Derechos de los Pueblos Indígenas y comunidades locales para garantizar el bienestar de los bosques y la biodiversidad
Los bosques manejados tradicionalmente en territorios controlados por Pueblos Indígenas y comunidades locales (PICL) son un aporte vital a la conservación de la biodiversidad. Son claves para las luchas por la justicia climática y para evitar la desaparición y extinción de la biodiversidad
Estos territorios sin embargo, y en buena medida debido a su riqueza natural, están constantemente amenazados para llevar a cabo distintas actividades como minería, tala, explotación del subsuelo, y conservación bajo esquemas que expulsan pueblos. Estas amenazas en muchos casos se hacen realidad debido en parte a la ausencia de políticas públicas que reconozcan la importancia del manejo, uso y conservación de los bosques por PICL y sean a la vez respetuosas de sus derechos colectivos a esas prácticas y territorios y los fortalezcan.
Según el Grupo de Trabajo en Derechos Humanos y Biodiversidad:
“Los derechos humanos y un planeta sano son cuestiones interdependientes. Para tener un medioambiente seguro, limpio y sano, debemos respetar, proteger y satisfacer los derechos humanos. Para ejercer nuestros derechos humanos, debemos curar al planeta, protegerlo y vivir sosteniblemente en él”.
En este documento utilizamos los siguientes conceptos:
1. TICCA es el acrónimo de territorios y áreas conservadas por PICL y, a menudo, también se los denomina territorios de vida.
2. Manejo comunitario de bosques (MCB) es el concepto que Amigos de la Tierra Internacional (ATI) utiliza como sinónimo de TICCA. Para ATI, el MCB es una práctica histórica, tradicional, colectiva y arraigada en una visión de mundo. El MCB implica control territorial y hace referencia al territorio como un todo, incluyendo no sólo el bosque sino otros bienes de la naturaleza. El MCB implica elementos de conocimiento tradicional, organizativos, culturales, espirituales, integrales y otros
3 Utilizamos PICL: reconocemos que aun cuando a nivel internacional han ocurrido desarrollos importantes al respecto de los derechos de Pueblos Indígenas, no ha sido ese el caso para las comunidades locales. Consideramos que utilizar el término PICL, que abarca ambos conceptos y refleja muchos años de lucha de los Pueblos Indígenas por su reconocimiento, no socavará sus derechos. Al contrario, los derechos de las comunidades locales tienen que reconocerse, como ya ha ocurrido con las comunidades campesinas.
1. Autodeterminación y autonomía
El derecho a la autodeterminación y autonomía es de gran importancia para los PICL. Garantiza que estos puedan organizarse internamente en la forma que deseen y que puedan tomar decisiones sobre su futuro en función de sus propias visiones y metas. Esto conlleva decidir sobre el uso de su territorio y los bienes de la naturaleza que allí se encuentran, lo que es clave para los TICCA.
El derecho a la libre determinación y autonomía se viola cada vez que los gobiernos toman unilateralmente decisiones que afectan directa o indirectamente a los PICL y sus tierras y territorios –ya sea permitiendo que se lleven a cabo proyectos específicos en esas tierras y territorios—u otro tipo de decisiones que afectan los derechos de los PICL. La resistencia y lucha contra estas decisiones y por la reivindicación de sus planes de vida ha conllevado la represión, criminalización y numerosas violaciones a sus derechos, incluyendo sus derechos a la vida y a la integridad física.
2. Participación en la toma de decisiones
Los PICL tienen derecho a participar en la toma de decisiones sobre actividades o proyectos que les afectarán en el uso de sus territorios o bienes de la naturaleza, o en lo que atañe a sus derechos. En principio, a través de este proceso primero se informaría a la comunidad o Pueblo Indígena, que luego discutiría y daría su decisión sobre esa política o proyecto.
Para que la participación sea efectiva deben brindarse las condiciones necesarias para que dicha participación sea libremente determinada (es decir sin coerción) y que surja de un acuerdo en la comunidad. Además, la comunidad o Pueblo Indígena deberán disponer de la información necesaria para comprender la propuesta (del proyecto o política que les afectaría). Eso implica tener acceso a la información previo a la toma de decisión; que la información se les entregue en el idioma que comprenden; tener acceso a los medios necesarios para comprender información técnica; y que se respeten sus procesos y tiempos de discusión. Este proceso de discusión interna ha de ocurrir antes de que se dé inicio a la ejecución de cualquier proyecto o política, y tiene que conducirlo el propio PICL. Finalmente, la decisión tomada por la comunidad o Pueblo Indígena siempre tiene que respetarse.
3. Tierra y territorio
La tierra y el territorio son necesarios para que existan TICCA. Los derechos tanto a la tierra como al territorio son por ende centrales.
La tierra y los territorios de los PICL es donde se materializan diversos conflictos; también son donde se expresan y realizan varios derechos colectivos y humanos. La defensa de la tierra y el territorio es central en la vida de los PICL y es además el foco de muchas luchas comunitarias. Los PICL tienen derecho al control de sus territorios, y dichos territorios tienen que ser delimitados por el Estado y resguardados de cualquier intento de apropiación o uso por terceros.
La tierra también es central a los derechos económicos y, al estar ligada a la identidad de diversos pueblos, se relaciona con los derechos sociales y culturales. Los aspectos de derechos humanos relacionados con el derecho a la tierra tienen que ver con el desarrollo, la autonomía y la autodeterminación, la reducción de la pobreza, la construcción de la paz, la prevención de desastres y la reconstrucción, así como la planificación urbana y rural. La tierra ocupa un lugar central hoy en día en los debates en torno a la seguridad alimentaria, el cambio climático y la urbanización. A diferencia de otras comunidades locales, los Pueblos Indígenas y las comunidades campesinas cuentan con marcos jurídicos a nivel internacional y nacional (en muchos países) que resguardan sus derechos.
Los conflictos en torno a la tierra de PICL a menudo se generan porque se imponen derechos individuales y una visión ajena a la cosmovisión, historia o forma de vida del Pueblo Indígena o de la comunidad campesina o local. Esto va de la mano con la falta de reconocimiento de sus derechos colectivos sobre la tierra y el territorio; en la gran mayoría de países, las tierras y territorios están o en manos del Estado, o no han sido delimitadas, o no todo el territorio en cuestión está bajo el control de PICL.
4. Conservación y restauración guiada por PICL
Los PICL contribuyen a la conservación de los bosques y la biodiversidad mediante sus prácticas de gestión de los territorios. Dichas contribuciones han sido reconocidas en el Marco Mundial de Biodiversidad (GBF) y por numerosos estudios e instituciones.
Con este reconocimiento, la falsa diferenciación entre conservación y gestión comunitaria de bosques y biodiversidad por PICL tendría que darse por superada y, por lo tanto, debe predominar un enfoque de la conservación basado en derechos. La expulsión de PICL de sus territorios para dedicarlos a la conservación, con la consiguiente violación de los derechos colectivos, tal y como lo hemos presenciado en varios países, no debe repetirse en el futuro.
La conservación y manejo comunitario de bosques incluye prácticas de restauración de bosques y biodiversidad de los PICL. Además de estar bajo el control de PICL y desarrollarse en sus tierras, estas prácticas se caracterizan por permitir la regeneración natural de algunas áreas, concomitantemente con la siembra y/o manejo de algunas especies forestales específicas nativas de la zona
5. Protección del conocimiento tradicional y la cultura de los PICL
El patrimonio cultural de los Pueblos Indígenas comprende manifestaciones tangibles e intangibles de sus modos de vida, sus visiones del mundo, sus realizaciones y su creatividad, y debe considerarse una expresión de su libre determinación y de sus relaciones espirituales y físicas con sus tierras, territorios y recursos.
Si bien el concepto de patrimonio abarca las prácticas tradicionales en un sentido amplio e incluye el idioma, las artes, la música y más, para los PI, la conservación del patrimonio está profundamente arraigada y ligada a la protección de los territorios tradicionales. El patrimonio cultural indígena es un concepto holístico e intergeneracional basado en valores materiales y espirituales comunes influidos por el entorno. También incluye el patrimonio biocultural y los sistemas tradicionales de producción de alimentos. Este patrimonio cultural entraña los valores colectivos que caracterizan a los PICL y está fuertemente arraigado en el territorio.
6. Derecho al bienestar
Por bienestar comunitario, entendemos la calidad de vida que tiene la comunidad y la obligación que tiene el Estado para con las comunidades, como con el resto de la sociedad, de proveer servicios públicos y trabajar para mejorar la calidad de vida respetando a su vez el derecho a la autodeterminación.
Hay varios derechos que están relacionados con el derecho al bienestar, tales como el derecho de las comunidades a realizar actividades económicas propias y solidarias; los derechos a la tierra y el territorio, que pueden incluir el derecho al intercambio o venta de productos elaborados a partir de diversos elementos del bosque con el fin de satisfacer y mejorar la calidad de vida; y el derecho a realizar actividades que generen ganancias económicas, entre ellas la producción de artesanías o la venta de otros productos.
7. Justicia de género
La justicia de género es esencial para Amigos de la Tierra Internacional ya que para lograr la justicia social y ambiental tenemos que luchar contra todos los sistemas de opresión.
Estos abarcan todos los sistemas que desvalorizan y explotan a las mujeres, los pueblos y la naturaleza. Las mujeres a menudo están al frente de las luchas y procesos por la protección, cuidado y defensa de los bosques y la biodiversidad. Además, son quienes sufren los mayores impactos de la destrucción de los bosques y la biodiversidad. Esos impactos abarcan desde amenazas a la vida de las mujeres (a veces son asesinadas o sufren daños físicos o psicológicos en el transcurso de sus labores de defensa); la apropiación de sus conocimientos tradicionales; la pérdida de identidad cultural; y el debilitamiento de sus procesos organizativos y los de la comunidad en su conjunto.
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