para tener un futuro saludable”, añadió.
“De la misma manera que el círculo de los combustibles fósiles afecta a la salud de las personas, también impacta negativamente en la salud de los ecosistemas y daña la biodiversidad, donde también se sustenta la salud humana”, afirmó la doctora Paola Rava, coordinadora del grupo de trabajo en salud y ambiente de la CIMF (Confederación Iberoamericana de Medicina de Familia).
“Puede provocar el desplazamiento de poblaciones rurales, en muchos casos también la agresión contra la población indígena y el empobrecimiento de países ya vulnerables. La eliminación de los combustibles fósiles conducirá a los sistemas agroindustriales de producción de alimentos, una de las principales fuentes de emisiones, hacia sistemas agroecológicos que favorezcan la vida y la salud de todo el planeta, ¡pensemos en la salud humana, actuemos por la salud planetaria!”.
Por su parte, Anne Stauffer, directora adjunta de la Alianza para la Salud y el Medio Ambiente (HEAL, en inglés), manifestó que “ya es hora de que los responsables de la toma de decisiones en todo el mundo acaten la prescripción médica y adopten rápidamente medidas para acabar con la producción y la quema de combustibles fósiles, incluido un tratado de no proliferación de combustibles fósiles.”
“Una transición justa, saludable y rápida de los combustibles fósiles a fuentes de energía más limpias y sostenibles es imperativa tanto para la salud humana como para la del planeta”, dijo Poornima Prabhakaran, MD, directora del Centro de Salud Ambiental de la Fundación de Salud Pública de la India. “Todo el ciclo de vida de los combustibles fósiles desde la minería, el fracking, la combustión y la eliminación de los productos finales está plagado de peligros para la salud.
Frente a todos los antecedentes, los firmantes aseguran que reducir los combustibles fósiles nunca es suficiente. A su juicio, la eliminación debería ser el camino a seguir, a través de una transición justa que considere a las comunidades a nivel local, nacional y mundial.
Esto cobra especial relevancia ad portas de la COP27, que se desarrollará entre el 6 y 18 de noviembre en Egipto. Por eso desde las organizaciones realizaron un llamado a todas las partes interesadas para que retiren rápidamente sus fondos y subsidios de los combustibles fósiles,
En este contexto, consideran que un tratado de no proliferación de combustibles fósiles proporcionará un impulso crítico y oportuno a los esfuerzos para abordar la contaminación del aire y la crisis climática.
Fuente: Comunicado