Impactos colaterales y posibles salidas a la crisis del terremoto en Ecuador

Abril de 2016

Luego de varios días de haber recorrido los diferentes cantones de la provincia de Manabí, junto con varias comisiones de dirigentes de la FECAOL, accediendo a los lugares más devastados y a las comunidades circundantes, con el objetivo de constatar y entender la situación real en la que se encuentran los sectores afectados por el terremoto directa e indirectamente, queremos expresar lo siguiente:

Con gran decepción y hasta algo de repugnancia hemos observado la caridad de algunos partidos políticos, empresas privadas y hasta de organizaciones sociales como una acción desesperada de sacar provecho y hacer tarima política a partir del dolor y la desesperación de las miles de familias afectadas por éste catastrófico suceso. Lo hacen sin contemplaciones de lo que pudiera estar sintiendo el padre, la madre, el hijo o el familiar que ha perdido a su ser querido, o con herida profunda, probablemente imborrable de quienes amamos a Manabí.
Por otro lado, se ha podido evidenciar la generosidad hasta exagerada de miles de ecuatorianos desesperados por ayudar de alguna forma, enviando donaciones de todo tipo de cosas, pero lamentablemente no ha existido una política clara de acopio y distribución de las donaciones, teniendo como resultado muchos sectores periurbanos y rurales que no han recibido apoyo alguno.

Hemos entendido que los impactos del terremoto son mucho más grandes que las infraestructuras caídas y las familias damnificadas. Éstos sectores son presa fácil de muchos negocios que se enriquecen gracias a la desesperación de los afectados, las ventas de botellones de agua pasaron de 1.5 dólares a 5 dólares, el arroz pasó de 0.60 dólares a 3 dólares la libra, y muchos supermercados tuvieron ventas record en atunes, sardinas y hasta “Kits” de donaciones. Aquí los que ganan el premio gordo son los intermediarios de productos campesinos, que llevan a vender a éstos sectores, víveres 2 a 3 veces más costosos. Van comprando a los mismos agricultores manabitas sus productos a la mitad de precio, con el pretexto de que estamos en crisis económica…
¿Cómo es posible la recuperación o el abastecimiento alimentario rápido de éstas poblaciones? ¿Cómo pueden recuperar sus economías si son víctimas de los intermediarios y especuladores?Si lo único que tienen ahora es la venta de sus productos del campo ya que además, fuera de la finca el trabajo se ha escaseado, situación que -las comunidades sostienen- durará largo tiempo.

Aún con todo esto, debemos reconocer que Manabí es una provincia del Ecuador con características únicas para enfrentar éste terrible suceso. Primero, por la bondad de su gente, cuya solidaridad entre los mismos afectados ha estado presente todo el tiempo. Hablando del sector rural -que no es lo mismo que ocurre en los sectores urbanos- hemos quedado atónitos por la capacidad de autoabastecimiento alimentario debido a la alta diversidad de productos de la finca, fincas diversificadas y agroecológicas que contienen plátano, yuca, cacao, habas, frejoles, frutas de todo tipo, gallinas, chanchos, vacas, etc., donde muchas de ellas no sólo han servido para abastecimiento familiar, sino también para enviar alimentos como donación al pueblo más cercano, haciendo efectiva la soberanía alimentaria y mermando los impactos de la crisis alimentaria de éstos sectores, se podrían imaginar por unos minutos que hubiese sido del Ecuador si el epicentro del terremoto hubiese estado en otras provincias donde sólo se siembra banano, o arroz, o maíz en monocultivo, o peor aún en una de las grandes ciudades del país, muy vulnerables a cualquier acontecimiento catastrófico,¿Estaríamos preparados para abastecer de comidas y donaciones a 1 millón de ecuatorianos? Por ello, los campesinos de estas comunidades nos han mencionado en varias ocasiones que les hace falta aceite, sal, azúcar, legumbres de la sierra, pero de hambre no se han de morir, éste es un hecho importante que merece ser reconocido, estudiado y promovido.

En general, creemos que se han evidenciado los grandes problemas de la sociedad, debido al control privado de las cosas más importantes para la subsistencia humana, el agua y los alimentos, cuyos actores, los intermediarios manejan a su conveniencia el mercado, siendo los grandes beneficiarios de momentos vulnerables como éste. Además, las cosas se irán enfriando. El apoyo, las donaciones y los políticos oportunistas se irán retirando dado que el terremoto vivido en el Ecuador, -que muchos ecuatorianos no terminamos de creer, que aún nos parece una pesadilla o una película de terror- ya no estará en los titulares de la prensa, ni será el motivo de conversaciones y preocupación nacional, sin embargo, la crisis económica, alimentaria y laboral, continuará por mucho tiempo.

Primer listado de sectores aislados víctimas del terremoto que aún no han sido atendidos

A partir de éste pequeño análisis, la campaña ACCIÓN CAMPESINA ha determinado elaborar un plan de acción basado en la Producción Agroecológica y la Soberanía Alimentaria desde los siguientes puntos:

1. Contar con las organizaciones locales, y en caso de no haberlas promover algún tipo de organización o asambleas donde se puedan tomar decisiones y avanzar de forma organizada.
2. Cocinas comunitarias urgentes en varios puntos de sectores urbanos donde la crisis alimentaria se incrementa.
3. Centros de acopio, principalmente de azúcar, sal, aceite, fideos y algunos enlatados que desde la ciudad pueden donar para complementar la cocina familiar.
4. Canalizar el envío de agua potable, tanqueros, botellones, pomas, o de cualquier forma.
5. Apoyo desde las organizaciones campesinas del país, para la donación de productos del campo (hortalizas, frutas, legumbres, etc) que no se descompongan con facilidad, que sirvan para sostener las cocinas comunitarias, pero más aún para ser entregadas directamente a las comunidades colaborando para una alimentación balanceada, cabe recalcar que la mayoría de sectores rurales no necesitan cocinas comunitarias pero sí el abastecimiento de los víveres en éste primer momento de crisis económica.
6. Luego, trabajar en la implementación de mercados campesinos en éstas comunidades para hacer frente a la intermediación y especulación del precio de los alimentos, así como promover los mismos mercados pero priorizando a los campesinos de éstos sectores afectados en las ciudades más grandes, como Quito, Guayaquil, Cuenca y Ambato, con el fin de mejorar los ingresos de las comunidades y el rápido mejoramiento económico.
7. Promover la siembra de cultivos de ciclo corto, principalmente hortalizas, que son las que harían falta en las fincas para la dieta familiar.
8. Estudiar los sistemas diversificados agroecológicos de Manabí y su aporte a la crisis alimentaria suscitada en la provincia post-terremoto.
9. Lograr el compromiso de todos los actores públicos, privados, Universidades y ONGs que sientan la necesidad de apoyar a éstas comunidades de forma sostenida.

Sede de organizaciones campesinas que se encuentran a disposición como centros de acopio y/o albergue.

Por Richard Intriago
Presidente FECAOL

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Fuente: Cumbre Agraria Ecuador