Frustrado sueño de un Paraguay libre de transgénicos, por Gustavo Alfaro R.

A finales de 1997 la Comisión Nacional Paraguaya de Bioseguridad, creada por decreto Presidencial, tenía por objeto conservar a Paraguay como país “Libre de Transgénicos”. Según fuentes no oficiales, de las 4.7 millones de toneladas de Soja producidas durante la presente zafra (año 2003), un 80% provendrían de semillas de origen transgénico y abrían ingresado en el país ilegalmente desde la Argentina

¿Quién permitió que estos cargamentos de semillas ingresaran impunemente en el territorio nacional? ¿Quién se hará responsable de los daños ecológicos y a la salud humana que representan? ¿No basta acaso con que niños mueran intoxicados por las altas dosis de pesticidas utilizados en estos cultivos? ¿Qué hace falta para que las autoridades competentes se hagan cargo de tal situación? ¿Dónde estaban la Comisión Nacional de Bioseguridad, las Ong´s, las Organizaciones Campesinas, las Escuelas, las Universidades, la Opinión Pública?

Pero ¿no estaré pecando de iluso? ¿Es que acaso las compañías precursoras en los años 50 de la “Revolución Verde”1 (que de verde tiene poco y si mucho de contaminación, explotación, extorsión, engaño y asesinato), con su carga de millones de dólares no han tomado ya las riendas del caso, colaborando con los que deben imprimir la firma que permite el ingreso de los cargamentos, declarando luego que nada saben y que el estado Paraguayo debe pagar un impuesto a los que desarrollaron la Soja RR “si es que se llega a constatar” que se ha utilizado este tipo de organismo?
Es un cinismo de esta magnitud el que queda en evidencia cuando nos enteramos que en el 29 de octubre de 2003 cargamentos de Soja Paraguaya por el orden de 1.000 toneladas fueron retenidas en el estado de Paraná, zona declarada libre de Transgénicos.

Se me ocurre tan solo un comentario para esta situación: ¡qué impotencia!

¿Qué puede hacerse frente a esto, en donde los poderosos ya marcaron las reglas y las leyes son papeles que no resguardan a nada y a nadie? ¿Quién devolverá limpias sus tierras a los miles de campesinos que deben abandonar a riesgo de sus vidas sus campos colindantes a los terratenientes Modificados Genéticamente, vendiéndolos a precios miserables?

Tal parece que no el estado Paraguayo, tampoco la Cámara de la producción de Oleaginosas, que ya está dispuestas a espaldas de toda ley y con la desfachatez del empresario para el cual el mundo es tan solo un producto desechable, a dar declaraciones como esta:

“Están dadas las condiciones para que nuestro país libere el uso de Transgénicos, aseguró el presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Ing. Cesar Jure Yunis. Según el empresario, el hecho de que Paraná no acepte estos productos obligará a realizar una separación entre los productos genéticamente modificados y los convencionales -¡es decir, que están las semillas mezcladas, signo de un total descuido, pasando a llevar cualquier principio de precaución. (2)

Señaló que existen mercados para los Transgénicos y también medios para exportarlos por el Río de la Plata. Aseguró que no hay restricciones para el consumo de estos productos en Europa, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Chile, China y varios otros. Afirmó que hay otros mercados que no los aceptan y que pagan una diferencia de 2 ó 3 dólares en el precio, aunque sostuvo que este aumento es insignificante y que no cubre los costos.

Según Jure, nuestro país comercializa por el estado de Paraná 1.300.000 toneladas de soja, de las 4,7 millones que produce. Empresas exportadoras tienen entre 100.000 y 150.000 toneladas de soja que deben comercializar a través del puerto de Paranaguá. Agregó que es posible redireccionar estas partidas por el Río de la Plata, en donde no existen limitaciones para el uso de Transgénicos.

Cuando se le preguntó si el Paraguay está colgado del Brasil en cuanto al tema Transgénico dijo: "Hay una medida provisoria que autorizó en Brasil el cultivo de Transgénicos, Paraná es el que restringió y es un producto importante para nosotros. Esto nos va a obligar a tomar ciertas medidas en el control de la producción". Los controles para diferenciar la soja implicarán para los exportadores un sobrecosto de entre 5 y 8 dólares por tonelada.

Se le preguntó si una posible autorización de Paraguay para el uso de Transgénicos significará problemas para la comercialización de soja contestó: "Creo que el problema es que hoy están los productos Transgénicos en el Paraguay sin control y es imposible controlarlos". Fuente: Diario ABC Color. Paraguay” (3)

Mientras el campesinado siga ignorante, mientras los latifundistas insistan en actuar a espaldas a la ley, amparados por un Estado que no defiende a sus habitantes, sino que vende sus tierras y la salud de su gente al mejor postor, expondremos nuestras semillas a una tiranía nunca antes conocida, una tiranía invisible que dejará cada vez más pobre a la población y cada vez más ricos a unos pocos.

El nuevo presidente de la República del Paraguay, en un gesto ejemplar, le demostraría al mundo su capacidad de liderar uno de los países con mayor biodiversidad del Planeta, ordenando la quema inmediata de todo material genéticamente manipulado que se utilice en el país, reanudar un plan nacional de apoyo al minifundio en temas como seguridad alimentaria, reforestación y manejo agroecológico de cultivos de autoconsumo y renta, con miras a los prometedores y solidarios mercados de Productos Orgánicos, para los cuales hay grandes consumidores interesados, como el Japones4. Que el interés de unos pocos y la ignorancia generalizada no desvíe tan importante tema dándole matices políticos o meramente económicos5. Es una catástrofe aún no evaluada que debemos afrontar a la brevedad posible.

Lic. Gustavo Alfaro R.
Psicólogo y Ecologista
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lahuertaeducativa@yahoo.com

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