Las semillas son continuidad de la vida y garantía de soberanía alimentaria
Las semillas integran los cinco elementos que son la base de la vida. El sol, la tierra, el agua y el aire generadores de la riqueza de la naturaleza. Ellos son la identidad misma de nuestros pueblos
Desde sus orígenes, la agricultura fue protegida por las culturas ancestrales, quienes nos la legaron en herencia y nos enseñaron a preservarla y continuar asi con la vida. Familias aborigenes y campesinas en todo tiempo y lugar las hemos recolectado, almacenado, conservado, intercambiado libremente, pero también nos corresponde preservarlas en legado a las futuras generaciones.
La diversidad genética se ha expandido desde entonces. En este proceso hemos seleccionado algunas variedades productivas y hemos mejorado otras menos eficientes, adaptando nuestros cultivos a microambientes especìficos de una manera natural.
La "crianza" de nuestras semillas es una responsabilidad y un compromiso de quienes defendemos la vida, en todas sus multidiversas manifestaciones. Nuestra relación con la madre tierra es integral, en ella hacemos historia y sembramos futuro. De las manos de nuestras abuelas/os y madres se nos transmitió el conocimiento tradicional de esta sobrevivencia, que es tambièn como la semilla: colectivo y no monopolizable.
Como guardianes de estos recursos y conocimientos, practicamos la solidaridad y la cooperacion, porque creemos en la unidad dentro de la diversidad, tanto en lo natural como en lo humano. Por ello es que interactuamos en organizaciones de comunidades rurales e indígenas para promover relaciones de justicia social en todos los ámbitos de la vida.
La lucha por el derecho a la tierra y los territorios, el derecho de acceso al agua, los bosques, los suelos y subsuelos existentes en esos espacios vitales y la defensa de la vida son partes inseparables de la soberania alimentaria.
Nunca el proceso de expropiación y marginacion contra pueblos indigenas, aborígenes y campesinos del mundo habia sido tan fuerte, cruel y despiadado como ahora. Por la globalización de la ambicion, por poderosas corporaciones transnacionales que se han venido apropiando de nuestras tierras y privatizando la vida y confiscando nuestros derechos colectivos, de presentes y futuras generaciones, al pretender imponer supuestos derechos de propiedad intelectual de los genomas y la manipulación genética.
Este proceso, basado en la ilógica locura del mercado, pretende hacer desaparecer a los pueblos aborígenes y campesinos, secuestrando nuestros derechos a ser los legítimos guardianes de las semillas del pasado y del futuro, que pretenden saquear para cambiarnoslas por las suyas, engendradas en sus laboratorios del mal, por lo que hoy debemos protegernos de este saqueo a la vida.
Las semillas siempre han sido patrimonio común de la humanidad, pero la dominacion tecnológica ha promovido el robo de la biodiversdiad en los paises indefensos, guardianes del germoplasma de la madre naturaleza. Desde finales del pasado siglo, el reconocimiento de la soberania de los Estados sobre los recursos genéticos, lejos de detener este crimen a escala mundial, ha servido para legitimarlo o dejar que ocurra impunemente.
Por eso nosotros, guardianes perennes de estos recursos, en ejercicio de nuestro poder constituyente como pueblos soberanos, nos estamos organizando en movilizacion global para la defensa de la vida, para mantener el control de las semillas de las que provienen nuestros alimentos y demás recursos naturales, para evitar y combatir cualquier intento de apropiacion privada y monopólica de ellas, para recuperarlas, preservarlas y entregarlas a las generaciones futuras, como ha sido hasta ahora.
Hemos custodiado y protegido esas semillas de la vida y tenemos el derecho a usar, escoger, almacenar e intercambiar libremente semillas y especies, porque son parte de nuestra identidad y cultura. Atentan contra este derecho, las patentes de los genomas que representan la mayor causa de destruccion de la soberania alimentaria confiscando el poder generador de la vida para ponerlo en manos de las transnacionales amparadas y estimuladas por el depredador y excluyente modelo neoliberal.
Nos oponemos a la propiedad intelectual sobre cualquier forma de vida. El único custodio de la vida es quien la porta, quien la detenta, quien la vive, quien la alimenta y quien la conserva. Esto corresponde a las naciones, países y sus pueblos, a las comunidades indigenas, aborigenes y campesinas y campesinos del mundo. Por ello, no aceptamos que quienes siempre hemos custodiado las semillas de la sobrevivencia alimentaria de la humanidad, hoy tengamos que pagar regalias por nuevas semillas, nacidas de otras que fueron saqueadas en nuestras tierras, manipuladas o modificadas genéticamente en paises extranjeros, y que nos obligan a cambiar nuestras prácticas agricolas ecológicas o, simplemente, a depender de ellas, porque son estériles.
Sin semillas no hay agricultura; sin agricultura no hay alimentacion; y sin alimentacion no hay pueblos. Por eso hoy nos declaramos en una gran campaña mundial en defensa de las semillas sustentadoras de la vida, impulsando la declaración en que sean reconocidas como patrimonio comun de la humanidad.
Desde el Foro Mundial por Soberanía Alimentaria nos comprometemos a:
- Llevar a cabo diversas acciones para impedir la manipulación genética que tenga como motivación la dominación y opresión de los pueblos.
- Llamar al fomento y estímulo del libre intercambio de semillas, el rescate de experiencias locales de su conservacion, de ferias campesinas para compartir sabidurías, intercambiar semillas y productos agroecológicos dinamizando mercados locales y regionales.
- Concretar diversas acciones para recuperar la memoria histórica y cultura ancestral del manejo de semillas, promoviendo una agricultura ecológica urbana y rural que reproduzca el milagro de más y mejores alimentos y semillas.
Todos estos compromisos y acciones tienen en su esencia el quinto elemento cosmico: el amor a la vida en todas sus formas.
ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES AFILIADAS A VIA CAMPESINA, AMIGOS DE LA TIERRA Y DEMAS ONG Y OSC ASISTENTES A LA CUMBRE DE ALIMENTACION. ROMA, 10 JUNIO 2002