Mayas exigen frenar megaproyectos y siembra de transgénicos en la Península de Yucatán
Representantes de 43 comunidades mayas de la Península de Yucatán exigieron que se ejecute la ley para detener los megaproyectos que dañan el agua y el territorio y demandaron “detener la siembra de arroz en Hopelchén, pues no es una zona idónea para ello» así como «retirar los permisos a las megagranjas que están dañando nuestros territorios y nuestros cenotes; y prohibir el uso de agroquímicos en áreas sensibles para los mantos acuíferos”.
“Que las autoridades escuchen nuestras demandas y reconozcan que el pueblo maya hemos sido quienes hemos cuidado el agua históricamente. Nos oponemos rotundamente a cualquier forma de privatización del agua. Asimismo, nos oponemos rotundamente al tren maya, ya que requerirá de una gran cantidad de recursos que ahora están en riesgo”, expresaron.
“Esperamos que estas demandas sean escuchadas en la discusión sobre la nueva Ley General de Aguas. Sin embargo, no ponemos todas nuestras esperanzas en ello. Con ley o sin ley, el pueblo maya seguiremos respetando, seguiremos cuidando, seguiremos defendiendo la sagrada agua”, puntualizaron.
Reunidos en la comunidad de Hopelchén, los representantes de 43 comunidades de los tres estados de la península de Yucatán manifestaron que discutieron “las problemáticas que estamos viviendo con respecto al agua, la grave contaminación que está dañando nuestra sagrada agua y que pone en grave peligro la vida de nuestros pueblos y la vida de las próximas generaciones, es decir, pone en peligro nuestro futuro”.
“Vimos que las problemáticas son muy grandes, en muchos casos parecidas unas a otras, el daño generalizado es sobre el territorio, desde las granjas industriales, la agricultura industrial, los megaproyectos de turismo, la pesca industrial, es decir, las prácticas basadas en la ganancia, las prácticas basadas en el interés de unos cuantos a costa de la vida de los pueblos”, indicaron.
“Compartimos que es necesario que nos sean respetados los derechos ya reconocidos en la Constitución y en los mecanismos internacionales, para asegurarnos que el cuidado del agua sea efectivo desde nuestros territorios. No estamos exigiendo algo fuera de la ley”, agregaron.
Por lo tanto, exigieron que “el agua nos sea reconocido como parte de nuestro territorio, de tal modo que somos los pueblos, a través de nuestras propias instituciones, quienes debemos administrar el uso del agua y su cuidado”.
“Como pueblo maya, también tenemos propuestas para la discusión nacional en el tema del agua, desde nuestra cosmovisión y derechos. Por eso exigimos que en la nueva ley que se está discutiendo a nivel nacional se consideren las siguientes propuestas:
“- Que las leyes de nuestro pueblo se respeten, exigimos el respeto y acuerdos tomados en nuestras asambleas.
“- Nosotros los pueblos debemos de gestionar y administrar el agua en nuestros territorios, pues el agua es parte de nuestro territorio.
“- Que se respete nuestra autonomía, nosotros tenemos el derecho de decidir y crear nuestras políticas internas de cómo debe de gestionarse el agua en nuestras normas internas.
“- Es necesario crear nuevas formas que regulen y exijan la protección del agua, que sea gobernado por los pueblos originarios.
“- Se debe garantizar que nosotros los pueblos lo administremos, es decir, no solo ponerlo en la ley, sino crear los mecanismos de garantía.
“- Respetar los comités indígenas y sus reglamentos, que nos respeten como pueblo ante la ley.
“- Que los consejos de los pueblos originarios vigilen la utilización del agua.
“- Los bienes en territorios indígenas son de los pueblos indígenas”.
Expusieron que el pueblo maya de la península de Yucatán exige el respeto a nuestros derechos en el tema del agua. El agua es nuestro territorio.
“Los pueblos originarios somos los dueños legítimos del agua, nosotros la cuidamos y debemos decidir sobre su uso y cuidado”, por lo que hay que “crear consejos regionales integrados por los pueblos originarios para cuidar la explotación, nosotros decidir y ver que se puede hacer y que no”, abundaron.
Hay que “prohibir el uso de agroquímicos que pudieran afectar los depósitos de agua e impulsar la agroecología”, así como “retirar los derechos del agua a todo aquel que sobreexplote o contamine el agua”.
Fuente: Desinformémonos