Las campesinas decimos no a la violencia contra nuestros cuerpos y nuestros territorios

"Desde nuestra Coordinadora nacional de Mujeres nos hemos organizado para alzar nuestras voces y unirnos con los movimientos campesinos, sociales y populares en donde se encuentran miles de mujeres diversas luchando, como nosotras, por los derechos de las mujeres y la defensa de la tierra, y el territorio".

Las mujeres de las Zonas de Reserva Campesina han denunciado las violencias que históricamente las han alejado de los espacios de decisión, de participación, de la decisión autónoma de sus vidas y sus cuerpos, de acceso en equidad a la educación, a la salud y al trabajo, además les impone el escenario doméstico, subvalorando todo tipo de actividades que se hagan en pro de la vida y de la reproducción de las misma, pero también esas violencias que han vuelto a las mujeres las más pobres entre las pobres, las que las han convertido en las principales víctimas del conflicto armado, que las han privado del acceso a la tierra y al territorio, incluso el principal territorio de toda mujer; su propio cuerpo. Por eso desde nuestra Coordinadora nacional de Mujeres nos hemos organizado para alzar nuestras voces y unirnos con los movimientos campesinos, sociales y populares en donde se encuentran miles de mujeres diversas luchando, como nosotras, por los derechos de las mujeres y la defensa de la tierra, y el territorio. Juntas y resueltas estamos acá para presentar nuestra declaración:

Hemos decidido crear la Coordinadora Nacional de Mujeres de las ZRC, como un espacio para el encuentro, la formación, la deliberación y el fortalecimiento político organizativo de las mujeres campesinas que trabajamos por la soberanía alimentaria, la economía social y solidaria, la agroecología y los derechos de las mujeres como acto de resistencia para la defensa y protección de nuestras tierras y territorios, así como por la permanencia y buen vivir de nuestros pueblos.

Recogemos y construimos sobre los avances alcanzados por las mujeres campesinas, en especial a las compañeras que de manera cercana han avanzado en la visibilización y posicionamiento político de las agendas de las mujeres campesinas y populares. Reconocemos como referentes en este camino a nivel internacional las luchas de las Mujeres de la Vía Campesina y la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC y sus aportes a la construcción de los feminismos campesinos y populares que crecen y se van tejiendo desde los procesos cotidianos y emancipatorios de las mujeres campesinas desde sus propios territorios.

A partir de la unidad de las mujeres campesinas de América, nuestra política se construye a partir del feminismo campesino y popular que habla de las experiencias de discriminación, pero también de las experiencias de resistencia de las mujeres del campo en América Latina. El feminismo campesino y popular es un pensamiento político y una herramienta de emancipación en construcción, para las mujeres y las comunidades campesinas, que reconoce nuestros aportes a la economía campesina, la economía del cuidado y el desarrollo rural del país; las luchas que ejercemos por la defensa por la tierra y el territorio, la vida, la soberanía alimentaria y el resguardo de semillas; que visibiliza nuestros modos de hacer la política a partir de la generación de mayores niveles de igualdad y equidad entre hombres y mujeres. Y que, además reconoce la necesidad de continuar y profundizar los procesos de toma de conciencia de las mujeres campesinas y sus comunidades en aras de continuar los procesos de transformación social que hemos iniciado desde nuestras organizaciones de base.

Tenemos total certeza que nuestras luchas son contra el capital que expropia y destruye nuestros territorios y que en su estrecha relación con el patriarcado se mantiene y reproduce a costa de mantenernos sumisas, explotadas e invisibilizadas. Por eso, resistimos contra la expansión del modelo extractivista y la imposición de monocultivos y economías de muerte que agencian estrategias de guerra y violencias que recaen sobre nuestros cuerpos -nuestros territorios-, aumentando las agresiones y la criminalización de las mujeres que luchan por sus derechos y los de sus comunidades.

Nuestra lucha crece de la mano de nuestras organizaciones campesinas y junto a nuestros compañeros resistimos hombro a hombro de manera creativa y solidaria para visibilizar nuestras reivindicaciones y generar propuestas conjuntas que aporten a la recuperación de la identidad campesina y al reconocimiento del campesinado como sujeto histórico, político y social de derechos y para recuperar los bienes comunes que de manera violenta e injusta se nos ha expropiado. Tenemos la firme convicción que, con la participación activa y efectiva de las mujeres en los procesos comunitarios, organizativos y de representación, así como con el impulso de nuestros liderazgos como mujeres dirigentas, seguiremos fortaleciendo de manera contundente a las organizaciones mixtas y al movimiento campesino colombiano, alimentando de manera paralela y articulada los conceptos de los feminismos campesinos y populares desde la huerta, la familia, el salón comunal y nuestras organizaciones.

Por último, desde cada rincón donde cultivamos la tierra, donde producimos los alimentos y donde hemos logrado permanecer por décadas; las Mujeres decimos no daremos un paso atrás en la defensa de la Vida y la Paz. Seguiremos exigiendo que en nuestras Zonas de Reserva Campesinas sean territorios libres de todo tipo de violencias y discriminación contra las mujeres.

¡Nuestros Cuerpos y territorios Libres de Violencias!
Coordinadora Nacional de Mujeres de las Zonas de Reserva Campesina

Fuente: La Vía Campesina

Temas: Feminismo y luchas de las Mujeres, Movimientos campesinos

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