Guatemala: el país más afectado por el sector energético en Latinoamérica
De las 258 comunidades indígenas en Guatemala impactadas por la presencia de proyectos en sus territorios, 223 son afectadas por la construcción de plantas hidroeléctricas.
Los proyectos hidroeléctricos son los que afectan a más comunidades indígenas en Guatemala, revela un estudio de la plataforma Derechos Colectivos Vulnerados en Pandemia.
La plataforma señala que 223 de las 258 comunidades impactadas por proyectos son afectadas por la construcción de plantas hidroeléctricas en sus territorios.
El estudio, realizado entre 2020 y 2021, puede revisarse a través de la plataforma impulsada por Rights and Resources Initiative (RRI) con el apoyo de Amazon Conservation Team (ACT).
Registro de proyectos
Guatemala registra en total 16 proyectos que impactan los territorios de comunidades indígenas de este país. De esos 16 proyectos, 7 pertenecen al sector energético y 7 al sector minero.
Pese a que ambas industrias registran la misma cantidad de proyectos, la industria energética es por mucho la que más impacta, pues afecta al 87% de las comunidades analizadas en la investigación.
Todos los proyectos energéticos registrados estuvieron relacionados con la producción de energía mediante plantas hidroeléctricas.
Estos proyectos son: el Complejo Hidroeléctrico Renace, Energuate, Hidroeléctrica Oxec I, II y III, Hidroeléctrica Pojom I y II y San Andrés, Hidroeléctrica Santa Rita, Hidroeléctrica HidroJuminá y Proyecto hidroeléctrico Canbalam.
En el caso de la industria minera, los siete proyectos registrados afectaron en su conjunto a 33 comunidades.
En estas comunidades se reportaron 22 ataques a defensores sociales, siendo la minería responsable del 50% del total de ataques a individuos durante la época de pandemia.
Derechos atentados
Los conflictos documentados dan cuenta de que los derechos a la defensa de la tierra ancestral, al dominio colectivo del territorio y al consentimiento libre, previo e informado, fueron los que más se vulneraron, siendo registrados en el 54% de los casos.
Asimismo, las formas más comunes de ataque fueron la invasión al territorio colectivo y las amenazas, presentes en el 58% de los casos, mientras que la agresión física y mental y los asesinatos se documentaron en un 46% y 38%, respectivamente.
De otro lado, la contaminación de las aguas y el daño a la biodiversidad fueron los principales impactos ambientales registrados durante la pandemia, apareciendo en el 85% y 46 % de los casos, respectivamente.
Mientras que los impactos sociales que más repercutieron fueron la alteración de la disponibilidad de agua (54%) y la alteración de medios de vida tradicionales (46%).
Fuente: Servindi