Argentina: ¿De qué agroecologías hablamos?

Empieza a haber “agroecologistas” por todos lados: en las organizaciones de productores, en sindicatos y movimientos urbanos, en AACREA, en AAPRESID, entre los integrantes del Movimiento Argentino de Producción Orgánica-MAPO, en los Min. de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Tecnología e Innovación Productiva y Salud; en el Ministerio de Agroindustria, en SENASA, en el INTA algunos vienen bregando hace tiempo. También en algunas las Facultades de Ciencias Agrarias y la Facultad de Agronomía de la UBA no es la excepción.

¿De qué hablamos cuando hablamos de “agroecología”? Sin ponernos a interpretar en qué piensa cada uno, es evidente que no todos hablamos de lo mismo: ¿la “agroecología” de “La Via Campesina” es lo mismo que lo que proponen algunos referentes de los grupos CREA? ¿La “agroecología” que propone el Ministro Lino Barañao es la misma que propone la RED CALISAS? ¿La bandera “agroecologica” de Eduardo Sevilla Guzmán y sus discípulos es la misma que nos proponen todos o sólo algunos de los referentes de INTA en el tema? ¿la visión del Movimiento Agroecológico para América Latina-MAELA, es similar a la propuesta de AAPRESID? ¿Qué enfoque se propone desde la “Tecnicatura en Agroecología” INTA-UNLaM? ¿Cuál desde la Cátedra de Agroecología de la Fac. de Cs. Agrarias y Forestales de la UNLPlata?

Mirando nuestra Facultad de Agronomía, ¿la “agroecología” que nos hizo vivir en Agricultura General el Ing. Jorge S. Molina durante tres décadas, es la misma que propugna nuestro profesor de Cerealicultura Emilio Satorre? ¿la “agroecología” a que se refieren algunas materias dictadas por la Cátedra de Extensión y Sociología Rurales, es similar a la de los estudiantes del FANA? ¿cómo conceptualiza a la “agroecología” el Sistema Participativo de Garantía-SPG de la FAUBA? ¿cómo lo hace el Área de “Agroecología”?

Podríamos seguir haciéndonos preguntas y entrando cada vez con mayor profundidad en los debates que incipientemente comienzan a asomar en nuestra Facultad pero, como suele suceder, lo más probable es que estemos desconociendo todas las posiciones y todas las voces y, por lo tanto analizando sin cabal conocimiento. Sin embargo nos parece evidente que la “crisis civilizatoria” que experimenta el Planeta posee múltiples expresiones también en Argentina.

Las crisis económico–financiera, energética y Climática Global golpea fuertemente, incluso incrementando una problemática alimentaria que históricamente agredía a un tercio de nuestra población. El modelo hegemónico de producción extensiva de granos también está en revisión y urge tomar decisiones. Para algunos sólo se trata de profundizar lo que ya vinimos haciendo en las últimas décadas, sin modificar políticas ni estructuras; otros, en cambio comienzan a considerar alternativas que, además, requieren una intervención planificada y urgente. La “agroecología” para los primeros se reduce a las buenas prácticas –y algo más de responsabilidad social empresaria- en el manejo técnico-productivo. Para los demás, se deben considerar también las dimensiones social, ambiental, cultural y política de la “agroecología” y, en esto hay mucho por hacer.

Fuente: CALISA FAUBA