El trabajo de las mujeres es fundamental en la construcción de la soberanía alimentaría

Idioma Español

En la previa a la quinta Conferencia Mundial de la Vía Campesina y de la cuarta Asamblea Mundial de las Mujeres del Campo, las mujeres del Caribe y América Latina realizaron los días 8 y 9 de agosto en Rosario el Seminario Internacional “Por un futuro sin Hambre, cambio climático: impacto en las mujeres y en la soberanía alimentaria”. Las mujeres de la CLOC (Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo) – Vía Campesina se reunieron en ese seminario para continuar el debate y la reflexión e intercambio de expereincias respecto de las luchas continentales que están teniendo. Reproducimos a continuación la ponencia leída por Francisca “Pancha” Rodríguez, chilena, integrante de ANAMURI(Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile).

MUJERES DEL CAMPO EN LUCHA POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA

Las mujeres del campo de la CLOC – Vía Campesina nos hemos reunido para continuar el debate y la reflexión que hemos desarrollado desde hace años. Hemos reafirmado que el capitalismo actualmente nos ataca con todos sus medios y sin escrúpulos, buscando nuestra desaparición como pueblos del campo, porque alimentamos a la humanidad sin depender del capital. Nos comprometemos a reforzar la lucha por nuestros derechos como mujeres y como pueblos, por seguir produciendo alimentos y proteger nuestras tierras y la naturaleza. No solo es necesario garantizar los alimentos para todos, sino también nuestros derechos al agua, la tierra, las semillas y a la defensa de nuestros territorios.

La soberanía alimentaria es un principio de carácter político que cuestiona al sistema capitalista en todas sus expresiones y busca la transformación de la sociedad. Plantea la necesidad de luchar contra las políticas neoliberales y por la defensa de la tierra y los territorios. Debemos por lo tanto continuar luchando contra las transnacionales y los acuerdos de libre comercio que han ido destruyendo la agricultura campesina, los territorios y los sistemas alimentarios locales. Nuestra lucha seguirá para impedir que se firmen nuevos tratados y para que se deroguen los ya firmados. También es fundamental la lucha contra la deuda externa como mecanismo de opresión que atenta contra nuestra soberanía como pueblos.

Luchamos también por un cambio profundo en los sistemas de producción y consumo y por la construcción de nuevas relaciones de producción y convivencia. Sabemos que el cambio climático es producto de los actuales patrones de producción, comercio y consumo y que sólo cambios radicales del capitalismo podrán dar una solución verdadera. Estamos luchando contra los monocultivos, los transgénicos, los agronegocios, el latifundio y la extranjerización de la agricultura y los territorios.

Estamos trabajando por la articulación política en torno a un proyecto de sociedad justa. Reforzaremos la articulación de las luchas de las mujeres y de las organizaciones en los distintos países, y buscaremos el diálogo entre campo y ciudad, con el fin de fortalecer y divulgar nuestras luchas y acciones.

Debemos fortalecer la lucha por la Reforma Agraria y en defensa de nuestra tierra y nuestros territorios. Debemos seguir luchando contra la apropiación privada de la naturaleza. El acceso a la tierra, el agua y los adecuados medios de producción es un derecho fundamental y seguiremos luchando hasta que se haga realidad para hombres y mujeres sin discriminación ni condicionamientos en contra de nosotras las mujeres. Es objetivo nuestro lograr que nuestras tierras y territorios sean inalienables, y el agua sea un bien natural inapropiable que todos debamos cuidar
El reconocimiento del trabajo de las mujeres y su justa valoración económica y social es uno de los fundamentos de la soberanía alimentaria. Seguiremos luchando contra la invisibilización de nuestro trabajo y nuestros muchos aportes al bienestar de nuestras familias y de la sociedad en general.

Nos comprometemos a continuar recuperando nuestras semillas, compartirlas, sembrarlas, y recrear prácticas de agricultura ecológica campesina. Trabajaremos por revalorar nuestra comida y nuestras formas de preparación, recuperando los sabores, aromas, colores y valores nutritivos de los alimentos que cultivamos.

Otra lucha clave es en contra de las transnacionales, las que están invadiendo nuestros territorios, acaparando el agua, explotando nuestro trabajo y destruyendo todo a su alrededor. Son los mayores causantes del cambio climático y hoy buscan hacer grandes negocios con el. Impediremos los agrocombustibles porque la agricultura debe ser fuente de alimentación.

Enfrentaremos el problema del envejecimiento de la población rural, y la falta de motivación para que los jóvenes se queden en el campo. Nuestras luchas también buscan que las y los jóvenes tengan acceso a la tierra y a condiciones dignas de vida, trabajo y producción. Las escuelas y la educación deben valorar nuestra cultura, recuperar y reproducir nuestros saberes y conocimientos y revertir la cultura consumista.

Los pueblos del campo sufrimos cada vez más la violencia por parte del capital. Expropian nuestra producción, explotan nuestro trabajo, nos expulsan de la tierra, nos envenena día a día, desprecian nuestra cultura y nuestros saberes, criminalizan nuestras organizaciones y luchas. Las mujeres somos agredidas además por la cultura patriarcal que sirve de fundamento al capitalismo. La agresión cotidiana ha enfermado a muchos y erosionado valores y formas de convivencia, haciendo que muchas veces la violencia se instale al interior de nuestras familias. Junto con enfrentar la violencia del capital debemos enfrentar la violencia domestica, que nos convierte a mujeres y niños en las principales víctimas y constituye otra de las formas perversas de aniquilarnos.

Nos comprometemos a fortalecer la movilización permanente, realizar ocupaciones y acciones concretas y llevar a cabo iniciativas de formación para la transformación de la realidad.

El 16 de octubre seguirá siendo el día de acción en defensa de la soberanía alimentaria, tanto para denunciar lo que está pasando, como para plantear nuestra propuesta de sociedad.

Continuaremos impulsando las alianzas con otros sectores, en particular con la marcha mundial de mujeres.

Desplegaremos la campaña contra todas las formas de violencia contra las mujeres. La campaña es parte integral de nuestras luchas y debe involucrarnos a todas y todos. Organizaremos la lucha contra la cultura patriarcal, por la independencia económica de las mujeres, por nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y por nuestra participación en los espacios de decisión.

ARTICULACION DE MUJERES DE LA COORDINADORA LATINOAMERICANA DE LAS ORGANIZACIONES DEL CAMPO (CLOC).

Fuente: Prensa de Frente

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