Enseñanzas de Curitiba. Entrevista con Francisca Rodríguez: "es el conjunto de Vía Campesina que tiene como prioridad luchar contra Terminator"

Presentamos las reflexiones de Francisca Rodríguez, de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Anamuri) de Chile, tras haber obtenido la victoria de frenar Terminator en Curitiba, Brasil, en marzo de 2006, durante la octava conferencia de las partes del Convenio de Diversidad Biológica, conocida coloquialmente como cop8. Preparando la novena conferencia de las partes, su visión de conjunto puede iluminar el nuevo ciclo de movilizaciones.

Entrevista con Francisca Rodríguez

Enseñanzas de Curitiba

Lo que hizo a Curitiba tan particular fue que estábamos en medio de un conjunto de amenazas que se negociaban a nivel internacional, y teníamos una convergencia de movilizaciones de las organizaciones campesinas. En un mismo mes los gobiernos debatían sobre el agua, la tierra y la biodiversidad. Estábamos amenazados por distintos lados. Nos habíamos concentrado principalmente en las amenazas a la tierra que se negociarían en la Conferencia sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural y fuimos las mujeres las que dijimos que también había que movilizarse en torno a Terminator. Lo dijimos ya en una reunión que tuvimos en Venezuela. Esta preocupación de las mujeres fue natural, porque somos nosotras las que en la práctica defendemos y ejercemos la soberanía alimentaria. Los hombres asumen la soberanía alimentaria a nivel político, pero nosotras la asumimos también en la práctica, porque es parte de la esencia de nuestro trabajo, de lo que hacemos cada día. Por lo mismo, somos más sensibles a todo lo que la amenaza.

Más allá de quién tomó la iniciativa, lo importante es que convergieron distintos movimientos y acciones. Fue una convergencia no planificada. En marzo las mujeres de Vía Campesina en Brasil se movilizaron en Aracruz en defensa de la soberanía alimentaria, luego la Vía Campesina se movilizó en torno a la Conferencia de Reforma Agraria y también estuvieron las reuniones del mab y del mst. Las mujeres campesinas del Cono Sur decidimos realizar nuestra escuela de formación durante las movilizaciones de Curitiba; éramos mujeres de Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay movilizándonos cada día. Y durante las movilizaciones mismas fue muy importante la presencia permanente de un contingente de jóvenes del MST, junto con la presencia de los miembros de Vía Campesina de toda América y otros continentes.

La movilización también contó desde meses antes con gente de muchas otras organizaciones, que hicieron acciones distintas y nos ayudaron a hacer posible nuestra acción. La gente nos ayudó a conseguir las credenciales para entrar a las reuniones, o a hacer carteles, o nos ayudó a entender qué estaba pasando en cada lugar. Algunos alimentaron incluso nuestras discusiones. Sumamos muchas fuerzas, cada cual haciendo lo suyo, pero buscando un mismo sentido.

En torno a Terminator había una especie de cortina, mucha ignorancia, no había información, no sabíamos bien qué era, cuáles eran sus implicancias. Al principio costaba aceptar lo que estaba ocurriendo o podía ocurrir si se terminaba la moratoria a Terminator. Y para poder actuar como lo hicimos fue necesario entender profundamente qué significaba y cómo formaba parte de un cuadro mucho más grande de amenazas a la biodiversidad. Tuvimos que entender un conjunto de políticas empujadas desde nuestros gobiernos. Fue un aprendizaje tremendo, muy rápido, casi brutal, que fue posible porque estábamos a la expectativa, estábamos alertas. Y todo eso nos permitió entender que debíamos atajar al capital, que no mira nada, excepto la meta de la gran ganancia.

En conjunto fue un gran avance, porque además del triunfo de la movilización aprendimos mucho, avanzamos muy rápido. Nos dimos cuenta que había un conjunto de mujeres dirigentas capaces de construir propuestas y de tomar decisiones de acción. Y después, actuar de manera convergente. Las compañeras de Brasil que actuaron en Aracruz estaban ausentes de las acciones de Curitiba, porque en ese momento estaban sometidas a una fuerte represión, no pudieron asistir. Pero fuimos las otras mujeres las que actuamos y eso fue una verdadera hazaña.

El otro gran aprendizaje fue para Vía Campesina, que en conjunto se involucró en Curitiba sólo al final, porque muchos no lograban ver la importancia de lo que pasaría allí. Hoy la Vía Campesina está plenamente involucrada en la resistencia a Terminator, tiene como prioridad actuar frente a las amenazas de la próxima cop. Pero todos hemos avanzado en poder ver el conjunto de los acontecimientos. Ahora vemos que no es sólo la fao o sólo la COP del Convenio de Diversidad Biológica, sino el conjunto de la institucionalidad de Naciones Unidas que se pone al servicio de la OMC.

Nuestra lucha no va en un sólo sentido. No podemos decir que la Reforma Agraria o la tierra sea la única gran bandera de la Vía Campesina. Ésa es una lucha muy importante, pero nuestra lucha no puede ser parcializada. Tenemos que tener esa mirada amplia y aprender a sumar y a distribuir nuestras fuerzas. Y el triunfo es posible en la medida que entendamos a qué nos enfrentamos y en qué consiste la amenaza o la agresión. En Curitiba entendimos que debíamos detener un crimen contra la humanidad y así actuamos, convencidas de que teníamos que hacerlo, rompiendo muchos temores, poniendo en juego todo, sacando adelante capacidades y personalidades que no sabíamos que teníamos. Fue un autodescubrimiento de cada una de nosotras, que no nos permite mirar los errores, porque no logramos encontrar las cosas negativas, ya que hasta lo negativo se vuelve positivo. Eso, por la profunda emoción de saber que paramos un crimen, aunque sabemos que el crimen será nuevamente posible en cualquier momento.

Para la COP9, la responsabilidad principal deberá tenerla Vía Campesina Europa, tendrán que movilizar un contingente social importante. Pero debemos estar todos allí. América tiene que hacerse presente también. Y lo podemos hacer con una gran ventaja. Ahora ya no son sólo las mujeres que empujan. Ahora es el conjunto de Vía Campesina que tiene como prioridad luchar contra Terminator y un conjunto de organizaciones que están mejor preparadas o al menos más alertas. Hay mucha más conciencia sobre lo que significa Terminator. Nuestras posibilidades de movilizarnos efectivamente son mucho mayores.

Fuente: Revista Biodiversidad, sustento y culturas N° 55

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