No a los Organismos Genéticamente Modificados en El Salvador
El Salvador está siendo invadido por alimentos y semillas transgénicas promovidos por los empresas transnacionales que lo único que buscan es incrementar sus ganancias y fortalecer sus monopolios a través de la producción de transgénicos y, así, controlar cada vez más el comercio de alimentos
Para los integrantes de la Red Ciudadana frente a los Transgénicos en El Salvador es un agrado que a nivel nacional como internacional se reconozca el trabajo que desde este espacio multisectorial se realiza en el tema de los alimentos modificados genéticamente.
En los tres años de trabajo la Red ha logrado aglutinar a más de 18 organizaciones sociales e instituciones, entre ambientalistas, pequeños productores agrícolas, indígenas, consumidores, universidades, profesionales y entidades que trabajan en educación infantil, salud y desarrollo comunitario; y cada día más organizaciones se están involucrando en este esfuerzo.
Como Red nuestro objetivo primordial es incidir para que se prohíba la producción y comercialización de los alimentos y semillas transgénicas en El Salvador; a través del análisis, el debate, la resistencia, las alternativas y la movilización ciudadana.
Desde sus inicios esta iniciativa ha desarrollado su trabajo en cuatro ejes principales: investigaciones, incidencia, capacitación y campañas de difusión e información, lo que ha permitido el posicionamiento de la temática en la agenda pública y el reconocimiento de la Red como único referente nacional en el tema.
Es importante aclarar que este espacio de concertación en ningún momento responde a interés de partidos políticos y mucho menos es un instrumento partidario en campañas electorales. Con limitados recursos hemos logrado que este tema tan controversial sea uno de los de mayor preocupación para los salvadoreños y salvadoreñas.
Como una muestra de nuestro trabajo por mantener informada a la población sobre la presencia de transgénicos en el país, el pasado 9 de junio, la Red presentó públicamente los resultados de una investigación realizada entre el año 2002 y 2004 a las donaciones que El Salvador recibe como ayuda alimentaría principalmente de Estados Unidos, así como a productos procesados con ingredientes sospechosos de ser transgénicos.
Los análisis realizados en laboratorios europeos y estadounidenses determinaron que los productos procesados como el Pan Blanco Bimbo, Galletas Chips Ahoy y la Sopa Instant Lunch Maruchan; así como la semilla de maíz, harina de maíz y harina de maíz con soya distribuidas por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) son transgénicos.
Por otro lado, la introducción de maíz genéticamente modificado por el PMA, a través de la Secretaría Nacional de la Familia y otras organizaciones inescrupulosas, se constituye en una práctica de competencia desleal para los agricultores y agricultoras nacionales, pues este maíz se podría comprar en el país en lugar de importarlo desde Estados Unidos, una nación que provee miles de millones de subsidios a sus agricultores, además se tendría la seguridad de que no fuese modificado genéticamente.
Asimismo, es preocupante el hecho de que el grano de maíz transgénico que esta siendo distribuido conserve su poder de germinación, existiendo la posibilidad de que las personas que lo reciban lo utilicen para sembrar, poniendo en grave riesgo de contaminación los numerosos cultivos nativos, además de constituir un atentado contra la biodiversidad.
La presencia de alimentos modificados genéticamente en el país, constituye una clara violación a los derechos de las personas consumidoras ya que al no informar sobre las condiciones, características y riesgos que ocasionan los transgénicos se esta poniendo en peligro la salud y la vida de la población al estar consumiendo este tipo de alimentos.
El que nuestro país dependa de las importaciones de alimentos de Estados Unidos para solventar las necesidades nutricionales de algunos sectores sociales vulnerables, no es justificación para que El Salvador sea invadido con alimentos modificados genéticamente, lo cual es una grave violación a los derechos que como ciudadanos y ciudadanas tenemos al acceso a los alimentos inocuos y de calidad que no perjudiquen la salud de la población.
Lamentablemente, nuestro país a pesar de contar con algún marco normativo, aunque no el deseado, el control y la vigilancia del cumplimiento de estas leyes es deficiente; esta es una de las causas por la que El Salvador está siendo invadido por alimentos y semillas transgénicas promovidos por los empresas transnacionales que lo único que buscan es incrementar sus ganancias y fortalecer sus monopolios a través de la producción de transgénicos y así, controlar cada vez más el comercio de alimentos.
Ante esta situación, la Red Ciudadana esta promoviendo que en El Salvador se declare una moratoria por 5 años a los Transgénicos, mientras no se cuente con la institucionalidad científica para emitir pruebas sobre la inocuidad y confiabilidad de los organismos genéticamente modificados y un marco legal con medidas jurídicas y administrativas que protejan los derechos de las personas consumidoras, agricultores e indígenas frente a la experimentación, introducción y comercialización de los organismos genéticamente modificados en El Salvador.
Por otro lado, disentimos de la opinión de algunas personas en torno al fracaso de nuestra lucha frente a los transgénicos y al Tratado de Libre Comercio Estados Unidos-Centroamérica. Cada vez, somos más las personas concientizadas y empoderadas por resistir a las políticas neoliberales que pretenden acabar con la vida de nuestros pueblos.
Como Red Ciudadana frente a los Transgénicos en El Salvador seguimos en la incesante lucha contra la ratificación del Tratado de Libre Comercio Estados Unidos-Centroamérica y sobre todo contra la introducción y comercialización de transgénicos en El Salvador.
San Salvador, 15 de julio de 2004.