Cargill: conozca el prontuario de las empresas allanadas por la Afip
Si creyó que solamente evadían impuestos, se equivoca. Las empresas multinacionales de granos acusadas de evadir impuestos por unos 72 millones de dólares, allanadas por la justicia argentina a partir del pedido de la Administración Federal de Ingresos Fiscales (Afip), tienen un oscuro pasado (y presente) que vale la pena recordar.
*Los Grobo: Decía su dueño, Gustavo Grobocopatel sobre la relación entre el estado y Monsanto: “Argentina debe sentarse a negociar con Monsanto y resolver el conflicto por las regalías de la soja transgénica, para iniciar un camino que asegure al país el acceso a biotecnología”. Grobocopatel se refería al enfrentamiento generado por el reclamo de la empresa sobre regalías por su soja RR (Round Up Ready), impidiendo que los agricultores puedan reutilizar sus propias semillas.
"Hay que dialogar, hay que sentarse, y hay que ponerse de acuerdo," dijo el empresario y en una inmunda defensa de Monsanto agregaba: "Monsanto ha sido muy importante para la Argentina porque ha colaborado muchísimo con los productores, por supuesto que esto también es un negocio, pero ha colaborado muchísimo”.
Respecto del glifosato, señalaba que “es un producto que mata a todas las malezas, menos a la soja. Pero es como la bayaspirina, porque si tomás una te hace bien y si tomás veinte te hace mal”. Y consideró que detrás de las campañas contra el Glifosato “hay cuestiones políticas”. ¿Habrá tomado un litro de glifosato este descarado empresario?
*Nidera: es la productora del glifosato “Zamba” y además, una de las firmas acusadas por trabajo esclavo y reducción a la servidumbre. Bochornosamente defendida por el “periodista” rural Héctor Huergo que casi mofándose de los explotados señaló que “Nadie en el sector se come el argumento del “trabajo esclavo”. Se lo ve como una nueva chicana contra el campo. Como ingeniero agrónomo, no puedo omitir un dato: Nidera es la mayor empleadora de profesionales de la agronomía del país, después del INTA. Tiene más de 300, sobre un plantel de 1.200 trabajadores, trabajando en el interior. Es la introductora de la soja RR en el país, nada menos, iniciando la gran revolución que permitió triplicar la producción en solo diez años". Habría que preguntarle a Nidera y a su vocero, de qué revolución hablan…
Los desfloradores de maíz que Nidera esclavizaba en campos de la provincia de Buenos Aires vivían en trailers de chapa, en los que dormían hacinados de a veinte. La jornada laboral era de diez horas bajo el rayo del sol, sin luz y sin agua potable salvo la que recibían en baldes. No podían salir de los límites de la propiedad en la que trabajaban ni conocían cuál sería su remuneración. La paga se difería para el último día del contrato informal, ya que no estaban registrados.
*Cargill: además de cereales, la empresa se dedica al negocio de la carne. Dueña de los frigoríficos Finexcor, controlan a sus empleados mediante 400 efectivos de seguridad privada contratados por la empresa (un guardia por cada tres trabajadores). Pero el inescrupuloso accionar no se detiene en el interior de la fábrica.
Vecinos del frigorífico ubicado en Quilmes denunciaron cientos de veces que la actividad de la empresa genera desechos altamente contaminantes, emitiendo olores nauseabundos, y contaminando el agua de la napas produciendo enfermedades en la piel, e incluso mal formaciones entre la población de la zona.
*Noble: la cerealera Noble, necesitó no de uno, si no de dos incendios para que la provincia de Santa Fe decidiera clausurar su planta en la localidad de Timbúes. Si bien, a mediados de 2010 la CGT San Lorenzo denunció que la empresa no había formado el comité de higiene y seguridad, fue necesaria una muerte para que el estado santafesino actuara.
Un operario de 22 años que hacía de bombero falleció en la planta. Se llamaba Oscar González y junto a otros cuatro contratados que resultaron heridos, trataban de combatir un incendio originado en un montículo de madera molida de 25 metros que se utilizaba para alimentar varias calderas.
Clarisa Ercolano
Fuente: BWN Patagonia