El pueblo Xinka de Casillas se organiza para la conservación del agua y el medioambiente

Idioma Español
País Colombia
Foto de Glenda Álvarez.

En la población Xinka de Casillas, Santa Rosa, la lucha por la conservación del agua, los bosques y el medioambiente ha cobrado un nuevo impulso gracias a un enfoque colectivo y sostenible en diversas iniciativas comunitarias. Reconocida legalmente como comunidad Xinka, su organización les ha permitido fortalecer su capacidad de gestión y defensa del territorio. A través de proyectos autogestionados, buscan no solo proteger el medioambiente, sino también mejorar la calidad de vida de sus habitantes, promoviendo el uso responsable de los bienes naturales.

Conservación del agua y los bosques: una prioridad comunitaria

En las aldeas de Corralitos, Volcancitos, Bejucal y Guacamayas en Santa Rosa, la escasez de agua potable ha sido un problema grave durante años. Los ríos cercanos, que históricamente abastecían a las comunidades, han sido contaminados por metales pesados y residuos industriales.

Además, la tala de árboles, tanto legal como ilegal, ha afectado la capacidad de los bosques para regular el ciclo del agua. Ante esta crisis, la comunidad Xinka de Casillas decidió organizarse para implementar el proyecto “Agua para mi pueblo”, cuyo objetivo es conservar los nacimientos de agua y garantizar un suministro constante para las familias.

Según Juan Rodríguez, presidente de la comunidad Xinka de Casillas, el proyecto comenzó en 2015 como respuesta a la falta de agua potable en varias aldeas, donde la única fuente disponible era el agua de lluvia.

Al identificar un nacimiento de agua en la zona, las comunidades se unieron, realizaron recolectas y buscaron apoyo para desarrollar un sistema que ahora les provee 4.000 litros de agua cada 22 horas, mejorando significativamente sus condiciones de vida. Además, han logrado reducir su dependencia de los ríos contaminados, que contienen arsénico, plomo, mercurio y otros metales peligrosos debido a las actividades del proyecto minero El Escobal, ubicado en el municipio de San Rafael las Flores.

Para reforzar sus esfuerzos de conservación, la comunidad Xinka ha adquirido tierras destinadas a reservas naturales y áreas protegidas para la restauración de ecosistemas. Por medio de la reforestación y la protección de nacimientos de agua han reducido su vulnerabilidad ante la escasez hídrica.

- Las autoridades de la comunidad Xinka de Casillas también han comenzado un proceso de reforestación para la protección de los nacimientos de agua. Foto de Glenda Álvarez

Desde 2015, han plantado más de 322.000 árboles de especies nativas como pino, ciprés y cedro, lo que ha contribuido a la recuperación de los ecosistemas locales y la retención de agua en la región.

Como parte de su compromiso ambiental, recientemente adquirieron cinco yardas de tierra para la creación de un vivero forestal y frutal, con el objetivo de producir plantas que permitan continuar con la reforestación y la conservación de especies nativas esenciales para la regeneración del bosque. De esta manera, la comunidad Xinka de Casillas no solo está asegurando el acceso a agua limpia, sino también restaurando su entorno y promoviendo la sostenibilidad a largo plazo.

Proyecto comunitario Café Xinka

Otra iniciativa clave impulsada por la comunidad Xinka de Casillas es el beneficiado de Café Xinka, un proyecto que fortalece la organización comunitaria, protege los bienes naturales y mejora la economía local mediante la producción sostenible de café. El beneficiado es el proceso por medio del cual se obtiene el grano de café a partir de la cereza.

El café ha sido un cultivo tradicional en la región de Casillas, pero en los últimos años la caída de los precios internacionales, las plagas y las enfermedades han impactado negativamente su producción. En respuesta, cinco familias productoras de la parte alta de Casillas se unieron en 2021 para transformar el café local y obtener mejores precios, asegurando recursos para salud, educación y bienestar familiar.

En 2022 introdujeron una biofábrica para producir insumos orgánicos como insecticidas, fungicidas y biopreparados, reduciendo la dependencia de agroquímicos y protegiendo el suelo y las fuentes de agua.

Actualmente, 25 familias organizadas han procesado 2.000 quintales de café durante el período 2022-2023, vendiéndolo principalmente a compradores en Canadá. Este modelo ha mejorado la economía local y generado empleos, fortaleciendo la organización comunitaria y promoviendo tecnologías sostenibles.

Llamado a la colaboración y unidad

Daniel Orantes, vicepresidente de la comunidad Xinka de Casillas, destacó los avances logrados y los retos que aún enfrentan. La creación de reservas naturales, un esfuerzo iniciado en 2015, es uno de sus mayores logros. “Hoy en día, ya hemos concretado tres reservas naturales, lo que ha sido un gran avance para la comunidad”, señaló.

Sin embargo, la tala ilegal sigue siendo una amenaza para la región. Para contrarrestarla, las comunidades han optado por establecer viveros y motivar a sus habitantes a participar en la reforestación. “Nuestro objetivo es que nuestras montañas no mueran. Hemos perdido mucha cobertura forestal, pero estamos decididos a restaurarla”, afirmó Orantes.

El vicepresidente también resaltó la importancia del reconocimiento legal que recientemente ha obtenido la comunidad Xinka de Casillas. “Hoy somos una comunidad Xinka reconocida legalmente, lo que nos permite gestionar proyectos de mejor manera y fortalecer nuestra lucha por la conservación del territorio”, explicó.

El proyecto proveerá de agua potable a las poblaciones del pueblo Xinka de Casillas. Foto de Álvarez

A pesar de los avances, Orantes subrayó la necesidad de apoyo continuo. “Todo lo que hemos logrado hasta ahora ha sido gracias a nuestro esfuerzo y el respaldo de algunas organizaciones locales. Pero para continuar, necesitamos más apoyo económico y logístico”, indicó.

La comunidad Xinka de Casillas está abierta a la colaboración de organizaciones nacionales e internacionales que deseen sumarse a su causa. Orantes concluyó con un mensaje de invitación: “Estamos comprometidos con nuestro territorio y con el bienestar de las futuras generaciones. Si hay organizaciones interesadas en conocer nuestro trabajo y colaborar con nosotros, siempre estamos dispuestos a recibirles y seguir construyendo un futuro sostenible”.

Con proyectos como Agua para mi pueblo y la reforestación de sus tierras, la comunidad Xinka de Casillas demuestra que la organización y la acción colectiva pueden marcar una gran diferencia en la preservación de los recursos naturales, asegurando un futuro más justo y sostenible para la región.

Fuente: Prensa Comunitaria

Temas: Defensa del Territorio

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