Chile: La fiebre naranja del Salmón
La primavera llega a territorio Mapuche. Los diferentes tonos de verde del bosque y el azul de los ríos, lagos y esteros se acentúan, tal como el color del cielo y de la noche. El canto de los loros choroy se unen a la trutruka y trompe. Comienza el tiempo de los Guillatunes. La ancestral ceremonia que agradece, vincula y demanda, ya florece en diversas comunidades. Sin embargo, el color naranja de la fiebre del salmón amenaza la economía, el patrimonio sanitario, los derechos colectivos y contamina socialmente a través de las políticas de Responsabilidad Social Empresarial.
El enclave salmonero de consumo masivo de pesca marina convertida en harina de pescado, de uso gratuito de agua y de ocupación excluyente de los territorios ha llegado a Wallmapu, mientras las comunidades se organizan, se informan y resisten a este avance multinacional y extractivo.
Por: Paola Henríquez / Colectivo Editorial Mapuexpress
Lagos, Bachelet, Piñera, Bachelet. La política naranja del salmón ha sido la misma desde que Ricardo Lagos a comienzos de 2000 afirmara que la industria del salmón sería la “estrella de la economía chilena”. Así lo hizo el primer Gobierno de Bachelet que a días de dejar su labor, en marzo de 2010, entregó un millonario salvavidas a las endeudadas empresas acuícolas, al poner al Estado como aval de las compañías que enfrentaban la crisis del Virus ISA. Piñera, por su parte, luego de desligarse de sus acciones en salmoneras durante la campaña, siguió apoyando la política acuícola de la Concertación al convertirse en Presidente. Además impulsó la privatización de las pesquerías a través de la Ley Longueira, con lo cual les aseguró abastecimiento directo de pesca marina transformada en harina de pescado para alimentar a estas especies exóticas. Esta última acción fue asegurar la pesca de peces silvestres como jurel, sardina y anchoveta, para ser convertidas en harina y aceite de pescado, luego transformadas en pelet y alimentar a salmones, cerdos, pollos y mascotas.
En el actual Gobierno de Michelle Bachelet, los intereses de la industria salmonera continúan su expansión productiva y geográfica ocupando la Región de Magallanes para el proceso de engorda del salmón, y las Regiones de Los Ríos y de la Araucanía para realizar la primera fase de la crianza de este animal carnívoro en las pisciculturas instaladas, que se intentan imponer en ríos, lagos y esteros de esta zona del territorio ancestral Mapuche.
Desde comienzos del 2000 el sector salmonero ha tenido una expansión contínua, independiente de la orientación de los gobiernos
En estas dos Regiones -Araucanía y Los Ríos- se han aprobado 87 proyectos de pisciculturas. Ya en 2006, Rodrigo Infante, Gerente de SalmonChile, afirmó que en la IX Región “se genera el 60% de los peces de agua dulce o smolts del país” (Aqua, 12/10/2006). Según el Servicio Nacional de Pesca, la producción chilena de Salmón en 2013 fue de 792.200 toneladas, casi la totalidad de esta producción es enviada principalmente a EE.UU, Japón y ahora a Brasil. Según informe del Banco Central para el primer trimestre del 2014, solo los salmones congelados generaron ganancias con un aumento de US$127 millones.
Toda esta producción es realizada con recursos naturales por los cuales la industria del salmón no paga nada. El agua dulce de las pisciculturas, donde las ovas se convierten en alevines de 10 centímetros, es gratis para las empresas. Además de ocupar este vital elemento, la imposición de estas factorías salmoneras golpean la economía, la cultura y la espiritualidad de los mapuche ya que los ríos y afluentes constituyen elementos de patrimonio inmaterial y el agua para la cosmovisión mapuche es un ser viviente y sagrado.
Racismo ambiental en el interés político y empresarial
En el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) es posible acceder a los datos de 56 proyectos de pisciculturas que han sido aprobados en la región de La Araucanía. Estas factorías de peces exóticos han sido ampliadas y están ubicadas en 9 comunas de las 31 que componen la región. En Los Ríos los proyectos aprobados son 31, ubicados en 9 comunas de las 12 en que está dividida la región, principalmente en la provincia del Ranco.
En Los Ríos, las pisciculturas ocupan las aguas de 18 ríos, 9 esteros, 1 lago y 42 vertientes, mientras que en la región de La Araucanía se abastecen de 20 ríos, 20 esteros y 6 vertientes según informes presentados al SEIA en su etapa de aprobación.
La Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) manifestó su preocupación por 14 proyectos aprobados en la región de La Araucanía, por tener un alcance territorial con comunidades tradicionales que poseen títulos de merced,contabilizándose una afectación a la subsistencia de 33 Lof colindantes. Sin embargo, el papel de la Conadi ha sido criticado por las comunidades por hacer vista gorda ante los evidentes impactos culturales, económicos, sociales y espirituales que la industria del salmón provoca en la Nación Mapuche.
La Conadi de Los Ríos se manifestó en tres ocasiones por proyectos posibles de afectar a comunidades, estando presentes en el proceso de aprobación de 6 pisciculturas que afectaban la subsistencia de 5 comunidades. Estos procesos involucraban a la comunidad Ñielay Mapu que se ve afectada por 3 proyectos; Calcurrupe y Auquinko que colindan con la piscicultura Calcurrupe; las comunidades de Trumaco que tienen un plan de protección de los humedales con el mismo nombre y Curaquito, ambas cercanas a Cocule.
Las comunidades de la cuenca del Lago Ranco, también afectadas por el cambio de uso del río, son más numerosas que las consignadas por Conadi. Incluso hubo otros organismos que se manifestaron en contra por las pisciculturas Remehue y Pucono por estar ubicadas en sitios paleontológicos y arqueológicos. Frente a estos casos, la Conadi guardó silencio.
Más allá de la débil institucionalidad estatal, la mayoría de las comunidades se han opuesto porque han visto con sus propios ojos como la industria salmonera amenaza las actividades turísticas, la artesanía en base a lana de oveja, la pesca, la ganadería y la agricultura de pequeña escala. Los ojos Mapuche han visto como el agua sufre cambios de color, presenta olores pestilentes, envenenamiento de animales y mortandad de fauna y flora nativa alrededor de los ríos que alguna vez generaron vida.
La plaga del salmón contra especies nativas y economías locales
En el sector de Huillinco, cerca de La Unión, tres proyectos de piscicultura afectan la vida de las comunidades colindantes. Estos son la piscicultura “Los Tambores” (aprobada en 2012), de Salmones Antártica S.A; “Río Bueno” en los Chilcos, de Ecosalmón S.A (aprobada en 2014); y la piscicultura de ‘Cocule’ de Inversiones Gramado Ltda. (También en 2014) y sin faenas de construcción hasta la redacción de este artículo. Todas estas instalaciones están ubicadas a orillas del Rio Bueno, llamado Wenu Leufu por los Mapuche.
Mario Ortiz de la ONG Artecrea de La Unión, comenta su malestar contra las pisciculturas, debido a que la comuna tiene un problema apreciable de escasez de agua por el cambio de suelo producto de la actividad forestal, lo que resulta alarmante para ser una zona con una alta densidad fluvial, teniendo una dependencia directa con el río, aún muy ocupado para el cultivo de hortaliza y la ganadería. “La Municipalidad de La Unión, escuchando la voz de la ciudadanía que se opone a este tipo de proyectos en el Río Bueno, interponen un recurso de protección en la Corte de Apelaciones”, agrega Ortiz.
En la actualidad las comunidades de Huillinco cercanas a los proyectos, manifiestan que “sacamos agua directamente de un río, la impulsamos hacia un cerro y abastecemos a 70 familias, cerca de 350 personas diariamente”, comenta Jorge Manque, de la comunidad Rayen Mapu y secretario del proyecto de Agua Potable Rural (APR). El río también es usado para el cultivo de hortalizas, criaderos de ganado para lechería destinada a la empresa Colún y a un colegio con cerca de 50 estudiantes. Además, con planes de gobierno, están intentando impulsar empresas de turismo comunitario a orillas del río.
La principal preocupación de la comunidad era la desaparición de nueve especies de peces endémicos del río. Ahora “no existe la trucha silvestre que era original del río, se terminaron los pullis, se terminaron las carpas, no existe eso, es histórico”, asegura Jorge Manque, y acusa que estas especies nativas fueron devoradas por las continuas fugas de salmones provenientes de los proyectos ya instalados. Jorge también describe los episodios de contaminación atribuidos a las salmoneras en Rayen Mapu: “nosotros estamos viendo el efecto hace mucho tiempo. Si uno se va a parar al puente del Río Bueno ve la cantidad de basura, son fecas y restos de comida de los salmones”.
Este escenario es compartido por la Comunidad Juan Meli de Melipeuco en la región de La Araucanía. La empresa “Los Fiordos” propiedad de Agrosuper, genera contaminación en el Río Peuco, lo que ha derivado en una alta mortandad de animales domésticos al comer hierba de la ribera del río. Además la comunidad debe realizar ahora sus ceremonias con agua potable, después que la piscicultura aumentará su producción en 400 toneladas el año 2006.
El Longko José Remulcao, comenta sobre lo que han debido soportar: “las moscas, habían miles. En esa parte hicieron una poza donde iban a enterrar a los pescados muertos, una vecina autorizó el permiso, así que se hizo un hoyo y ahí se tiró pero no quedó bien hecho. En algunos días estaban negros los potreros con jotes pero nadie denuncio nada. Todo eso hemos sufrido”.
“Yo no tengo recuerdo de la fecha de cómo comenzó esto. Siempre nosotros somos marginados no nos dan cuenta de nada. De esto sabían autoridades regionales, empresarios, sabían la gente poderosa” cuenta el Longko. El conflicto se agrava el año 2008 con el fallecimiento de María Juana Meli Huenchuman, producto de una Hepatitis fulminante que habría sido provocada por el consumo de agua del Río Peuco, según denuncian vecinos de la comunidad y como quedó plasmado en el informe “Impactos derivados de la Piscicultura Los Fiordos Ltda. en la Comunidad Juan Meli Comuna de Melipeuco, Región de la Araucanía” realizado por la socióloga María José Araya, en el año 2008. Ante esto las comunidades han debido recurrir a instancias legales para demandar el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminantes y el derecho a ser consultados.
En 2008 la preocupación de la comunidad y allegados al sector se vuelve intensa y deciden presentar un Recurso de Protección por la contaminación que ha realizado la empresa. Esto ocurre mientras la Autoridad Sanitaria aplica amonestaciones a la entidad por su mal funcionamiento, por un total de 500 UTM (unos 18 millones de pesos) por no cumplir con la legislación vigente referida a la Ley 19.300 sobre Bases del Medio Ambiente.
Las sorpresivas visitas de las empresas
Las pisciculturas que se han instalado o se están instalando, no han tenido participación ciudadana ni una consulta previa ante de su ejecución, desvalorándose los estándares que exige el Convenio 169 de la OIT.
La experiencia de la Piscicultura Estero Peuco de la compañía Los Fiordos Ltda. en la comuna de Melipeuco, demuestra la lógica con la que operan los sectores empresariales. Perteneciente al Holding Agrosuper, fue aprobada el año 2003 por una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que se aplicó con el fin de dividir al territorio. Para el Longko José Remulcao, la empresa gana adeptos con asistencialismo: “la empresa llega a ofrecer, mire 300 mil pesos, 200 mil pesos, 100 mil pesos a gente con la necesidad reciente”. Agrega el Longko que la empresa nunca se presentó en la etapa de evaluación ambiental.
“Las ofertas del empresariado son una moneda de cambio para aceptar la contaminación de sus ríos con la promesa de mejoras sociales a comunidades que están abandonadas”
Los Fiordos/Agrosuper nunca ha entregado una explicación a la comunidad por utilizar al río Peuco como medio de drenaje de la mortandad de peces, fecas, restos de alimentos, antibióticos y elementos químicos que se administran a los salmones. Pero sin previo aviso y de forma sorpresiva visitan a comuneros y sus familias a ofrecer baratijas sociales. El Longko Remulcao asegura que en su comunidad “han llegado los funcionarios con papas fritas para picar… con eso quieren entretener a la gente, llevan regalos para los cumpleaños de los niñitos, a veces para pascua y navidad”.
En La Unión, Jorge Manque relata situaciones similares con representantes de los empresarios, que los visitan para conversar con comuneros sin aviso ni presentación; “a mi señora que es la Presidenta del Comité, le ofrecieron 50 millones para instalar la piscicultura en el sector (nunca les especificaron), además de instalar electricidad trifásica porque nosotros tenemos un problema con el tema energético y además cinco años de agua gratis para la comunidad”. Esto lo realizan con el fin de usar el derecho de agua de las comunidades para abastecer a la crianza de salmones.
Las ofertas del empresariado son una moneda de cambio para aceptar la contaminación de sus ríos con la promesa de mejoras sociales a comunidades que están abandonadas, quedando en evidencia las falencias del Estado para atender la situación indígena.
Para el Longko Remulcao, la empresa mantiene una relación asimétricaya que “han hecho todas estas cuestiones basándose en la ignorancia de la gente y en la pobreza en la que estamos sometidos. Entonces eso es muy fácil para ellos, engañar a la gente, dominarla” mencionó.
En el caso de la piscicultura Cocule, en Rio Bueno y La Unión, aprobada el 23 de abril de 2014, la gran oposición ciudadana y de las comunidades Huilliche no lograron detener el avance del proyecto, y la consulta previa no se efectuó. La Alcaldesa de La Unión María Angélica Astudillo, en nombre del Municipio presentó un Recurso de Protección contra la piscicultura Rio Bueno en los Chilcos, ingresada durante la administración de Sebastián Piñera, y se manifestó en contra del proyecto de Cocule que se ubicará en el mismo río, por afectar el tipo de desarrollo que buscan para la comuna orientado hacia el turismo.
Turismo versus salmones
En el caso de Río Bueno, Para Mario Ortiz, la contaminación del río afectaría toda la economía comunal. “Hay mucha gente de Cocule hacia abajo, que hace uso del agua para regar sus hortalizas. Hortalizas que son consumidas masivamente por la comunidad de La Unión, y que son compradas el día sábado en la feria libre de acá” menciona.
Pero más contradictoria resulta la postura del ex Intendente Juan Andrés Varas, quién aprobó la piscicultura Río Bueno, aun cuando potenciaba actividades turísticas. Como recuerda Mario Ortiz, “nos decían que eran potenciales turísticos, la Cuenca del Río Bueno y la Cuenca del Valdivia, por lo tanto, nosotros notamos que había una dicotomía entre el potencial turismo a nivel regional y este tipo de proyectos (pisciculturas) que lo único que hacen es venir a dañar el entorno, el medio ambiente, y la biodiversidad”.
“Además el Gobierno Regional, porque el intendente [Egon Montecinos] cuando asumió, dijo que iba a trabajar por una región modelo, que en este minuto está siendo cuestionada. Si él ya ha reconocido que hay como 12 empresas salmoneras interesadas en instalarse en el río Bueno, entonces no sé de qué región modelo puede él estar hablando”, alega Ortiz.
Jorge Manque se manifiesta contrariado por la postura del Gobierno Regional, que tras aprobar estas empresas salmoneras y presenciar los efectos que generan, los incita a realizar proyectos en turismo comunitario. “Quieren que hagamos turismo en el río, o sea ellos traen las pisciculturas ¿y nosotros vamos a llevar turistas al río?, si el extranjero no es tonto, el extranjero sabe, con que nosotros les contemos que hay una piscicultura un poco más arriba y una más abajo, el turista se va a retirar de inmediato” comenta.
“Para los dirigentes, el desamparo legal es el principal problema que enfrentan las comunidades”
Las autoridades locales han mencionado públicamente que la piscicultura no tendrá un gran efecto en la comunidad por encontrarse alejada de ella, pero eso no tranquiliza a los habitantes del sector. “Hace un tiempo a la Colún se le escapó petróleo y llegó petróleo a la cámara de captación de agua que tenemos nosotros” comenta Manque. A pesar de la distancia que los separa el petróleo bajó por el río Llollelhue, por eso temen por la contaminación que pueda sufrir el agua con los nuevos proyectos que buscan instalarse. “Lo dañino del químico de piscicultura, es que ningún filtro lo saca del agua”, agrega.
Para Jorge Manque, en tanto, el desamparo legal es el principal problema a enfrentar. “Todo no es vinculante, reclamemos desde la parte Winka, reclamemos desde la parte Mapuche”. Esto lo apoya el Longko José Remulcao al señalar que “no somos tomados en cuenta porque en la constitución estamos tomados como chilenos y nosotros no somos chilenos, somos Mapuche”.
Para las comunidades de Melipeuco la postura es firme. “Dicen que los españoles trajeron el progreso, que con la idea de ellos se puede vivir y nosotros decimos que con nuestra idea también se puede vivir y por lo tanto estamos sobreviviendo y queremos que nos devuelvan la tierra para trabajarla y del fruto de la tierra vivir, así como vivíamos antes” asegura el Longko José Remulcao.
Las aguas cristalinas se vuelen grises, su olor intoxica, el verde pasto de las riberas que alimentaban a los animales, los envenena. Lentamente la vida de los afluentes agoniza y con ella el patrimonio inmaterial de comunidades que por siglos los cuidaron, ante esto la resistencia organizada se ve amenazada por políticas mercantiles de asistencialismo. Es el actual escenario de un conflicto que está comenzando.
**El presente artículo es parte del Libro “Resistencias Mapuche al Extractivismo” del Colectivo Mapuexpress. Esta publicación es apoyada con recursos de la Fundación Rosa Luxemburgo con fondos del BMZ
Referencias
Revista Aqua, 12/10/2013 “IX Región genera el 60% de los salmones de agua dulce del país”
Araya, María (2008). “Impactos derivados de la Piscicultura Los Fiordos Ltda. en la Comunidad Juan Meli Comuna de Melipeuco, Región de la Araucanía”
Fuente: MapuExpress