Carta abierta del movimiento ecologista costarricense a la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad

"Desde el movimiento ecologista costarricense solicitamos rechazar la autorización para la siembra de maíz transgénico en Costa Rica que desean obtener las compañías D&PL y Semillas del Trópico... Ustedes no deben poner en riesgo el patrimonio de maíz guanacasteco, ni el nacional, en aras de beneficiar a la transnacional Monsanto. Anteponer el beneficio privado y sacrificar nuestro sagrado maíz en el altar de la ingeniería genética constituye un acto del que deberían sentir insoslayable vergüenza."

FEDERACIÓN COSTARRICENSE PARA LA CONSERVACIÓN DEL AMBIENTE.

CARTA ABIERTA A LA COMISIÓN TÉCNICA NACIONAL DE BIOSEGURIDAD

Fabián Pacheco Rodríguez

06 de Noviembre del 2012

Señores y Señoras

Comisión Nacional de Bioseguridad (CTNBio).

Desde el movimiento ecologista costarricense solicitamos rechazar la autorización para la siembra de maíz transgénico en Costa Rica que desean obtener las compañías D&PL y Semillas del Trópico.

Los siguientes transgénicos de Monsanto: Maíz MON-88017, Maíz MON-89034, Maíz MON-603, Maíz MON-00863-5, han generado una gran polémica debido a sus impactos ecológicos y a sus consecuencias negativas sobre la salud humana. Estos maíces han sido prohibidos en otros países basando dichas restricciones en evidencia científica y sobre todo en la aplicación del principio precautorio. Recientemente en 4 países europeos se han prohibido diversos maíces de Monsanto. Obviar estos hechos es imprudente, sobretodo si lo que se compromete es la bioseguridad nacional.

La discusión sobre la introducción o no de estos maíces no es una discusión de índole tecnócrata o academicista a puerta cerrada. Es una discusión nacional donde deben participar todos los sectores involucrados. Sobretodo considerando que si se da la liberación de estas semillas, su retiro será irreversible.

Hacemos un vehemente llamado a la CTNBio para que evite una decisión precipitada. Se deben analizar a profundidad todas las implicaciones que acarrea la liberación de estas semillas en Costa Rica. Sembrar maíz transgénico en el centro de origen mesoamericano es un acto de agresión corporativa que desemboca en la pérdida de nuestra diversidad y nuestro patrimonio agrícola cultural.

Ustedes no deben poner en riesgo el patrimonio de maíz guanacasteco, ni el nacional, en aras de beneficiar a la transnacional Monsanto. Anteponer el beneficio privado y sacrificar nuestro sagrado maíz en el altar de la ingeniería genética constituye un acto del que deberían sentir insoslayable vergüenza.

La coexistencia entre el maíz transgénico y el maíz nativo es imposible. El maíz es una planta de polinización abierta y múltiples experiencias han demostrado que la contaminación transgénica en el maíz es tan solo un asunto de tiempo. Ustedes no pueden ignorar la amplia documentación existente que demuestra dicha contaminación con transgénicos sobre los maíces autóctonos de México, Perú, Colombia y Estados Unidos.

Actualmente diferentes organizaciones sociales y ecologistas estamos realizando una profunda campaña de rescate y fomento de la diversidad autóctona de maíces nacionales. Precisamente Guanacaste es uno de los centros de diversidad de maíz más importantes y de ser aprobada esta solicitud estarían atentando contra el valioso esfuerzo gestado desde las bases del ecologismo social y del movimiento campesino de Costa Rica. ¿Será que ustedes no acostumbran a comer comidas típicas de maíz nacional?

La Bioseguridad es un concepto holístico y los únicos que la han utilizado como camisa de fuerza para evitar discutir sobre temas de inocuidad son ustedes mismos. Desde las Oficinas del Servicio Fitosanitario nos responden: “Que estos maíces son para semilla y no para grano, que por lo tanto la inocuidad de este cultivo sobre la salud humana no es tema de discusión y que ese es tema para el ministerio de salud ” Les recuerdo que esos transgenes relacionados al cáncer mamario entre otros problemas de salud publicados por Seralini de la Universidad de Caen Francia (adjunto publicaciones) son precisamente los que contaminarán tarde o temprano nuestros verdaderos granos. Les recuerdo que poco entienden las plantas, las agricultoras y los agricultores de esos tecnicismos arancelarios que diferencian un grano de una semilla.

Bien dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver. Recuerden aquella ocasión en la que fue necesario visitar los patios de señoras en Guanacaste para arrancar las plantas de algodón transgénico. Señoras empleadas de las transnacionales que traviesamente habían sacado de las compañías las ilegales semillas patentadas. Si no es de esta forma será de otra, pero esos maíces patentados terminarán filtrándose fuera de sus protocolos de bioseguridad, tal y como siempre sucede, desvirtuando así nuestro verdadero maíz, al que tenemos miles de años de usar y de consumir, sabiendo que sí es seguro para nuestra salud. Además de que no está patentado.

Son múltiples y diversos los riesgos hacia la biodiversidad silvestre que presenta la siembra de estos maíces transgénicos. Los ecosistemas de este país son extremadamente frágiles. Ni siquiera hay estudios del impacto que tendrá la deriva de polen transgénico BT sobre plantas silvestres y por consecuencia afectando las poblaciones de insectos como los lepidópteros y por ende la cadena trófica. Recuerden el caso de la mariposa monarca y los estudios que relacionan el descenso de sus poblaciones con la entrada de maíz transgénico al escenario agrícola estadounidense. Por otro lado, las empresas interesadas no han presentado planes para la descontaminación del patrimonio agrícola nacional en caso de que demostremos que esto ocurra. ¿Quién se hará responsable?

Autorizar la introducción de cultivos transgénicos de subsidiarias de Monsanto: Delta and Pine y Semillas del Trópico tendrá un impacto muy negativo sobre esta diversidad agrícola, quizás irreparable. En materia de bioseguridad les pregunto entonces: ¿para quien están regulando y trabajando? ¿para proteger a los pueblos y a la agro biodiversidad nacional o para quienes patentan la vida del planeta?

Adjunto encontrará los artículos científicos necesarios para que sea aplicado el in dubio pro natura “principio de precaución y prevención a favor de los recursos naturales” principios acogidos en el protocolo de Cartagena y en la declaración de Río y rechacen de esta forma la solicitud para la liberación de maíz transgénico en Costa Rica.

Agradeciendo su apoyo y comprensión:

Fabián Pacheco R

Master en Agrobiología Ambiental y Ecologista

Por: Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente.

Red por Una América Latina Libre de Transgénicos

Correo: moc.liamg@edreveuqolb

www.rallt.org

Temas: Transgénicos

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