Declaración política del III Campamento de la Juventud de CONAMURI
"Nos reconocemos en la clase trabajadora como sector organizado fundamental, con la responsabilidad de perfeccionarnos para contribuir efectivamente en el desplazamiento del modelo vigente en el país y el mundo, la sociedad capitalista neoliberal, que facilita la corrupción de las mentes de la mayoría de los y las jóvenes, en el campo y en la ciudad, haciéndoles perder su sentido de identidad y degradar su escala de valores."
DECLARACIÓN POLÍTICA DEL III CAMPAMENTO DE LA JUVENTUD DE LA CONAMURI
“Juventud en rebeldía construyendo soberanía”
Los días 24, 25 y 26 de septiembre de 2010, en el local de Semilla Róga, Distrito de Repatriación, Departamento de Caaguazú, las y los jóvenes de la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (CONAMURI), la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC), la Coordinadora de Organizaciones Sociales de Repatriación (COSOR), la Organización de Lucha por la Tierra (OLT), el Movimiento Agrario y Popular (MAP) y el Movimiento Campesino Paraguayo (MCP), y tras profundizar la reflexión acerca de nuestra realidad inmediata, en procura de fortalecer la Soberanía Alimentaria, en el marco de la Campaña Nacional por el Rescate y la Defensa de las Semillas y Plantas Nativas y Criollas, manifestamos lo siguiente:
Nos reconocemos en la clase trabajadora como sector organizado fundamental, con la responsabilidad de perfeccionarnos para contribuir efectivamente en el desplazamiento del modelo vigente en el país y el mundo, la sociedad capitalista neoliberal, que facilita la corrupción de las mentes de la mayoría de los y las jóvenes, en el campo y en la ciudad, haciéndoles perder su sentido de identidad y degradar su escala de valores, creando confusión y alienamiento a través del consumismo y la propaganda.
Nos reconocemos también como agentes del cambio, con el derecho y la obligación de participar del proceso político actual que vive el Paraguay en el contexto regional con sus circunstancias históricas actuales, lo cual permite que gobiernos progresistas se instalen apostando por otro modelo de sociedad, con más justicia social y equidad de género.
Creemos en la importancia de la participación de los y las jóvenes en todo el proceso eleccionario de autoridades locales, que aspiran a sustentar un modelo más inclusivo y participativo, donde seamos parte activa de las políticas públicas, y no dejarnos engañar por los partidos de derecha, que mantuvieron a la juventud fuera de todas las decisiones que nos afectan, empeorando nuestra condición de jóvenes. Por lo tanto, urge la creación de mecanismos y canales de control ciudadano y fiscalización de las gestiones administrativas de quienes serán futuras autoridades municipales.
Declaramos nuestro derecho y obligación de conocer nuestra realidad, tenemos que despertar, informarnos y estar interesados e interesadas, en nuestra formación política. Nuestro aporte aviva la lucha de las organizaciones campesinas e indígenas con entusiasmo, mística y energía. Solo la juventud podrá mantener este proceso de cambio que vive nuestro Paraguay frente a los grandes desafíos de la clase trabajadora, involucrándonos en los hechos políticos y discutiendo colectivamente el proyecto socialista que queremos.
Ante el calentamiento global de nuestro planeta, que amenaza con la eliminación de toda forma de vida posible, rechazamos categóricamente toda modificación genética de las semillas, plantas, animales y seres humanos a través de la imposición de las empresas multinacionales dedicadas a los agronegocios, que tanto daño está ocasionando a la Madre Tierra. Solo con el concurso y las acciones de la juventud organizada, inserta en el movimiento popular, podemos revertir estas amenazas y plantear un modelo diferente que permita la continuación de la vida, sin agrotóxicos, sin transgénicos, apostando por la Agroecología y la Soberanía Alimentaria, Soberanía Territorial y la Soberanía de nuestras culturas como sociedades campesinas e indígenas.
Así también, repudiamos enérgicamente el ingreso y cultivo de las semillas de maíz transgénico, con el consecuente uso de los paquetes tecnológicos, cuyos efectos sobre la biodiversidad, los cursos hídricos, la fauna, el suelo y la población humana son conocidos por quienes las sufren, más allá de estudios “científicos” que engañan a los consumidores con análisis parcialistas que son difundidas por la prensa comercial.
Frente a esto, respaldamos el estudio y la aprobación del Proyecto de Ley de Protección de Variedades Locales de Maíz, ya que el maíz es nuestra fuente primaria de alimentación y trabajo desde tiempos históricos y es parte de nuestra cultura y tradición. Apoyamos, así también, el crecimiento de Semilla Róga, como un espacio de conservación y rescate de las semillas propias de nuestro territorio, ante la invasión de aquellas que sólo traerán miseria, hambre, desempleo, desarraigo y más desigualdad social.
“Ñamombarete ñane ñemitŷ oĩ haĝua tekokatu”
Dada en Santory, Departamento de Caaguazú, el día 26 de septiembre de 2010