Dos municipios en La Paz logran mantener sus territorios libres de minería y buscan extender su cruzada

Idioma Español
País Bolivia

Los municipios de Palos Blancos y Alto Beni, en el departamento de La Paz, han logrado que se aprueben leyes municipales y departamentales para que se frene la actividad minera en sus localidades. Se ubican en la cuenca del río Beni y ahora impulsan una ley nacional contra la actividad extractiva. Las comunidades campesinas de estos municipios se dedican al cultivo de cacao, banano, cítricos y otros productos. Lo hacen bajo sistemas agroforestales, que, aseguran, les permiten combatir las enfermedades de los monocultivos.

La batalla empezó en 2017, cuando los habitantes de los municipios de Alto Beni y Palos Blancos, en el departamento de La Paz, se dieron cuenta de que operadores mineros ingresaron a los territorios que habitaban en la cuenca del río Beni. En ese momento decidieron poner freno a los intereses de las cooperativas mineras que pugnaban por extraer el oro del río y decidieron frenar cualquier intento de explotar la zona.

“Sabíamos que todo el río de Alto Beni estaba cuadriculado y la AJAM [Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera] había autorizado la cuadriculación de ese arroyo. Fue entonces que tomamos más impulso para aprobar la ley de cero minería”, recuerda Herminio Mamani, presidente de la Central de Cooperativas El Ceibo, una federación que reúne a 48 cooperativas productoras y exportadoras de cacao con más de 1300 familias asociadas. Esta decisión de impulsar las leyes empezó entre 2019 y 2020, comenta el dirigente.

Cómo dice Mamani, las comunidades campesinas de Palos Blancos y Alto Beni decidieron impulsar leyes que frenen el avance de la minería. El primer paso fue impulsar una ley municipal. Lo consiguieron el 19 de marzo de 2021 cuando la Municipalidad de Palos Blancos promulgó una norma que lo declara municipio agroecológico, productivo y libre de contaminación minera en el marco de la seguridad alimentaria. Meses después, el 20 de julio de 2021, Alto Beni hizo lo mismo y emitió la ley que declara al municipio ecológico y libre de la actividad y contaminación minera.

“Los dos municipios aprobaron la ley que los declara libres de contaminación minera”, celebra Mamani. Pero los esfuerzos no quedaron ahí y junto con la Defensoría del Pueblo presentaron una Acción Popular que resultó favorable para los municipios. Además, impulsaron una ley departamental y están promoviendo una ley nacional.

Esfuerzos por frenar la minería

“Me siento bendecida. Es un lugar espectacular. Ser parte de proteger esta naturaleza es sentirte especial, ser parte de toda esta gente que tienen ese mismo pensamiento”, cuenta Nancy Chambi, presidenta del concejo municipal de Alto Beni, quien también forma parte de las cooperativas productoras. “Cuando se llevaron adelante las leyes, no hubo ninguna persona que se interponga. Todos hablábamos de tener municipios libres de minería”, asegura.

El propósito de la gente de Alto Beni es conservar para garantizar el futuro. Más allá del tema económico, está el tema de la naturaleza, el tema del ambiente, el tema del agua, dice Chambi sobre lo que hasta ahora han conseguido. “De verdad le digo que se siente uno tan alegre de poder ser parte de todo esto, de poder congeniar con la gente que ellos mismos te impulsan. En muchos lugares hay conflictos y la gente tiene diferentes intereses, pero el municipio de Alto Beni tiene un solo interés: producir, vivir bien y garantizar el día de mañana con todo lo que es la naturaleza”, afirma.

- El banano es uno de los cultivos que exporta la Central de Cooperativas El Ceibo. Foto: cortesía Municipalidad de Alto Beni

Chambi recuerda cómo las cooperativas mineras intentaron establecerse en el río Boopi, una afluente del Beni. “Eso ocasionó que la gente se levante y vayamos a sacarlos del lugar. Nosotros tenemos vocación para el cultivo del cacao, que actualmente se está exportando. Eso quiere decir que tenemos que cuidar el sistema ecológico”.

El trabajo ha sido entre los dos municipios y toda la población para conseguir la legislación que mantenga sus territorios libres de minería. Así, luego de que se promulgaran las leyes municipales, se impulsó la ley departamental. El 7 de marzo de 2024 la Asamblea Legislativa Departamental de La Paz promulgó la ley que declara los municipios de Palos Blancos y Alto Beni, de las provincias de Sud Yungas y Caranavi, del departamento de La Paz, “municipios agroecológicos productivos con recursos hídricos libres de actividad y contaminación mineras”.

La ley también indica que esta decisión se toma a “fin de preservar los derechos de las futuras generaciones”. Según el documento de la ley aprobada el objetivo es “precautelar la producción agroecológica, seguridad y soberanía alimentaria promoviendo el consumo y la comercialización local, departamental, nacional e internacional”.

Las comunidades campesinas de las provincias de Sud Yungas y Caranavi, del departamento de La Paz, tienen larga tradición agrícola. Herminio Mamani dice que ambos municipios —Palos Blancos y Alto Beni— son potenciales en producción de cacao, banano, cítrico y otros cultivos. “Nosotros nos dedicamos a una producción ecológica o producción orgánica. No utilizamos para nada los químicos, producimos naturalmente. Y actualmente enviamos camiones llenos de esos productos a la ciudad de La Paz y a otros departamentos para abastecer a mercados grandes”.

Mamani hace hincapié en que sus cultivos son agroforestales, además de que cuidan el agua y el ambiente, también se someten a auditorías para las certificaciones internacionales.

- Los municipios de Palos Blancos y Alto Beni han logrado una ley departamental que los declara libres de minería. Foto: cortesía Municipio de Palos Blancos

El presidente de El Ceibo señala que desde 2000 han aumentado su producción de cacao, que en ese momento alcanzaban los 15.000 quintales (un quintal equivale a 100 kilos) y que fueron subiendo a  19.000 (1.900.000 kilos), 20.000 (2.000.000 kilos) quintales  hasta llegar actualmente a los 45 000 quintales (4.500 000 kilos) de cacao, aproximadamente.

“Tenemos certificaciones porque nuestros cultivos están libres de contaminación, nada de mercurio, de lo contrario hubiéramos perdido tanta producción. Por eso hemos luchado”, reafirma Mamani, y agrega que no solo producen para exportación, sino también cultivan otros productos para el consumo y la alimentación familiar. “Siempre cultivamos maíz, yuca, todos los cultivos que son anuales y que aportan en la alimentación de nuestros asociados”. Las más de 1300 familias productoras que forman parte de El Ceibo sustentan sus ingresos económicos en cultivos como el cacao.

Un proceso que crece

“Nuestros primeros habitantes no tenían mucha noción de lo que es cultivar y establecieron parcelas de monocultivos, despejando todo el área, exponiendo el suelo al sol, a las lluvias, y degradando la tierra. Pero eso nos ha enseñado. Hoy ya tenemos un sistema de producción agroforestal, hemos entendido que cuidando el suelo es posible aprovechar los cultivos, tener economía y hasta industrializar”, cuenta el alcalde Alto Beni, Beltrán Márquez, cuando recuerda cómo hace unos 60 años llegaron los primeros migrantes interculturales a esta zona de La Paz.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la agroforestería es un grupo de prácticas y formas de producción, que combina la siembra de cultivos y árboles forestales con la aplicación de prácticas de conservación del suelo.

Mázquez sostiene que su comunidad está plenamente convencida de que cuidando el ambiente pueden mantener un sistema de producción agroforestal, que no permite que las enfermedades puedan propagarse como sucede con la producción de un monocultivo. “Hemos visto cosas muy interesantes, por ejemplo, para el banano y la sigatoka, una enfermedad que ataca a este monocultivo. Cuando cultivamos en un sistema agroforestal, vemos como las hojas y los frutos van creciendo y madurando sin problema. Eso nos lleva a pensar que es posible e interesante producir en ese sistema”.

Márquez comenta que han sido testigos de cómo en otros municipios donde se ha establecido la minería, “se trabaja de día y de noche con maquinaria pesada, destruyendo y haciendo que el caudal del río se modifique, provocando inundaciones de otras áreas con impactos sociales negativos”.

El alcalde de Alto Beni también menciona que actualmente se está promoviendo una ley nacional en coordinación con la Central de Cooperativas El Ceibo y organizaciones no gubernamentales. “Estamos fundamentando todo con informes técnicos”.

Fátima Monasterio, abogada e investigadora de la Fundación Solón, señala que se está “promoviendo una ley nacional que permita garantizar que el Gobierno y el ministerio de Minería y Metalurgia restrinja, definitivamente, estas áreas y ya no las considere como posibles espacios para otorgar derechos mineros. El proyecto de ley, según explica la abogada, planeta modificar la ley minera para que otros municipios y territorios similares puedan plantear restricciones a la actividad minera para salvaguardar sus sistemas productivos incompatibles con la minería.

- Autoridades Municipales y dirigentes sociales de Palos Blancos y Alto Beni en el exterior de la oficina de la AJAM. Foto: cortesía FOSPA Bolivia

En agosto de 2024, la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) suspendió todos los trámites que se habían iniciado para autorizar y entregar concesiones mineras en los municipios de Palos Blancos y Alto Beni. Esta decisión se adoptó como respuesta a la sentencia de 2023 de la Acción Popular presentada por la Defensoría del Pueblo en contra de la AJAM.

En la resolución se indica que que se deja sin efecto cualquier acto administrativo que lesione o afecte un derecho propio de la región de Palos Blancos y Alto Beni, considerando las afectaciones al ambiente, el río Beni, el derecho a la vida y la convivencia en armonía con la naturaleza.

La medida de AJAM también respondía a las leyes municipales adoptadas en 2021 y a la ley departamental aprobada en marzo de 2024, normas que declaraban a estos municipios libres de contaminación y actividad minera.

Monasterio recuerda que cuando se impulsó la ley departamental, se solicitó información a la AJAM, y fue en ese momento que se conoció que había 60 trámites administrativos en curso para solicitar derechos mineros en ambos municipios. Con la resolución de AJAM estos trámites se han detenido.

“Hemos empezado a articular con otros municipios y estamos en un proceso de intercambio de experiencias. Otros municipios y territorios indígenas se están sumando también a esta iniciativa de municipios agroecológicos y ecoturísticos, libres de minería”, precisa Monasterio.

Fuente: Mongabay

Temas: Crisis capitalista / Alternativas de los pueblos, Minería

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