Monsanto paga miles de millones en EU y en México se le cierran las puertas; ¿qué sigue?

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En Estados Unidos, miles de personas que han enfermado de cáncer de piel se han atrevido a demandar al gigante Monsanto, productor del glifosato; y la trasnacional ya ha pagado más de 11 mil millones de dólares por los daños causados por su herbicida cancerígeno Roundup/Faena. En México, los afectados también podrían reclamar legalmente a Bayer por publicidad engañosa (en sus etiquetas no advierte los peligros de la exposición reiterada ni del linfoma no-Hodkin) o por los daños al ambiente y la afectación al patrimonio biocultural del país.

El popular líquido “matahierba” de Monsanto, conocido en México como Faena, es el más efectivo y el que predomina en el mercado. Faena es usado como solución acuosa (mediante aspersión) en labores de amplio espectro: jardinería, para la hierba de milpas transgénicas, en zonas boscosas y urbanas o rurales con “problemas de maleza”, para limpiar/quitar la hierba o mitigar su crecimiento, y para todo tipo de cultivos donde la maleza o el pasto sean un problema: que roben fuerza a las legumbres, algodón, verduras o frutas. Faena arrasa con todo y está compuesto de glifosato, líquido que “detiene la síntesis de proteínas en las células vegetales, con lo que el crecimiento de la planta cesa hasta que muere” [1].

La aspersión de Faena deja perfectamente limpia una zona o superficie con maleza, incluso puede matar todo tipo de vida vegetal/animal/hongos/insectos, y dejar a ras de suelo la tierra, pues sus efectos como herbicida son sistémicos y no selectivos. Si la dosis es muy alta, la tierra se agrieta y también mueren todos los insectos, el humus y los nutrientes. Incluso, hay estudios en Argentina que han hallado mutaciones [2].

Este poderoso matahierba, como su nombre coloquial lo subraya, aniquila todo a su paso y además es cancerígeno para los seres humanos. Por esta razón, el uso para las entidades de la administración pública federal ya está prohibido a partir del decreto presidencial del 31 de diciembre de 2020, que estableció: “con el propósito de disminuir el posible impacto de la sustitución gradual del uso e importación de glifosato en la agricultura comercial, las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural y de Medio Ambiente y Recursos Naturales promoverán e implementarán alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas al uso del glifosato, ya sea con otros agroquímicos de baja toxicidad, con productos biológicos u orgánicos, con prácticas agroecológicas o con uso intensivo de mano de obra, que resulten seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente”.

El 13 de octubre pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación prohibió tajantemente la siembra de semillas transgénicas mayormente importadas y comercializadas por Monsanto-Bayer, Down, Piooner y otras empresas, semillas que en su mayoría dependen del herbicida Faena (conocido en Estados Unidos como Roundup) y celebre por sus efectos cancerígenos. El Faena/Roundup es un matahierba al que también se le asocia con la pérdida de comunidades de abejas, tal como lo ha expresado en distintos foros la apicultora maya Lady Pech [3].

Un hecho poco conocido en los medios y en la investigación jurídico-ambiental es que, en Estados Unidos, desde 1974 miles de personas se han atrevido a demandar al gigante que produce el glifosato: Monsanto. Como nuevo componente comercial del litigio y de la política global de los agronegocios, en 2018 Monsanto fue adquirido por el conglomerado alemán Bayer.

Monsanto desembolsa 11 mil millones de dólares en EU

El primer juicio notable en contra del producto estrella de Monsanto –Roundup/Faena– fue incoado por el jardinero Dewayne Johnson, de San Francisco, California, quien al estar expuesto al glifosato enfermó de cáncer de piel (linfoma no-Hodkin). Entre otras situaciones legales, en este juicio se advirtió que el lenguaje en las etiquetas sólo aconseja a los usuarios que usen guantes protectores y eviten que el químico entre en contacto con la piel desnuda, sin ningún otro tipo de advertencia. El juez que conoció la demanda de Dewayne Johnson condenó a Monsanto a pagarle 289 millones de dólares por los daños a su salud. El juicio fue entre 2018-2019 y el despacho encargado de doblegar a Monsanto/Bayer fue Baum Hedlund Aristei & Goldman. Esta firma ha sido la punta de lanza contra Monsanto y el glifosato; y tiene en su haber los siguientes triunfos legales:

  • Negociar acuerdos de Faena/Monsanto por 11 mil millones de dólares en  junio de 2020.
  • Lograr el veredicto del jurado de una reparación de daño por 2 mil millones de dólares en el caso Pilliod et. al v. Monsanto Co., el noveno veredicto más grande por lesiones personales en la historia de los tribunales de Estados Unidos.
  • Únicos abogados en Estados Unidos para servir en los equipos de juicio para los tres primeros juicios de Monsanto.
  • La firma representó a miles de clientes en todo el país vecino en demandas de cáncer por el producto Roundup/Faena [4].

Como se puede anticipar, y desde 2015 hasta 2020, emergieron miles de demandas contra Monsanto por los efectos de su herbicida. Hay juicios en Nueva York, Delaware, Missouri, California, Iowa, Baltimore y Nebraska. En los casos ante distintos tribunales de Estados Unidos, las personas que han demandado a Monsanto siempre han llevado a cabo fumigación y aspersión con Roundup/Faena, lo cual les ha generado cáncer de piel.

El segundo juicio notorio contra Monsanto fue en 2019. De acuerdo con los datos del despacho, el demandante Edwin Hardeman también desarrolló linfoma no-Hodgkin después de fumigar con el herbicida Roundup durante años en su parcela en el norte de California. El jurado falló en favor de Hardeman, con una indemnización por 80 millones de dólares, aunque el juez de primera instancia redujo el veredicto del jurado a 25 millones. Bayer apeló la decisión con el argumento de que la autoridad reguladora federal (Agencia de Protección Ambiental federal, EPA) prohibió a la compañía cambiar la etiqueta de su producto, de manera tal que el no cumplimiento de los requisitos del etiquetado y las advertencias de los riesgos y daños de sus productos –según Bayer– se debía a las leyes federales. El tribunal de apelaciones desechó los argumentos  y sostuvo que “los daños punitivos son permitidos de acuerdo a la ley de California porque se presentó evidencia sustancial de que Monsanto actuó con malicia, entre otras cosas, al ignorar los riesgos cancerígenos de Roundup” [5].

El caso del señor Hardeman fue el segundo de los tres casos Roundup que se presentaron ante los jurados. Bayer perdió los tres juicios, con veredictos del jurado por un total de aproximadamente 2 mil 424 millones de dólares.

Acuerdo de 10 mil millones: Monsanto/Bayer se repliega

Con varios fracasos judiciales y ante la irrefutable evidencia de que su herbicida Faena es un producto cancerígeno, aunado a su malicia efectiva al ocultar la información para evitar los daños a la salud y las demandas, la trasnacional se enfrenta a un problema que puede escalar a más países en donde le reclamen los daños punitivos y compensatorios por su Roundup/Faena.

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Como respuesta corporativa y legal para evitar más juicios, el 24 de junio de 2020 Bayer anunció en Estados Unidos que había llegado a acuerdos de resolución con cinco de los principales bufetes de abogados en el litigio de cáncer/Roundup. Los acuerdos resolverían más de 100 mil demandas por el uso del herbicida por aproximadamente 11 mil millones de dólares. Los acuerdos se alcanzaron después de más de un año de negociaciones y tres pérdidas consecutivas de medios probatorios por parte de Bayer (antes de ir a la fase final del juicio). La firma Baum Hedlund Aristei & Goldman formó parte de los equipos de prueba para los tres juicios y el vicepresidente de la firma y un accionista principal, R Brent Wisner, se desempeñó como abogado co-líder en dos de los tres casos. Brent Wisner señala uno de los factores a su favor, aunque poco comunes en la praxis: exponer al público los documentos sobre este tipo de litigios. “Recibimos estos documentos realmente increíbles que afectan la salud pública de las personas, y nos aseguramos de que no se oculten. La mayoría de los abogados no se molestan ni se preocupan por hacer eso porque realmente no afecta al caso; pero para nosotros es algo más bueno” [6].

Wisner está a favor de publicitar los documentos que sean de importancia pública en los litigios. Le gusta estudiar los diversos documentos y datos del proceso judicial para construir argumentos y explicar por qué deberían ser publicados. Durante uno de los juicios contra Monsanto, presentó ese desafío a los abogados de Monsanto, quienes no respondieron en 30 días, como lo requirió el tribunal. Wisner esperó dos días más y luego envió por correo electrónico 200 documentos al Departamento de Justicia estadunidense, a la Agencia Ambiental de California y a los reguladores ambientales del parlamento Europeo. Ello, previo a publicarlos todos en el sitio web de la empresa. Desde entonces son conocidos como los “Monsanto papers”, y fueron tan populares que el sitio web de la empresa se bloqueó más de una vez debido al tráfico [7].

Los juicios que entre 2018 y 2020 ha patrocinado la firma Baum Hedlund Aristei & Goldman para enfrentar a Monsanto y su glifosato en Estados Unidos  resultaron en miles de millones en veredictos del jurado para los demandantes representados por dicha firma. Conocedor de los problemas ambientales en California (su papá apoyaba al líder de la Unión de Campesinos de California, César Chavez) Brent Wisner fue parte integral de las negociaciones del acuerdo de los 11 mil millones de dólares con Bayer [8].

Otro caso contra Monsanto proviene de Missouri. Bayer anunció un acuerdo por una demanda colectiva para resolver el litigio de deriva de la enfermedad de la soya –llamada “lesión dicamba”– que involucra presuntos daños a los cultivos. Debido al uso del pesticida, la soya sufre ahuecamiento en las hojas, con un color blanquecino o amarillento en los márgenes de las hojas; su crecimiento se reduce y se anuda, con lo cual los cultivos se dañan e incluso las plantas se secan en su totalidad [9].

En Missouri, Bayer/Monsanto pagará hasta un total de 400 millones de dólares para resolver el litigio pendiente de varios distritos en el Tribunal de Distrito del Este de Missouri, y las reclamaciones para los años de cosecha 2015-2020. Para ello se requerirá que los demandantes proporcionen prueba del daño a los rendimientos de los cultivos [10].

Por otro lado, la proyección de negocios de Bayer para 2020 exponía que en su plan de “salidas de dinero” por las demandas no superarían los 5 mil millones de dólares en 2020 y 5 mil millones en 2021; el saldo restante se pagaría en 2022 o posteriormente [11].

A pesar de los jugosos acuerdos de 11 mil millones de dólares, previos a juicio, pues ya no se atreven a llegar a la etapa final y esperar los veredictos, Bayer/Monsanto insiste en que el glifosato no es cancerígeno. La abrumadora evidencia legal ante los tribunales de Estados Unidos dice todo lo contrario.  Como corolario de esta parte, la Organización Mundial de la Salud ha establecido que el componente activo del Faena, glifosato, es cancerígeno para los seres humanos y causa severos daños a los animales, a las plantas y a las abejas, e incluso causa daños en las áreas de mariposas monarcas [12].

¿Qué va a pasar en México de aquí en adelante?

México está pasando la etapa de prohibición y puede entrar a una etapa legal de sanciones contra Monsanto por el glifosato y sus efectos nocivos en la salud humana, al producir cáncer de piel. Monsanto ha perdido todos los amparos en la más alta esfera judicial –la Suprema Corte de Justicia de la Nación– y con ello se augura que perderá diversos juicios civiles y las acciones colectivas entabladas en contra de los transgénicos.

Es importante mencionar que, hasta ahora, en México no hay ninguna demanda y mucho menos millonaria por los daños ambientales y por los daños a la salud causados por Faena; de hecho, seguramente se desconocen los daños y probablemente las personas que usan el herbicida no lo asocian con daños a su salud. Y es que durante los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto se le abrieron las puertas a Monsanto y sus productos con todas las facilidades administrativas para su importación y venta. También la entonces Procuraduría General de la República y otras entidades federales operaron legalmente para favorecer los intereses de Monsanto en los juicios de amparo, que de todos modos perdieron. Incluso permeó un discurso en apoyo a los alimentos transgénicos y a la tecnología que conlleva su siembra, procesamiento y consumo. Por ejemplo, Francisco Bolívar Zapata –miembro del Colegio Nacional– aseguró en 2017: “para mí, resulta más inteligente consumir alimentos transgénicos que alimentos con altos contenidos de insecticida” [13].

No debería extrañarnos que en México haya un pensamiento científico que apoya los productos de Monsanto, porque probablemente esos investigadores reciben financiamiento de estas corporaciones. Lo que es un hecho indiscutible es que los juicios en Estados Unidos han dejado al descubierto los daños causados por el glifosato. Por el momento, este Goliat llamado Bayer y sus transgénicos están legalmente en el suelo.

Desde el punto de vista de la reparación del daño, hay al menos dos premisas legales en México para preparar un escenario litigioso en contra del glifosato y los productos Faena de Bayer. La primera de ellas es la publicidad engañosa: aquí se vende desde las plataformas de Mercado Libre, Amazon y Home Depot, hasta en las tiendas agropecuarias de muchos poblados y municipios en México. Hay dos presentaciones: clásico y fuerte. Y en sus etiquetas sólo advierten:

  • Puede ser nocivo en caso de ingestión.
  • Puede ser nocivo por el contacto con la piel.
  • Puede ser nocivo si se inhala.

Como se lee, Faena –el Roundup mexicano– no tiene advertencia alguna sobre los peligros de la exposición reiterada, sobre el tipo daño en la piel, y el cáncer denominado linfoma no-Hodkin. La palabra nociva en este contexto no se asocia a lo grave del problema de salud que envuelve el glifosato. Faena tampoco contiene información sobre los efectos en el suelo, ni mucho menos de los daños que produce a la salud humana o en los ecosistemas. En 2018, Conacyt publicó un informe sobre el monitoreo de la presencia de secuencias transgénicas en cultivos de maíz en Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Veracruz y Chiapas. Se analizaron 1 mil 580 muestras de variedades de maíz nativo y se detectó la presencia de transgenes en 8 por ciento [14].

Como segunda premisa, el fundamento legal para una eventual demanda contra los efectos y daños al ambiente mexicano se puede hallar en la afectación al patrimonio biocultural de México. En términos legales amplios, el daño al ambiente puede ser llevado a juicio mediante las acciones colectivas a que se refiere el artículo 578 del Código Federal de Procedimientos Civiles en vigor: “La defensa y protección de los derechos e intereses colectivos será ejercida ante los Tribunales de la Federación con las modalidades que se señalen en este Título, y sólo podrán promoverse en materia de relaciones de consumo de bienes o servicios, públicos o privados y medio ambiente”.

Bajo estas dos premisas jurídicas, en México los asuntos legales contra Monsanto están lejos de terminar. Por una parte, el uso del glifosato y sus efectos nocivos en la salud humana pueden dar pie a demandas millonarias por parte de las personas que  pudieron haber desarrollado el linfoma no-Hodgkin o cáncer de piel. Por la otra, los daños ambientales que produce el glifosato pueden ser un nuevo frente de batalla contra Monsanto/Bayer. Los juicios en Estados Unidos y los acuerdos compensatorios logrados por Brent Wisner y su equipo ya demostraron que el Goliat de la agroindustria puede caer una y otra vez. Y si ya desembolsaron 11 mil millones de dólares, seguro tienen algo más para pagar los daños causados en México.

Isaac de Paz González. Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Baja California. Miembro de The International Association of Constitutional Law y de “The Society of Legal Scholars”. Miembro del SNI 1. https://orcid.org/0000-0002-2267-5629

Referencias:

[1] “Expediente científico sobre el glifosato y los cultivos GM”,  https://conacyt.mx/wp-content/uploads/documentos/glifosato/Dossier_formato_glifosato.pdf

[2] “Científicos y empresas reconocen mutación de súper malezas resistentes al glifosato”,  https://www.ecoportal.net/paises/malezas-super-resistentes-al-glifosato/

[3] Véase el video que muestra el decrecimiento de las abejas mayas en Youtube: “Monsanto vs. abejas: transgénicos, glifosato y la defensa del campo-Hecho en América”,  https://www.youtube.com/watch?v=vs1_VaqekqM.

[4] Baum BH Hedlund,  https://www.baumhedlundlaw.com/toxic-tort-law/monsanto-roundup-lawsuit/

[5]  https://www.baumhedlundlaw.com/blog/2021/may/bayer-loses-another-roundup-verdict-appeal/

[6]  https://www.superlawyers.com/california-southern/article/the-2-billion-dollar-man/4c1550b5-b6c1-4a46-b5b6-7b3145540916.html

[7] “The 2 Billion dollar Man, How R. Brent Wisner landed one of the largest product-defect jury awards in history”,  https://www.superlawyers.com/california-southern/article/the-2-billion-dollar-man/4c1550b5-b6c1-4a46-b5b6-7b3145540916.html

[8] Baum BH Hedlund,  https://www.baumhedlundlaw.com/toxic-tort-law/monsanto-roundup-lawsuit/

[9] Véase  https://www.dtnpf.com/agriculture/web/ag/crops/article/2021/05/06/dicamba-injury-settlement-claims-due ; el acuerdo legal puede consultarse en:  https://www.dicambasoybeansettlement.com/Content/Documents/Settlement%20Agreement.pdf

[10] Así lo reconoce la propia compañía Bayer:  https://media.bayer.com/baynews/baynews.nsf/id/Bayer-announces-agreements-to-resolve-major-legacy-Monsanto-litigation ; otra fuente también revela los pormenores del acuerdo:  https://www.dtnpf.com/agriculture/web/ag/crops/article/2021/05/06/dicamba-injury-settlement-claims-due

[11] “Bayer announces agreements to resolve major legacy Monsanto litigation”,  https://media.bayer.com/baynews/baynews.nsf/id/Bayer-announces-agreements-to-resolve-major-legacy-Monsanto-litigation

[12] WHO, “IARC Monograph on Glyphosate”,  https://www.iarc.who.int/featured-news/media-centre-iarc-news-glyphosate/

[13] Francisco Bolívar Zapata, citado por un documento del Foro Consultivo:  https://agroavances.com/noticias-detalle.php?idNot=702

[14]  https://conacyt.mx/wp-content/uploads/documentos/glifosato/Dossier_formato_glifosato.pdf

Fuente: Contralínea

Temas: Agrotóxicos, Corporaciones, Salud

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