Declaración oficial de Chake Ñuha - Seminario Nacional sobre las trampas del agrocombustible y los servicios ambientales en el Paraguay
"El auge de la superficie cultivada con plantas energéticas solo se puede realizar a través de una expansión exponencial de monocultivos en gran escala a cuenta de la tala de los remanentes del bosque, sustitución de cultivos ya existentes o expulsión de pequeños productores campesinos e indígenas. Esta expansión de por sí significa más consumo de combustibles fósiles y emisión de dióxido de carbono de lo que se espera generar y ahorrar con los agrocombustibles"
Paraguay se ha puesto como meta el exportar agrocombustibles a corto plazo. Los planes son exportar al menos 50 millones de dólares en el término de cuatro años, y simultáneamente dejar de importar por lo menos 150 millones de dólares de carburantes fósiles en el mismo período. Según ciertas investigaciones científicas este cálculo no sale; investigadores como Pimentel afirman una ecuación energética negativa en la producción de agrocombustibles porque necesitan más insumos fósiles para producción, elaboración y transporte que emiten después en la combustión en el motor del coche.
El auge de la superficie cultivada con plantas energéticas solo se puede realizar a través de una expansión exponencial de monocultivos en gran escala a cuenta de la tala de los remanentes del bosque, sustitución de cultivos ya existentes o expulsión de pequeños productores campesinos e indígenas. Esta expansión de por sí significa más consumo de combustibles fósiles y emisión de dióxido de carbono de lo que se espera generar y ahorrar con los agrocombustibles.
La expansión del monocultivo es la causa directa de la grave situación que vive actualmente la mayoría del pueblo paraguayo, con una economía volcada a la exportación de soja forrajera, con un costo en salud de miles de personas contaminadas, la casi desaparición del Bosque Atlántico con la consecuente pérdida de biodiversidad, la disminución del empleo rural y la pérdida de la cultura indígena y campesina, un constante éxodo del campo a la ciudad donde los emigrantes rurales se enfrentan a la miseria y el desempleo. Las cifras de crecimiento macroeconómico no significan una mejora de las condiciones de vida de la mayoría si no el enriquecimiento desmedido de una delgada capa social egoísta y sus aliados transnacionales.
Planteamos un rechazo a todas las medidas políticas y económicas que promueven el desarrollo de agrocombustibles y la expansión de monocultivos de gran escala:
1- Rechazamos la renovación de la ley de biocombustibles que solo significa alivios fiscales para que las transnacionales instalen la infraestructura necesaria para profundizar el saqueo de nuestros Recursos Naturales. Esta nueva industria no implica ningún progreso para la población, repite el esquema de los silos de soja transgénica, son industrias sin trabajadores que se alimentan de un agro sin agricultores. Tal como el modelo sojero que se ha expandido sin contribuir a las mayorías, ahora Paraguay se vende a los nuevos agronegocios energéticos con la presión fiscal más baja de la región y ofreciendo sin mayores escrúpulos, los remanentes de bosques y las tierras de las comunidades campesinas e indígenas.
2- Denunciamos la “Alianza del Etanol” y la propuesta de que Paraguay suministre al alcoducto brasileño por ser este un proyecto que tendrá graves consecuencias en la población y el medio ambiente. Esta alianza estratégica con el Brasil en la producción de alcohol carburante, es para la exportación a EE.UU., Europa y Japón. Los acuerdos económicos sobre agrocombustibles de Paraguay con EEUU y la Unión Europea están en la misma línea.
3- Asimismo denunciamos el Primer Congreso Americano de Biocombustibles a realizarse entre el 10-12 de Mayo en Buenos Aires, Argentina[1], donde participarán el ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore; el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana; el ex Embajador de Estados Unidos en Chile, Gabriel Guerra Mondragón y Alberto Moreno, director ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este evento parece ser la presala del remate de los recién inaugurados fondos del BID, fondos que se estiman pueden llegar a un monto de US$ 200.000 millones para aprovechar y dominar la producción de los agrocombustibles. El mismo BID junto con el gobierno de Brasil estrechamente ligado al empresariado paulista y de los EEUU aunarán este fondo.
4- No se reconoce que estas estrategias implican inherentemente expansión de infraestructura de comunicación, tales como carreteras, puertos, ductos etc que promoverán mayor deforestación y no resolverán los obstáculos de comercialización y aislamiento que sufren los campesinos e indígenas paraguayos. Esta expansión de infraestructura implica la concreción del mega proyecto del IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana).
5- Este desarrollo de mercado no es para resolver la pobreza del país ni para aliviar el cambio climático, aspira esencialmente a abastecer el nuevo mercado de la industria automotriz del norte especializado en agrocombustibles y tampoco resuelve la dependencia del Paraguay de importaciones de combustibles fósiles.
6- Asimismo, rechazamos todas las propuestas de implementación de servicios ambientales por que son estrategias maquilladas para expropiarse de nuestros recursos naturales y territorios.
Nuestra propuesta es:
1- Que las políticas públicas favorezcan la permanencia de las comunidades rurales e indígenas, apostando por su desarrollo comunitario y territorial con una reforma agraria integral y la recuperación de la Soberanía Nacional (Alimentaria, Territorial y Cultural) como eje principal de la democracia de nuestra sociedad.
2- Que en vez de promover la producción a gran escala de agrocombustibles, se planteen medidas serias para asegurar la Soberanía Alimentaria y Energética en América Latina con medidas de disminución de consumo de energía en el Norte a la vez que se aseguren mejores condiciones de abastecimiento en el Sur y se apueste por el arraigo y la repoblación del campo.
3- Exigimos una moratoria global para los monocultivos de agrocombustibles y el comercio internacional de agrocombustibles, incluyendo en estos el comercio de bonos de carbono. Requerimos de una moratoria para evaluar las potencialidades y los peligros de este desarrollo, denunciamos que somos victimas de la consecuencia de los monocultivos industrializados y tememos que el mercado de agrocombustibles pueda producir consecuencias aun más catastróficas. Entendemos que el fenómeno del cambio climático requiere medidas urgentes, pero estas inevitablemente tienen que primeramente ser resueltas en el nivel de consumo de los países del Norte y no a través de potenciar el Modelo Agroexportador y generar mas presión sobre nuestra tierra y nuestra población.
[1] Un evento que pretende perfilarse “ la principal plataforma de intercambio de ideas, tendencias y proyectos en el sector emergente de los biocombustibles. Se analizarán proyectos ya en curso en América y Europa, así como la manera de replicarlos e incluso optimizarlos en América Latina.” ver aquí