Mesoamérica: El Grito de La Esperanza. Declaración de la IV Reunión del Grito de los Excluidos/as Mesoamericano
Fraternizados en la unidad de principios y las grandes causas de nuestros pueblos, elevamos nuestro GRITO DE LA ESPERANZA, que retumba en la necesidad de justicia, equidad, dignidad, en defensa de la vida y en la resistencia cotidiana y organizada ante la muerte neocolonialista
Adital - Delegados y delegadas de los distintos países de Mesoamérica, así como participantes de Italia y Canadá, reunidos con ocasión de la IV Reunión del Grito de los Excluidos/as Mesoamericano, en La Esperanza, Intibucá, Honduras, fraternizados en la unidad de principios y las grandes causas de nuestros pueblos, elevamos nuestro GRITO DE LA ESPERANZA, que retumba en la necesidad de justicia, equidad, dignidad, en defensa de la vida y en la resistencia cotidiana y organizada ante la muerte neocolonialista, reafirmamos el compromiso de continuar con fe, alegría, inclusión, respeto, autonomía y con nuestra clara y firme posición anticapitalista, por la construcción de sociedades verdaderamente justas y humanas.
Nuestra región ha vivido y sigue viviendo una situación social marcada por la explotación colonial de nuestras riquezas culturales, económicas y sociales, así como de nuestra biodiversidad. Esta problemática se expresa con la imposición de la apertura comercial, la privatización de agua, del bosque, de los recursos minerales, de los servicios públicos, entre otros, siendo los tratados de libre comercio (ALCA, TLCAN, TLC-EU-CA-RD) y los megaproyectos de infraestructura (contenidos en el Plan Puebla Panamá) los caballos de batalla del capitalismo en la región.
Lo anterior agudiza la exclusión histórica de nuestros pueblos, negándoles su dignidad humana. En Mesoamérica, millones de personas no tienen qué comer, no tienen acceso a la salud, no tienen educación, no tienen techo digno. La consecuencia directa de esta dramática situación es la migración masiva desde el campo hacia las ciudades y desde los países hacia el exterior, donde nuestros hermanos y hermanas siguen viviendo la violación de sus derechos fundamentales y el racismo que es una de las formas modernas de esclavitud.
También continúa la violación de los derechos humanos de los pueblos indígenas, negros y campesinos, que se expresa en el despojo de su tierra y su territorialidad por la agroindustria productora de transgénicos, por los megaproyectos turísticos y de infraestructura, por la gran industria minera y forestal, por el acaparamiento de tierras por parte de los terratenientes, entre otras.
Por su parte, la apropiación del agua por parte de grandes transnacionales (Suez, Unión Fenosa, Aguas de San Pedro Sula, Bechtel, etc.), niega el acceso al agua como un bien público, es decir, esto equivale a negar nuestro derecho a la vida. El agua se explota con fines productivos y comerciales a costa del desabastecimiento de la mayoría de la población.
El Grito de la Esperanza reconoce que los niños y niñas, los y las jóvenes y las mujeres, son quienes más sufren la exclusión, sometidos a un régimen patriarcal que les niega su pleno desarrollo como seres humanos; niños, mujeres y jóvenes son quienes más sufren el desempleo, la violencia en sus distintas expresiones (incluyendo el asesinato de jóvenes y el feminicidio), la falta de oportunidades de educación, formación y cultura, entre otros problemas. Por tal motivo, nos manifestamos contra la exclusión de estas poblaciones y afirmamos que deben vivir con respeto pleno a su integridad humana.
Otro problema que nos agobia es la creciente militarización de Mesoamérica, que avanza a través del fortalecimiento de las bases militares ya existentes (Palmerola, Escuela Internacional de Policía) y el establecimiento de otras nuevas (en La Mosquitia hondureña-nicaragüense), las operaciones militares, la militarización de la policía, la asignación de mega-presupuestos al ejército comparado con los raquíticos presupuestos de la salud y la educación; todo lo cual es una estrategia de potencias como los Estados Unidos para consolidar su poderío y proteger sus intereses. Esto también conlleva la creciente criminalización de los movimientos y de las protestas sociales, como en los peores años de los conflictos armados en la región. La persecución de dirigentes campesinos, pastorales, sindicales y ecologistas, entre otros, está presente en todos los otros países centroamericanos en mayor o menor medida.
No podemos tampoco olvidar el papel que juegan en todo esto los Organismos Financieros Internacionales (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Centroamericano de Integración Económica, Organización Mundial del Comercio, entre otras), así como las corporaciones transnacionales, quienes son los principales actores de la globalización económica y por tanto los principales agresores de la humanidad.
Pero a pesar de toda esta realidad de opresión y exclusión, hay esperanza. La esperanza está en la articulación y consolidación de los movimientos sociales, que encarnamos las fuerzas transformadoras hacia una humanidad libre. En este sentido, el Grito de la Esperanza viene a ser un aporte al proceso organizativo, de articulación y lucha de los pueblos mesoamericanos y del mundo; es un llamado a todos los excluidos y excluidas para que hagan suyo este espacio de articulación de nuestros movimientos, que tiene un momento privilegiado en la Jornada de Movilización Continental del Grito de los Excluidos, el próximo 12 de octubre de 2006, por lo cual desde nuestros corazones hacemos un llamado a todas las fuerzas vivas de América Latina y el Caribe a movilizarse en esta fecha de tan profundo significado en nuestra historia colectiva.
Como sujetos políticos, reafirmamos nuestro compromiso movilizador, por eso para la Jornada del Grito de los Excluidos/as del 12 de octubre de 2006, las organizaciones firmantes nos comprometemos a tener una participación activa, para lo cual se realizarán acciones políticas que van desde toma de puentes, marchas, caminatas y foros de discusión, todo lo cual se informará en su oportunidad de forma detallada.
El Grito de la Esperanza nos hace parte de las luchas en cada uno de nuestros países, por eso, lanzamos un voto de apoyo al pueblo panameño en su lucha contra las represas, contra la actividad minera en Petaquilla y contra la ampliación del Canal de Panamá; un voto de apoyo al pueblo costarricense en su lucha por impedir la ratificación del TLC con los Estados Unidos; al pueblo de Nicaragua, lo apoyamos en su lucha contra la privatización del agua y a favor de la nacionalización de la electricidad; al pueblo hondureño, en su lucha contra la Represa El Tigre, contra la explotación minera y forestal; al pueblo salvadoreño en su lucha contra la minería a cielo abierto, contra la Represa El Tigre y contra la privatización del agua; al pueblo de Guatemala, le expresamos nuestra solidaridad en su lucha por el resarcimiento de las víctimas del conflicto armado y por el castigo de los responsables de genocidio y crímenes de lesa humanidad, así como contra la minería a cielo abierto y a favor del reconocimiento de la población indígena en su derecho a la territorialidad.
El mundo al que aspiramos es uno donde la vida esté en primer lugar, donde importen los seres humanos y la naturaleza y no los negocios; donde la riqueza producida por toda la sociedad se utilice de forma solidaria para atender a las necesidades del pueblo, no para alimentar la avaricia de unos pocos; donde las personas puedan desarrollar sus capacidades a lo largo de su vida sin coacción, sin violencia y sin menoscabo de su dignidad. En suma, un mundo basado en el respeto y en relaciones sociales sin explotación de una clase sobre todas las demás. Nuestro compromiso diario alimenta la construcción de ese mundo en el aquí y el ahora, en nuestra lucha cotidiana que afirma en el mundo nuestra alegría de vivir, a pesar de todas las adversidades que debemos enfrentar.
Nos manifestamos también de forma solidaria a favor de todas las luchas que el movimiento popular latinoamericano y caribeño está llevando a cabo en los distintos países de la región, ya que se trata de una y la misma problemática, ante la que debemos oponer estrategias comunes y una creciente articulación de nuestro trabajo. Por eso nos expresamos en solidaridad con los procesos revolucionarios del pueblo cubano y del venezolano, que sufren agresiones e injerencia por parte de los Estados Unidos con el fin de aniquilarlos; también queremos solidarizarnos con el pueblo colombiano, víctima de genocidio y persecución de dirigentes por parte de las élites empresariales y políticas.
Y también a favor de los pueblos de Irak, Líbano y Palestina, agredidos brutalmente por parte de Israel y los Estados Unidos. Esperamos que esos pueblos recobren la paz y que sea respetado su derecho a la libre autodeterminación, aspiraciones en las cuales coincidimos con estos pueblos hermanos.
Finalmente, saludamos de manera fraternal y calurosa el encuentro continental del Grito de los Excluidos/as a llevarse a cabo en Sao Paulo, Brasil, del 3 al 7 de septiembre de 2006, y auguramos los mejores resultados en función del fortalecimiento de la lucha continental por Trabajo, Justicia y Vida.
Firmamos en La Esperanza, Intibucá, Honduras, el 26 de agosto de 2006.
1. Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH, Honduras)
2. Red COMAL (Honduras)
3. Comité Hondureño de Acción por la Paz-Madre Tierra (Honduras)
4. Organización Política Los Necios (Honduras)
5. Organización Fraterna Negra Hondureña (OFRANEH, Honduras)
6. Movimiento de Acción Rescate Juvenil (Honduras)
7. Sindicato de Trabajadores de la Industria Cementera (SITRAINCEHSA, Honduras)
8. ACODECOLO (Honduras)
9. CEPAVEG (Honduras)
10. Asociación de Trabajadores del Campo (ATC, Nicaragua)
11. Red de Solidaridad y Desarrollo Comunitario (REDSCOM, Nicaragua)
12. Movimiento de Activación Social Alternativa (MASA, Nicaragua)
13. Grupo de Danza Folklórica de la Universidad Nacional de Ingeniería (Estelí, Nicaragua)
14. Movimiento Alternativa de Izquierdas-Frente Amplio (MAIZ-FA, Costa Rica)
15. Confraternidad Guanacasteca (Costa Rica)
16. Encuentro Popular (Costa Rica)
17. Coordinadora de Organizaciones Maya-Kaqchikeles para el Desarrollo Equitativo y Sostenible (COMKADES S.C., Guatemala)
18. Frente Indígena Campesino Sanmartineco (FICAM, Guatemala)
19. Centro Bartolomé de las Casas (El Salvador)
20. Congregación Pasionista (El Salvador)
21. Frente Unido en la Defensa del Ecosistema (FUDECO, Panamá)
22. Coordinadora Campesina de Lucha contra los Embalses (CCCE, Panamá)
23. Falls Brook Centre (Canadá)
24. Colectivo Italia-Centroamérica (Italia)
Fuente: ADITAL, 1-8-06