Bancos públicos de desarrollo: sostenedores de la desigualdad

Idioma Español
País Chile
- Banco Interamericano de Desarrollo, por Mario Durán Ortiz.

En esta columna, la autora aborda el rol de los bancos públicos de desarrollo cuestionando el rol que han tenido para con las organizaciones y comunidades, en un contexto de entrada silenciosa a Chile, quienes «son una presencia que esclaviza con una deuda que luego amortiguan las poblaciones precarizadas y vulnerables».

Una cosa es cierta sobre el poder adquisitivo, en la mayoría de las realidades, se basa en el endeudamiento que es finalmente una cárcel, sin paredes pero bajo un estricto control.  Un círculo vicioso derivado de las inversiones  que equivalen al endeudamiento.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) celebrará su reunión anual en Santiago a fines de marzo, incluyendo, por primera vez, un encuentro en Magallanes entre su presidente y los inversionistas. Esta decisión no es casual: las reuniones tendrán lugar en el epicentro de enormes inversiones destinadas a la descarbonización de las economías del Norte Global, con proyectos de hidrógeno verde e infraestructura asociada (puertos, plantas desalinizadoras, rutas, líneas eléctricas, parques eólicos, etc.). Se trata de iniciativas intrínsecamente destructivas, financiadas por el BID y otros Bancos Multilaterales de Desarrollo, como el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).

A pesar de que la reunión en Magallanes se realizará en el territorio directamente afectado por estas inversiones, hasta ahora no se ha contemplado la participación de la sociedad civil. Incluir a las comunidades impactadas debería ser un principio básico, especialmente cuando estos proyectos amenazan sus medios de vida, sus ecosistemas, su ancestralidad.

Los bancos públicos de desarrollo tienen diversos accionistas privados y públicos. Los públicos son  Estados principalmente  países "desarrollados" del norte global. Entregan tanto recursos, como capacidades técnicas. Los puestos de toma de poder están en su mayoría en manos de hombres, blancos burgueses y exitosos y si no  son blancos, son una réplica del modelo colonial de masculinidad impuesto a todo el sur global, que no es tan solo literalmente el sur geográfico sino que India, África, Asia, y Latinoamérica. La presencia de mujeres aún no es suficiente para que podamos afirmar que existe paridad, menos aún que la presencia de mujeres demuestre la voluntad por la equidad de género que se plasme en las comunidades y no solo en protocolos perdidos en una base de datos, menos aún la presencia de mujeres existente representa la voluntad de terminar con el modelo opresivo del extractivismo que  pone a las mujeres y las territorialidades en primera línea.

La estrategia de los bancos hasta 2030 está alineada con los discursos del cambio climático, la transición energética justa y los bancos públicos de desarrollo como los financistas de los proyectos de inversión que permitirán tal transición. Una de las líneas que  no debemos olvidar mencionar es que estas inversiones se proyectan en países en vías de desarrollo , lo que no es un detalle menor  que refleja la estructura colonial del sistema de financiamiento e intervención de comunidades locales, sus saberes , tradiciones e identidades.

Este 2025 en Ciudad del Cabo  Sudáfrica se realizó la cumbre del financiamiento en común, la cumbre de las soluciones como se autodenominó . Un encuentro, en palabras de ellos mismos, hombres racionales, banqueros que son la solución al cambio climático y  los inversionistas que permitirán que la "transición energética justa" sea posible.

Como  Asamblea Ciudadana Ultima Esperanza (ACUE) participamos junto con una delegación de países africanos, sudeste asiático y brasil haciendo uso del espacio para la sociedad civil. Este espacio  no proviene de la convicción de los bancos de que en la toma de decisiones la sociedad civil y comunidades son vitales, sino más bien de la presión que ejerció la sociedad civil organizada para ser parte y cuestionar  las formas coloniales de toma de decisiones y organización para ser revertidas. Es decir, es un  espacio de práctica social, de resistencia pero no de diálogo.

Los tres días transcurrieron con una jerarquía que nunca nos permitió opinar ni preguntar en ningún panel donde estuvieran presenten los  representantes de los bancos, sus directivos. Todo el tiempo la dinámica dejó claro que la presencia de la sociedad civil era tal cual sus mecanismos de reclamación y protocolos de equidad de género, solo algo que cumplir en papel, pero no un encuentro  de diálogo e intercambio , de reconocerse.

Se dijeron frases aberrante como; "tener cuidado con el enfoque radical de derechos humanos, equidad y medio ambiente"; "el problema de África es que hay demasiadas comunidades", "somos hombres racionales y fríos, invertir en desarrollo no es solo un asunto político sino más bien económico"; "si hay menos desarrollo en el sur, hay menos crecimiento en el norte y eso significa más migración", hacia el norte obviamente, como algo negativo.

En resumen las frases que durante tres días pudimos cosechar como decía una compañera, dejaron en evidencia que la visión de desarrollo no considera derechos humanos, que las personas y comunidades no tiene derecho a voz y no son ni serán consideradas en los planes de inversión a la hora de decidir sube sus espacios vitales, que la equidad de género es vista como algo radical y negativo  de lo que hay que tener cuidado porque pone en riesgo la inversión . El desarrollo es en realidad extractivismo, desarrollo colonial para sostener formas y bienestar de vida del norte , donde los inversores desconectados de la realidad atraviesan villas con sus carreteras, conviertes poblados en campamentos enormes, crean plantas de energía que no se conectan con las comunidades y el acceso  es nulo y creen que la equidad de género en África por ejemplo es darle a las mujeres estufas más modernas para cocinar, y siguen viviendo situaciones de violencia y sufriendo mayormente los efectos del cambio climàtico. Si no eliminamos la violencia de género y se adopta una mirada ecofeminista una transición energética justa se hace imposible.

Ante la acción que realizamos en el plenario final donde levantamos la palabra justicia y gritamos  no estamos a la venta, demandamos justicia, su pregunta fue ,¿ Que se vende?

En esta cumbre  no se habló de justicia climática, de reparación , del derecho al consentimiento previo libre e informado o a negarse a las inversiones, no se habló de los problema  democráticos en países de áfrica que atraviesan guerras civiles y llegan con su inversión de igual modo, no se habló de una transformación socio ecológica, en resumen no se cuestionó el modelo imperante.

Se promueve una transición energética justa que no incluye comunidades, que se basa en jerarquías a la hora de tomar decisiones , que no repara, no crea acceso a la energía , no cuestiona el modelo de producción y consumo ,no considera los saberes ancestrales de pueblos indígenas, no invierte en crear, desarrollar e investigar modelos a pequeña escala basados en las decisiones comunitarias, no promueve derechos humanos ni medidas de adaptación y no toca ni un ápice el  modelo de toma de decisiones colonial ni menos aún la idea de decrecer.

Nos puede parecer que los bancos públicos de desarrollo no están presente en nuestro país, porque han hecho el trabajo de manera silenciosa con el estado, pero es importante saber; están financiado el hidrógeno verde en Chile,  tienen los ojos puestos en los minerales críticos en los que se basa la mal llamada transición energética sin transformación socioecológica. Son una presencia que esclaviza con una deuda que luego amortiguan las poblaciones precarizadas y vulnerables.

Conectemos con el sur global, aprendamos experiencias  escuchemos voces, porque Chile en sus ganas de ser el jaguar de Sudamérica se cuenta el cuento de que estamos mejor, no somos despojados y la dignidad existe. La realidad es que el despojo es real y si hay algo que nos dejó ver la realidad de otros sures globales fue la conciencia de saberse sur , de saberse colonizados, de saberse presos de un sistema  colonial explotador y extractivo. No hay jaguares para el norte global entre los oprimidos, sólo hay posibles dividendos, posibles inversiones no hay aquí siquiera posibles personas.

Demandamos que la sociedad civil tenga presencia y no siga siendo invisibilizada y que el centralismo a pesar de que el presidente es de nuestra región sea la única opción para participar como ciudadanía organizada. Estarán en nuestro territorio, nosotrxs ¿Qué haremos?

Fuente: Resumen

Temas: Corporaciones, Economía verde

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