Kelli Mafort: “Nuestros pasos son del tamaño de nuestros sueños”
En jornada de luchas, mujeres del campo y de la ciudad se unen contra la violencia y los retrocesos del gobierno de Bolsonaro.
Es la fuerza de las mujeres la que da inicio al año de grandes movilizaciones en el país. Bajo el lema: “¡Por la vida de las mujeres, somos todas Marielle!”, miles de compañeras del campo y la ciudad estarán juntas en la lucha contra la violencia, contra Bolsonaro y los retrocesos impuestos por su gobierno. La ya tradicional Jornada Nacional de Luchas de las Mujeres comienza hoy viernes (8) y sigue hasta el jueves (14), fecha en que se cumple un año del asesinato de Marielle Franco y del chofer Anderson Gomes.
La Reforma de la Previdencia (seguridad social), y la violencia contra las mujeres también serán temas centrales en las movilizaciones. Para enfrentar este retroceso, las mujeres deben comprender de qué se trata este impacto en sus vidas. La saña delactual gobierno en suplir la necesidad del gran capital relativiza el trabajo femenino y contribuye para que la violencia, el control del cuerpo de las mujeres y el machismo ganen cada vez más espacio en nuestra sociedad.
Para hablar sobre las movilizaciones y sobre el papel de las mujeres en el proceso de resistencia y enfrentamiento que ya estamos viviendo, entrevistamos a Kelli Mafort, de la dirección nacional del MST.
Acompañe:
Teniendo en cuenta la estructura de los actos y el carácter de las movilizaciones de este año, ¿cómo podemos evaluar la participación de las mujeres del MST?
Las mujeres trabajadoras Sin Tierra, acampadas y asentadas están muy animadas para el 8 de marzo. A lo largo de la historia hemos hecho de este día un marco de lucha y resistencia, y este año no será diferente. Participaremos masivamente de los actos en las ciudades y, además, estamos construyendo actos y acciones de lucha por el interior del país. Embaladas por la bandera: “¡Por la vida de las mujeres, todas somos Marielle!”, vamos a llevar a las calles los cuatro ejes de enfrentamiento que son:
Justicia por Marielle y castigo a los asesinos sean quien sean. Esa es la condición para impedir los asesinatos de luchadores y luchadoras del pueblo y también para terminar con la violencia que alcanza a tantas mujeres, en especial las mujeres negras.
Solamente en los primeros 20 días de este año se cometieron 107 femicidios en Brasil. También somos el país que más mata LGBTs en el mundo. Entre 2005 y 2015 hubo un aumento del 54% de homicidios de mujeres negras. Marielle carga la simbología de la resistencia, por eso, ella vive en nosotras, somos todas Marielle.
¿Eso prueba que estamos frente a un gobierno misógino que, directa o indirectamente, contribuye de manera significativa para empeorar la vida de las mujeres brasileñas?
La propuesta de enmienda de la Constitución (PEC) 06/2019, propuesta por el gobierno de Bolsonaro al poder legislativo, es una humillación a los derechos sociales. El proyecto, que pone fin al trípode de la seguridad social (previsión, salud y asistencia social) previsto en la Constitución Federal de 1988, alcanza principalmente a las mujeres y a las trabajadoras rurales.
En esa terrible propuesta, la tendencia es que todo sistema previsional se torne una capitalización individual y privada, administrada por los bancos, los únicos beneficiados con estos cambios.
Determinar la edad de 60 años para la jubilación de hombres y mujeres y de 20 años de contribución individual, estableciendo el valor mínimo de 600.00 por año para cada grupo familiar, tiende a llevar a los contingentes del campo a niveles de miseria absoluta.
La discusión aun continua en el Congreso y en el Senado, pero la movilización de las mujeres es fundamental para derrotar una propuesta que está inspirada en la reforma previsional de Chile, implantada en plena dictadura, cuyo saldo actual es del 79% de la gente que recibe menos del salario mínimo y el 44% de la población abajo de la línea de pobreza.
Los diferentes núcleos de actuación dentro del gobierno -económico/agronegocio, militar, jurídico y fundamentalista- tienen unidad política entre sí e imponen a las trabajadoras una agresiva retirada de derechos en continuidad con congelamiento de las inversiones sociales, la reforma laboral, además del desmantelamiento de las políticas sociales. La pauta conservadora está dentro del mismo modelo de privatización y entreguismo. Las medidas conservadoras no son una cortina de humo, ellas persiguen, hieren y matan.
Recientemente la ministra de Agricultura, Tereza Cristina, declaró que 60 años para la jubilación de hombres y mujeres del campo “está bien”, ¿Cuál es el impacto de esa declaración?
Tereza Cristina, la “ministra del Veneno” dijo ese absurdo en la comodidad de una oficina con aire acondicionado. Ella entiende poco o nada de la realidad del campo y del trabajo penoso. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el promedio de expectativa de vía de lxs brasileñxs es de 72,7 años. Sin embargo, si tenemos en cuenta la realidad del estado de Alagoas, en donde el 26% de la población vive en el campo, la expectativa cae a los 66 años.
En este ejemplo es importante destacar que los factores ambientales en los que viven lxs trabajadorxs son aspectos decisivos. Alagoas tiene el menor Índice de Desarrollo Humano de Brasil, 36,5% de analfabetismo funcional y menos del 20% de sus habitantes apenas tiene acceso al saneamiento básico. Por lo tanto, está más que probado que quien es pobre vive menos y quien está en el campo en trabajos históricamente precarios, está en condiciones aún más dramáticas.
Pasado el 8 de marzo, ¿podemos esperar un año de muchas movilizaciones por parte de las mujeres del MST?
Ningún gobierno va a callar la voz de las mujeres brasileñas. Ese es el mensaje del 8 de marzo. Seguiremos en resistencia activa, defendiendo todo aquello que conquistamos. No permitiremos el cierre de las escuelas rurales ni el ataque a nuestrxs niñxs Sem Terrinha, como vimos recientemente en una noticia de la cadena Record.
Mientras haya mujeres dispuestas a enfrentar la violencia y las consecuencias de una sociedad misógina, allá estarán nuestras banderas. Mientras haya gente sin tierra, sin casa, sin comida, sin dudas estaremos en el medio organizando, luchando y arrancando conquistas con valentía y fuerza.
Nuestros pasos son del tamaño de nuestros sueños y no nos arrancaran la alegría, la belleza ni la osadía. Por eso, nuestra lucha nunca cesó. Por Marielle. Por todas nosotras. Si hiere nuestra existencia, somos y seremos resistencia.
Fuente: Vía Campesina