Argentina: sojización, toxicidad y contaminación ambiental por agrotóxicos

Idioma Español
País Argentina

No todo el impacto de los agrotóxicos en la salud humana y el ambiente se debe a la sojización; múltiples ejemplos de ello existen relacionados al tabaco, algodón, hortalizas y a producciones animales intensivas. Sin embargo, el amplio territorio ocupado por la soja y la sistemática negativa a mirar algunas de las consecuencias negativas de su expansión hacen necesario insistir en el tema. No se puede seguir cerrando los ojos. Esta es una contribución de Alberto Lapolla en ese sentido, señalando dos de los varios ejemplos concretos y cercanos con los que puede ejemplificarse la situación: el Barrio Ituzaingó (Córdoba) y la Colonia Loma Senés (Formosa)

Por Alberto J. Lapolla*

1.-Lluvia de agrotóxicos sobre el territorio sojizado

Desde los propulsores del sistema de la Siembra Directa (SD) y del cultivo masivo de soja-RR resistente al herbicida “Round Up Ready” se sostiene en general la inocuidad del herbicida Glifosato –utilizado masivamente en su forma comercial denominada Round Up y en menor medida en otras formulaciones comerciales- y del conjunto de agroquímicos utilizados en el sistema. Se afirma que estos efectos benéficos se observarían tanto en lo referido a su inocuidad frente las especies animales, insectos benéficos, como microflora, macrofauna y la biología del suelo sobre el que se lo aplica y también sobre el hombre. Por el contrario, los pocos estudios realizados para determinar los efectos del conjunto o “paquete” de agroquímicos que acompaña la sojización, sobre el ecosistema en su conjunto, arrojan resultados que contradicen lo sostenido.

Se contradicen en particular las opiniones vertidas sobre la inocuidad del ‘barbecho químico’, herramienta central del sistema de SD. Estos estudios hablan de una situación mucho más compleja y grave sobre los efectos del conjunto de agrotóxicos que acompañan el complejo sojaRR-SD-glifosato, tal cual han sostenido varios especialistas y organizaciones ambientales, agronómicos, de la salud y vecinales, tanto nacionales como extranjeras.

Un momento de grave anomia colectiva, unida a una fuerte derrota política, económica y social, vivida por nuestra sociedad durante los años noventa, permitió que la expansión masiva de esta forma de producir soja se extendiera tanto como el propio cultivo lo hizo, se extendiera por pradera pampeana –ampliándose ahora a áreas extrapampeanas-, sin ningún debate en la sociedad. De alguna manera, en la actualidad, dicho debate está comenzando ante las graves constataciones de enfermedad que se están verificando a lo largo y a lo ancho del territorio ocupado por la soja. Cabe aclarar que no estamos hablando de un uso puntual u ocasional de agrotóxicos, sino de una masividad desconocida por nuestro agroecosistema pampeano a lo largo de su historia. Ya en la campaña de 2005-2006 se utilizaron -según cifras estimadas oficiales- algo más de 200 millones de litros de glifosato; entre 20 y 25 millones de litros de 2-4-D; unos 6 millones de litros de endosulfán y otros 6 millones de litros de atrazina. (1) Los volúmenes utilizados este año, son aun mayores debido a que la superficie sembrada con soja RR ha crecido casi un 17%, a lo que hay que sumar el resto de cultivos que utilizan el sistema de siembra directa.

El problema no es la soja –bien podría ser de otros granos, de otros cultivos o plantaciones- sino del modelo tecnológico - productivo utilizado y de las consecuencias sociales, ambientales y políticas de su acelerada expansión en buena parte del territorio nacional.

2.-Fuerte afectación de la salud de la población en la pampa sojera.

Los que recorremos la “pampa sojera”, recogemos denuncias en todas las localidades visitadas, sobre un fuerte incremento de casos de cáncer, malformaciones, alergias de todo tipo, así como enfermedades autoimunes y “raras”, que afectan a los pobladores –especialmente niños y mujeres- sometidos a los efectos de las fumigaciones realizadas en masa en las cercanías o directamente sobre los poblados. Esto es así en poblados de Córdoba como, Pueblo Italiano, Río Ceballos, Saldán, Alto Alberdi, Jesús María, Colonia Caroya, Sacanta y en varios barrios de la propia Ciudad de Córdoba, además del emblemático caso de Barrio Ituzaingó (Ver Adjunto 1).

En Santa Fe se han registrado casos similares en Rosario, San Cristóbal (el propio intendente denunció la ola de nacimientos con malformaciones en el pueblo. Once niños nacieron con malformaciones en el primer semestre de 2006, de los cuales tres murieron, y otros 3 nacieron con iguales malformaciones en pueblos vecinos)(4), Mal Abrigo (donde se constataron 12 casos de nacimientos con malformaciones)(4), Ciudad de Santa Fe y otras localidades. Una investigación de la Universidad Nacional del Litoral halló que el 86% de las madres en lactancia poseía restos de agrotóxicos en su leche materna.(2’)

Un estudio multidisciplinario llevado adelante por el Centro de Investigaciones en Biodiversidad y Ambiente (Ecosur), el Hospital Italiano Garibaldi de Rosario, la Universidad Nacional de Rosario, el INTA, el Colegio de Ingenieros Agrónomos y la Federación Agraria Argentina, comprobó fuertes correlaciones entre los casos de cáncer, leucemia, lupus y otras graves afecciones, halladas en seis pequeños pueblos del área Sur y central sojera de Santa Fe, con la localización de las máquinas de fumigación, depósitos de agrotóxicos, ‘silos’ de bidones de plaguicidas, transformadores eléctricos con PCB, y lugares de frecuentes fumigaciones aéreas y ‘chorreado’ de los tanques de los aviones aspersores.(2) El informe señala que hay mayor frecuencia de cáncer de hígado y de otros del aparato digestivo, en dichos pueblos rurales que en las grandes ciudades, cuando hasta hace 20 años la situación era exactamente la inversa.(2) Ha habido fuertes resistencias y presiones gubernamentales para impedir la difusión de los resultados observados.

En Formosa, se produjo el caso de Colonia Loma Senés (Ver Adjunto 2) entre varios otros, que nos llevó a las primeras planas de la prensa ecológica mundial.(3) Lo mismo se constató en Entre Ríos, donde en Los Portillos, 3 niños de 2, 7 y 8 años que vivían aislados cerca de Arroyo del Tala, fallecieron afectados por leucemia y meningitis. Una cuarta niña del mismo grupo familiar de 18 años también afectada, logró sobrevivir.(4)

En el mismo informe el Dr., Mascheroni (4) señala que los médicos de todas las zonas rurales y de pequeños pueblos de la provincia de Santa Fe encuentran mayor frecuencia de enfermedades raras, tales como leucemia, cánceres, nacimientos con malformaciones, interrupción de embarazos y otras. También se ha denunciado un alto nivel de cáncer y malformaciones en el Barrio 2 de Abril de la localidad santafesina de San Lorenzo, en este caso vinculado directamente al hecho que la cerealera Molinos Río de la Plata, ‘ventea’ -sin filtros protectores- los productos utilizados para sanear el grano de sus silos, enviando a la atmósfera altos niveles de plaguicidas. Los casos de cáncer superan el centenar en unas pocas manzanas.(5)

En provincia de Buenos Aires se han verificado casos de cáncer y malformaciones en Lobería, Saladillo (donde los vecinos realizaron una marcha contra el cáncer, en abril de 2007)(12) y en Chacabuco (donde se ha formado una asociación vecinal para investigar las razones por las que han aumentado los casos de cáncer, leucemia y malformaciones en el pueblo). En Saladillo y Lobería, el autor ha recibido denuncias de los pobladores y técnicos de la zona, respecto de que los aviones fumigadores vacían sus tanques sobre lagunas y arroyos, provocando una gran mortandad de peces, así como la aparición de un gran número de peces con malformaciones y enfermedades que imposibilitan su consumo. En general situaciones similares se constatan en muchos de los pueblos y ciudades pequeñas de toda la cuenca sojera, donde se consulta al respecto.

Ante las graves denuncias producidas por el gobierno de Ecuador y ONGs de Colombia, debido a los efectos encontrados entre las poblaciones rurales de ambos países, afectados por las fumigaciones masivas realizadas por el gobierno norteamericano ‘para erradicar los cultivos de coca’, la ONU cree que hay ‘razones suficientes para estudiar’ los efectos nocivos de las fumigaciones con glifosato.(11) El vicepresidente de Ecuador, Lenin Moreno ,’sostuvo que hay pruebas de que [el glifosato] ha generado “cáncer y alteraciones del código genético” en pobladores ecuatorianos. Tales modificaciones aumentan la posibilidad de que los hijos de los afectados nazcan con “malformaciones intelectuales o físicas”.(13).

Lo expuesto no es por cierto una situación exclusiva de nuestro país…...

3.-Estudios y opiniones que sustentan la gravedad del problema

Hace ya tiempo que el médico entrerriano Darío Gianfelice produjo una serie de informes respecto de la aparición de graves efectos de toxicidad por agroquímicos en la zona pampeana.(6) En ellos sostiene que a partir de 1995, con la expansión incontrolada del sistema de la sojaRR, ‘ S i estudiamos los venenos que se hace necesario aplicar a un cultivo de soja encontramos por lo menos tres sumamente peligrosos para la gente, los animales y el medio ambiente en general. Ellos son glifosato , y sus asociados como la polietilendiamina que no siempre figura en los marbetes de los venenos agrícolas, 2-4-D, y endosulfán. En este momento, como si todo esto fuera poco, se ha agregado un nuevo componente que se recomienda para eliminar la “soja guacha”,(...) que se denomina comercialmente Gramoxone y que no es más que el viejo Paraquat , químico de altísima toxicidad con un efecto al contacto con la piel desvastador.”(6)

a)El glifosato como se aprecia, ubica al conjunto de productos utilizados en el complejo de la sojaRR, como altamente tóxicos, señalando que el glifosato –clasificado por la Agencia de Protección Ambiental de USA (EPA), como producto altamente tóxico Clase II -por su efecto en la irritación de los ojos- ya que es más peligroso por vía dérmica o inhalación que por ingestión -que produce severas alergias, pudiendo afectar gravemente los ojos, produciendo efectos gástricos que pueden llegar finalmente al cáncer, generando un tipo de linfoma llamado Linfoma No Hadgkin LNH.(6)-

El glifosato mismo es un ácido, pero es comúnmente usado en forma de sales, más comúnmente la sal isopropilamina de glifosato, o sal isopropilamina de N-(fosfonometil) glicina.(...) en principio se lo catalogó como levemente tóxico para ir posicionándolo en categorías mas peligrosas a medida que el uso demostraba sus efectos.(...) Sus efectos sobre los ojos hicieron que Agencia de Protección Medioambiental lo reclasificara como muy tóxico. En cuanto a su potencial carcinogénico un estudio publicado en el Journal of American Cancer Society por eminentes oncólogos suecos, reveló una clara relación entre glifosato y linfoma no Hodgkin (LNH), una forma de cáncer. Están probados sus efectos carcinogénicos y de alteración reproductiva en animales.’(6)

Gianfelice señala un aspecto también reseñado por otros investigadores en distintas partes del mundo, que contradice lo señalado por Monsanto y otros, respecto de la rápida digestión del glifosato en el suelo y por ende su inocuidad para el ecosistema: ‘Se ha reportado en Dinamarca, donde su uso está muy extendido, una capacidad de filtración hacia las napas de agua potable muy superior a lo esperado’.(6)

Un hecho señalado por muchos investigadores, biólogos y ecólogos, es el efecto letal que el glifosato posee sobre los batracios; su uso masivo en pradera pampeana se debe muy probablemente la casi extinción de ranas y sapos en nuestros cursos de agua. Al respecto un informe del Dr. Avellaneda (7) señala que la reciente pandemia de malaria, dengue, paludismo y fiebre amarilla, que se extendió en el último verano por Brasil, Paraguay, Bolivia Argentina y Uruguay coincide con el área de propagación del cultivo de la sojaRR. Un hecho vinculado a este aspecto, fue la invasión de mosquitos prolongada hasta muy avanzado el otoño, sufrido por pradera pampeana, la propia Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, ante la casi extinción de los sapos, ranas y otros batracios, predadores naturales de las larvas de los mosquitos. (7)

b) El 2-4-D, es un éster derivado del arboricida altamente tóxico conocido como ‘agente naranja’ el 2-4-5-T-, ‘produce una forma de dermatitis llamada cloracné, en la intoxicación aguda los efectos mas severos se dan en la función renal. En animales de experimentación se han comprobado efectos teratogénicos y fetotóxicos.’ (6) Señala al respecto que estos efectos obligaron al gobierno de Entre Ríos a promulgar la Resolución Nro. 7 de la Secretaría de Agricultura de la Provincia, (Expte Nº.402907) del 16 de abril 2003, prohibiendo el uso aéreo y terrestre del 2-4-D.

c) El insecticida organoclorado Endosulfán pertenece al grupo de los ciclodienos, que actúan como disruptores endocrinos, reemplazando o afectando a las hormonas producidas por el organismo, jugando un papel similar al estrógeno en los animales, produciendo ginomastía y feminización, en niños varones y adelanto del ciclo menstrual en las niñas, en ambos casos cuando han sido expuestos a fumigaciones del producto. ‘Causa gran preocupación la creciente frecuencia de anormalidades genitales en los niños, como testículos no descendidos (criptorquidia), penes sumamente pequeños e hipospadias, un defecto en el que la uretra que transporta la orina no se prolonga hasta el final del pene. (6) Estos hechos han sido denunciados por médicos del Hospital Garraham. En el caso de las niñas ‘la aparición a destiempo de hormona sexual femenina o su imitador, provoca desarrollo sexual anticipado con aumento del riesgo de patologías malignas de tracto genital.’(6)

Gianfelice sostiene que los disruptores endocrinos contenidos en los organoclorados y otros productos similares son los responsables de la fuerte disminución de la capacidad reproductiva de la población mundial. Señala al respecto que en 1940 el promedio de espermatozoides era de 113 millones por mililitro de semen, y que en 1990 dicha cifra había descendido a 66 millones/ml.(6) No sólo eso, a los efectos de estos productos, se encontraría vinculado el aumento del tamaño de la próstata y del número de cánceres en la misma y en los testículos. Respecto de las mujeres, en ellas producen un tipo de afección conocida como “endometriosis”, que afecta hoy a cinco millones de mujeres norteamericanas, cuando en los años ‘50 era desconocida. Al papel de los disruptores, se encuentra vinculado que el cáncer de mama crezca a una tasa de 1% por año desde 1940 cuando se iniciara la era química.(6)

Resumiendo, el endosulfán produce disfunción tiroidea en aves y peces; disfunción de la fertilidad en aves, peces, crustáceos y mamíferos y deformaciones en el nacimiento en aves, peces, tortugas. También produce feminización en peces, aves y mamíferos y masculinización de hembras en los mismos órdenes.(6) Gianfelice señala la gravedad de que las normas internacionales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) establezca el secreto de la formulación, para los fabricantes de agrotóxicos impide su contenido real y que sus normas comerciales, establecen standards para cáncer y malformaciones para adultos de 70 kg de peso.

Nada dicen respecto de los embriones y los niños y sólo miden la sustancia aislada, pero no la interacción entre ellas, puesto que en la realidad están todas juntas.(6) En la misma línea, el investigador de la Fac. de Ciencias Exactas de la UBA Dr. Jorge Kakzewer, refiere entre otros aspectos coincidentes con las opiniones de Gianfelici, el hecho de que la soja –o cualquier otro producto tratado con el mismo herbicida- fumigada con glifosato produce al ser cocinada una sustancia altamente tóxica llamada acrilamida. Dicho producto es la base de la poliacrilamida, sustancia que permite partir la cadena del ADN. Por ello la acrilamida es considerada un tóxico neural y reproductivo, que produce malformaciones en los embriones y finalmente cáncer.(8)

4.1.- Avances recientes

Recientes estudios avanzan en el conocimiento de los agrotóxicos que se utilizan en el paquete de la sojaRR-SD. Uno de los más importantes surge de las investigaciones del equipo del Dr. Robert Bellé, de la Universidad Pierre y Marie Curie de Francia, quienes demuestran que el glifosato –en su formulación comercial- provoca las primeras etapas del proceso de cancerización, al activar el mecanismo celular de check point (proteínas de control), cuando surgen problemas de división celular. El glifosato interactúa con el ADN tal como ocurre con los agentes cancerígenos. Bellé señala que luego pueden darse tres caminos: que la célula repare el ADN; que la célula se suicide para eliminar la malformación (mecanismo de apoptosis) o que la célula siga adelante produciendo un núcleo cancerígeno.

Luego deben producirse otros procesos, ya ajenos a la célula, que pueden o no determinar el cáncer, pues los agentes defensores del organismo pueden destruirla, pero también puede migrar a otros tejidos u órganos generando metástasis.(9) Bellé afirmó que la aspersión aérea de este químico es “una locura”.(9) Debido a su trabajo en enero de 2007, la mutinacional ‘ Monsanto fue condenada en Francia por publicidad engañosa sobre su producto Roundup.’.(9) Realmente notables son las consecuencias políticas que Bellé constató al comunicar sus resultados. ‘ Fuimos muy honestos, antes de difundir nuestros resultados en el mundo científico se los dimos a Monsanto, en el 2001, diciéndoles: “Cuidado con su producto, tienen un problema". Nos contestaron que no era posible, que el producto ya estaba registrado y nos pidieron que les demos el lote utilizado en la investigación. Ya habíamos probado con varios lotes y sabíamos que ese no era el problema. Las relaciones se deterioraron muy rápidamente. Luego impugnaron todo, por ejemplo, el modelo experimental, y cuestionaron el uso de células de embriones de erizos de mar, lo que nunca ha sido reconocido como material experimental por instancias oficiales de la toxicología. Les respondí que el argumento no era válido porque el repertorio de la toxicología corresponde al estudio de células ya cancerígenas, mientras que esta investigación era sobre la activación del proceso de cancerización. Después dijeron que no se podían extrapolar los resultados obtenidos con los erizos al ser humano; les explicamos que todas las células del planeta tienen el mismo origen y que el mecanismo más universal es la división celular. A fines del 2001 se premió con el Nóbel de Medicina a Leland Hartwell, Paul Nurse y Timothy Hunt por sus trabajos sobre el cáncer con levaduras y erizos de mar. Y desde ahí ya no pudieron usar este argumento. Estamos seguros de que el glifosato juega un papel importante pero es necesario la fórmula para que se active, porque el producto solo no es un herbicida. Las pruebas para obtener los registros (sanitarios) se hacen producto por producto, entonces es normal que las pase. Pero es extraño que el Roundup siga vendiéndose y su uso sea muy popular.(...) Hice gestiones ante los poderes públicos franceses,(...), para que transmitieran la información a las autoridades. Para mi gran sorpresa, me enviaron a alguien desde París a cuestionar los resultados y me pidieron no hablar con la prensa. Fue alrededor del 2002, antes de publicar el artículo en la revista científica. Argumentaron que no había que alarmar a la población y que quizás los resultados no eran definitivos. A raíz del artículo hubo algunas noticias en los medios, pero la gente aún no toma conciencia. Después me di cuenta que esto se relaciona con los transgénicos y los intereses económicos son muy grandes. Si Monsanto nos pone un juicio, el CNRS no tendría recursos para enfrentarlo.’(9)

Pero además la mezcla de agroquímicos, posee otros componentes que a su vez agravan la situación. El glifosato en sus formulaciones viene acompañado de otras sustancias coadyudantes y surfactantes que potencian los graves efectos de la droga que lo constituye. Tanto Jorge Kacsewer (8), Darío Gianfelice (6), como Walter Pengue (10) señalan el carácter altamente tóxico y especialmente cancerígeno de los productos acompañantes del glifosato. El Dr. Kaczewer, señala que el glifosato en su formulación como Round Up posee además del glifosato [como N-(fosfonometil)glicina], POEA (Polioxietileno-amina), varios ácidos orgánicos de glifosato relacionados, Sulfato de Amonio, Isopropilamina y agua.

El Sulfato de Amonio produce irritación ocular, nauseas, diarrea, reacciones alérgicas respiratorias y daño ocular irreversible. La POEA, produce ulceraciones, lesiones oculares, nauseas y diarrea. La Isopropilamina es una sustancia extremadamente caústica de membranas, mucosas y tejidos del tracto respiratorio superior, lagrimeo, coriza, laringitis, cefalea y nausea.

Otras sustancias asociadas con efectos más o menos tóxicos son la Benzisotiazolona, el Isobutano, la Metil Pirrolidinona, el Ácido Pelargónico , el Hidróxido de Potasio, el Sulfato de Sodio, el Sulfito de Sodio y el Ácido Sórbico. En síntesis, Kaczewer sostiene que los estudios revelan que el conjunto de sustancias formuladas como “glifosato” son tóxicas en todas las categorías y dosis ensayadas, produciendo dos tipos de toxicidad: subaguda -caracterizada por lesiones en las glándulas salivales- y crónica, caracterizada por inflamación gástrica, daños genéticos en células sanguíneas, trastornos reproductivos y mayor frecuencia de efectos carcinogenéticos, con mayor frecuencia de cáncer hepático observada en ratas machos y cáncer de tiroides en ratas hembras.(9) Walter Pengue (10) confirma las opiniones vertidas por Kaczewer, señalando que algunas formulaciones además poseen Dioxano que es una sustancia cancerígena.

Ambos autores reseñan el hecho sugestivo, de que luego de la difusión masiva de la sojaRR, los límites de tolerancia de trazas de glifosato en alimentos fueron elevados de 0.1 mg/kg a 20 mg/kg, es decir fue aumentado 200 veces, al sólo efecto de favorecer la comercialización de productos ahora elaborados con sojaRR y por ende con mayor proporción de glifosato en su composición. Kaczewer señala además que ‘los análisis de residuos de glifosato son complejos y costosos, por eso no son realizados rutinariamente por el gobierno de los EE.UU., (y nunca realizados en la Argentina).’ (Kaczewer, 2002) (10) (pag119).
En Francia, un grupo de científicos encabezados por el bioquímico Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, descubrió que las células de placenta humana son muy sensibles a Roundup en concentraciones inferiores a las utilizadas en la agricultura. ‘Seralini y su equipo decidieron profundizar en los efectos del herbicida sobre la placenta humana después que un estudio epidemiológico en la provincia canadiense de Ontario demostrara que la exposición al glifosato casi duplica el riesgo de abortos espontáneos en gestaciones avanzadas.(..) dosis muy bajas de glifosato provocaban efectos tóxicos en células placentarias humanas, y dosis aún más bajas causaban trastornos endocrinos. El estudio demostró que el glifosato mata una gran proporción de esas células después de dieciocho horas de exposición a concentraciones menores que en el uso agrícola. Esto podría explicar la gran incidencia de partos prematuros y abortos espontáneos en mujeres agricultoras de Estados Unidos que usan glifosato, señalaron los investigadores. Asimismo, advirtieron que sus residuos pueden entrar en la cadena alimentaria, y además se han descubierto como contaminantes de cursos fluviales.’(14)

Otro informe, éste de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNRosario, advierte sobre la existencia de estudios toxicológicos recientes, que indican que el glifosato, fue erróneamente catalogado como “toxicológicamente benigno”, tanto a nivel sanitario como ambiental. El bioquímico Federico Paggi indicó que “recientes estudios toxicológicos conducidos por instituciones científicas independientes parecen indicar que el glifosato fue erróneamente calificado como toxicológicamente benigno”, y por ende “los herbicidas en base a glifosato pueden ser altamente tóxicos para animales y humanos”. Paggi explicó que “la revisión toxicológica del glifosato conducida por un equipo norteamericano de científicos independientes (Northwest Coalition for Alternatives to Pesticides) indicó efectos adversos en todas las categorías estándar de toxicología: subcrónicos, crónicos, carcinogenéticos, mutagénicos y reproductivos”.(15)(4)

Respecto de la Atrazina, las reglamentaciones argentinas consideran que ‘la toxicidad de este herbicida es muy baja”, por lo que "No se realizan controles en particular sobre el uso de este principio activo al ser considerado poco tóxico, nuestra legislación no prevé ninguna restricción especial.’(16) Sin embrago la atrazina ‘ha sido clasificada como un plaguicida de uso restringido en algunos países de Europa, e incluso se lo ha prohibido debido a su potencial para contaminar napas subterráneas.’(16) Los efectos tóxicos de la Atrazina son variados,produciendo irritación de los ojos, alergias cutáneas (al aparecer esta alergia, la exposición posterior a muy bajos niveles del producto puede causar picazón e irritación en la piel). Puede ser asimilada por contacto con la piel y es peligrosa su ingestión e inhalación. Al igual que el resto del “paquete sojero” la Atrazina es considerada mutagénico y un mutagénico puede ser cancerígeno.

La Agencia para Sustancias Tóxicas de EE.UU., señala: ‘La exposición a la atrazina puede ocurrir en fincas donde se ha rociado. La atrazina puede afectar a las mujeres embarazadas, retardando el crecimiento normal de sus bebés. En animales expuestos se ha observado daño del hígado, el riñón y el corazón; no sabemos si esto puede también ocurrir con seres humanos. También se ha demostrado en animales que produce alteraciones en los niveles de hormonas que afectan la ovulación y la capacidad para reproducirse. Hay datos limitados en seres humanos y en animales que sugieren que puede haber una asociación entre exposición a la atrazina y varios tipos de cáncer.(..)La atrazina puede pasar desde los terrenos donde se rocía a arroyos o ríos o puede pasar a pozos de agua para beber o bañarse. En áreas donde la atrazina se usa extensamente (N.A. en casi toda la zona productiva nacional) las personas deben evitar nadar o tomar agua de fuentes contaminadas .’ (16)

También en USA, ‘La EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.) ha encontrado una contaminación generalizada de los cauces por atrazina. Estudios realizados sobre personas expuestas a este pesticida indican que podría estar vinculado con ciertos tipos de cánceres, incluyendo el de próstata y el linfoma de No Hodgkhin. Pero pruebas en laboratorio también lo relacionan con otros tipos de cáncer y problemas hormonales que podrían interrumpir el proceso reproductivo y del desarrollo.’(16)

La Unión Europea ha prohibido recientemente la atrazina por la contaminación del agua potable. Un reciente estudio de la Universidad de Berkeley (California) expresa: ‘El uso de la atrazina en el medio ambiente es básicamente un experimento incontrolado. Debido a su extensión todos los ecosistemas acuáticos se encuentran en grave peligro. Los efectos de la atrazina en ranas podrían ser una señal de que también podrían estar interfiriendo en el sistema endocrino de los humanos.’(16)

5.-Conclusión

En esta primera mirada sobre la relación del modelo de sojización seguido en Argentina y el Mercosur con la afectación a la salud humana y la contaminación ambiental, no puede sino provocar un fuerte llamado de atención a las autoridades sanitarias, ambientales y agropecuarias nacionales, así como para los profesionales agropecuarios en general, sobre los graves riesgos a que se está sometiendo a la población de toda la región ocupada por el monocultivo de sojaRR.

Cabe recordar que en un largo ciclo histórico, en el que la Región Pampeana –base de nuestra producción agrícola ganadera recibiera el mote de ‘granero del mundo’ por su enorme producción excedentaria de alimentos- exportados al mundo entero, en el apogeo del modelo agroexportador, la misma se realizaba prácticamente sin utilización de agroquímcos, más allá de nichos puntuales. La situación comenzó a cambiar a partir de la llamada Revolución Verde a finales de los ’60 y comienzo de los’70, para llegar al paroxismo con la “Segunda Revolución Verde” Revolución Biotecnológica actual, que ha inundado de manera irresponsable nuestro ecosistema de agrotóxicos y tarnsgenes, tal vez más allá del límite tolerado por nuestro ecosistema natural Se hace imprescindible rectificar el rumbo, saneando el ambiente, diversificando la producción, recuperando la rotación agrícola ganadera de nuestros suelos, recuperando las áreas contaminadas pro transgenes, devolviendo gente al campo, y protegiendo y recuperando las áreas extrapampeanas destruidas por la sojización, el monocultivo, la lluvia nociva de agrotóxicos y el desmonte. Eso debería ser así, ya que sino, a un modelo que propone una ‘agricultura sin agricultores’, con un suelo inerte sin vida biológica como propone el ‘barbecho químico’, también pueda continuarlo un país sin habitantes.

1.-Cifras informadas por el Dr. Pengue Walter, en la conferencia ambiental realizada en Buenos Aires el 21-3-07

2.- Ver Federación Agraria Argentina, Informe Semanal N° 197, 29 de diciembre de 2005 e Informe presentado por los Ing. Agr. Alberto Gelín y Javier de Souza, en el 2º Encuentro ‘Suelos, Fundamentos de Vida. Propuestas de Acción para el Cambio.’ organizado por CTERA, ANSAFE y el PAS, en San Jenaro Norte Santa Fe los días 19 y 20-05-2006.

2’ .- Informe presentado por los Ing. Agr. Alberto Gelín y Javier de Souza, en el 2º Encuentro ‘Suelos, Fundamentos de Vida. Propuestas de Acción para el Cambio.’ organizado por CTERA, ANSAFE y el PAS, en San Jenaro Norte Santa Fe los días 19 y 20-05-2006.

3.- Ver artículo al respecto de Sue Brandford: La cosecha amarga de la Argentina, publicado por New Scientist. 17-04-04.

4.- Informe del Dr., Ricardo Luis Mascheroni de Santa Fe, investigador y Docente de la UNL, Peripecias Nº 41, 28-3-2007.

5.- Denuncia judicial de vecinos de San Lorenzo ante la Justicia provincial.

6.- Informe presentado en Mar del Plata por Dr Dario Roque Gianfelici:El uso inadecuado de los venenos agroquímicos en los cultivares de soja y sus efectos sobre la salud humana. 18-07-2003.-

7.- Informe del Dr. Avellaneda, 6-4-07 www.nacypop.net

8.- Jorge Kaczewer, Toxicología del Glifosato: Riesgos para la salud humana.

9.- Reportaje en Ecuador a Robert Bellé, la investigación fue publicada en Toxicological Sciences Nº 82, 2004

10.- Pengue Walter Agricultura industrial y transnacionalización en América Latina, PNUMA, 2005

11.- El Nacional, Ecuador-Colombia: 25-02-2006.

12.- recorte de www.cnsaladillo.com.ar del 10/4/07

13.- El Mercurio, Ecuador, 26-2-07, citado por (4)

14.- Revista del Sur - Nº 160 - abril-junio 2005, Chee Yoke Heong.

15.- Ver aquí

16.- Informe del Dr., Ricardo Luis Mascheroni de Santa Fe, investigador y Docente de la UNL,Atrazina: los ecologistas son incorregibles.

17.- Luis J. M. Castellan, informe técnico ‘contaminacion por deriva con glifosato y 2,4 D’, Loma Senés, Dpto. Pirané, Pcia de Formosa, diciembre 2003, Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos.

*Ingeniero Agrónomo fitotecnista

Adjunto 1

Las Madres del Barrio de Ituzaingó-Anexo en Córdoba, luchan contra la muerte

El barrio de Ituzaingó Anexo, en las afueras del Sur de Córdoba, es una saliente crecida en los extremos del barrio Ituzaingó, poblado emblemático de los trabajadores de FIAT, hoy masivamente desempleados luego de la desindustrialización forzada de la nación. Durante años el barrio convivió con chacras, huertas y la crianza de animales. De pronto la saliente del Anexo, quedó rodeada por tres de sus lados (el cuarto la conecta al resto del Barrio Ituzaingó) con cultivos de sojaRR. En el barrio además había viejos transformadores y líneas de alta tensión de la empresa EPEC que poseían PCB.

Las Madres del barrio pronto descubrieron que en las casas más cercanas a los cultivos, con sus fumigaciones y, a los transformadores se producían gran cantidad de casos de cáncer, leucemias, Lupus, Púrpura y enfermedades autoinmunes, mayoritariamente en niños y mujeres. Junto con estudiantes de Biología, Agronomía y militantes ambientales las Madres realizaron un mapeo de los casos de las enfermedades detectando más de 140 casos de cáncer y de las restante afecciones (al día de hoy exceden largamente los 200 casos, habiendo ya fallecido muchos de los enfermos) sobre 4.000 habitantes, lo que implicaba más de un 50% por encima de la media nacional. También se producían graves afecciones a la piel, alergias respiratorias y graves malformaciones en los nacimientos.

Luego de luchar contra la indiferencia de las autoridades y la represión de los productores, que ponían gente armada para 'cuidar' las fumigaciones de las protestas de los vecinos, comenzaron a tener repercusión en Buenos Aires, en la cadena CNN, y luego en Córdoba, obligando al gobierno a actuar. Las Madres denunciaban que los aviones fumigaban, pasando por sobre las casas sin cerrar los picos aspersores, fumigando por igual a las casas y su habitantes, incluyendo a los niños que jugaban en la calle o sobre los árboles. Los análisis de agua, suelo y tanques de agua, efectuados por la Universidad Nacional de Córdoba detectaron presencia de Endosulfán, Atrazina, Paraquat, Diquat, Aldrín, Heptacloro y otros contaminantes en los tanques de agua y en el suelo. Comprobaron la presencia en los transformadores de los contaminantes de PVC, y señalaron que el barrio había sido construido sobre un antiguo basural de productos industriales de las empresas automotrices y militares de Córdoba, por lo que el nivel de contaminación del suelo con metales pesados y tóxicos era altísimo. EPEC debió retirar los transformadores con PCB chorreante. Las Madres fueron invitadas a foros y encuentros internacionales a denunciar la desidia de las autoridades y la política criminal de algunos productores y fumigadores. Finalmente el gobierno puso vigilancia policial las 24 horas, pero las empresas productoras de soja fumigaban exactamente 'cuando se producía el cambio de guardia' o de noche mientras la policía señalaba que no podía actuar 'por falta de equipos y órdenes para violar la propiedad privada'.

Sorprendentemente los médicos que fueron enviados por el gobierno al barrio, convalidando las denuncias de las Madres, fueron ‘renunciados’ de sus trabajos, ya que el gobierno provincial, consideraba al cultivo de sojaRR ‘una cuestión de Estado’. Luego con el cambio del gobierno municipal en la Ciudad, los vecinos recibieron respaldo, instalándose un centro médico en el lugar. El escándalo llegó al Congreso Nacional, donde se descubrió que desde la convertibilidad, todo el sistema de control ambiental estaba desarticulado y sin posibilidades serias de ser efectuado. Las Madres del Barrio Ituzaingó Anexo continúan hoy su lucha para lograr la limpieza definitiva de su ambiente, la atención adecuada de sus enfermos y la mejora definitiva del ambiente en que viven. Como otras Madres, las de Ituzaingó Anexo fueron la dignidad de su gente en la lucha por la vida contra la muerte.

Adjunto 2

Colonia Loma Senés, Formosa.

En febrero de 2003, un grupo de chacareros minifundistas de la Colonia Loma Senés, en el departamento de Pirané, Formosa, debió soportar la destrucción de sus cultivos hortícolas, agrícolas e industriales por una nube de glifosato y 2-4-D, que inundó sus pequeñas chacras provenientes de los campos vecinos sembrados con sojaRR, y que estaban siendo fumigados de manera irresponsable. ‘El veneno penetró en nuestros cultivos y en nuestras casas’, señaló el chacarero local F. Sandoval. ‘Rápidamente, nuestros ojos comenzaron a irritarse. Las piernas de los niños se llenaron de ronchas.’

La mañana siguiente la aldea amaneció en un escena de desolación. ‘La mayoría de nuestros cultivos estaban gravemente dañados, yo no podía creer lo que veía,’ dijo la esposa de Sandoval, Eugenia. En los siguientes días y semanas los cerdos y los pollos murieron y muchas cerdas y cabras tuvieron nacimientos muertos o deformes. Meses mas tarde los árboles de bananero sufrieron deformaciones, detuvieron su crecimiento y sus frutos aun no maduros se destruyeron. Los aldeanos rápidamente señalaron la responsabilidad en una granja vecina cuyos arrendatarios estaban produciendo soja genéticamente modificada, preparada para ser resistente al herbicida Glifosato.

Un mes más tarde agrónomos de la cercana Universidad Nacional de Formosa visitaron el escenario de los hechos y confirmaron las sospechas de los aldeanos. Los investigadores concluyeron que los vecinos de los chacareros, como miles de otros cultivadores de soja GM en Argentina(...), habían fumigado descuidadamente los terrenos y los alrededores de Colonia Loma Senés con una mezcla de poderosos herbicidas. Los pobladores llevaron a sus vecinos a la justicia y obtuvieron una orden para cesar las fumigaciones. La justicia también encontró a los arrendatarios culpables de ‘causar considerables daños a los cultivos y a la salud humana’. Pero fue una victoria pírrica. En septiembre nuevos inquilinos arrendaron la tierra y comenzaron a fumigar nuevamente. Cuando los granjeros les reclamaron, los nuevos inquilinos les dijeron que el fallo no se aplicaba para ellos, lo cual era técnicamente correcto.’(3)

El Ing. Agr. Luis J. M. Castellán, a cargo de la investigación de los hechos relata las peripecias de enfrentar al lobby sojero. ‘En los primeros días de febrero del corriente año, un grupo de productores de la colonia Loma Senés, 20 km al sur de la localidad de Pirané, requirió mi servicio para efectuar la constatación e informe técnico sobre los daños producidos por la deriva de la pulverización que días antes se realizó en campos de la colonia, destinados al cultivo de soja. Concurrí al lugar, recorrí las chacras afectadas relevando daños en los cultivos, escuché el relato de los productores y elaboré el primer informe técnico, con el cual se inició el reclamo legal. Posteriormente, sucedieron una serie de hechos que tomaron estado público, donde los productores, integrantes del Movimiento Campesino de Formosa, Equipo de Mujeres Campesinas y Asociación Feriantes de Pirané, “organizadamente” defendieron sus derechos. Fue gracias a esta acción decidida de los productores, que el caso alcanzó cierta trascendencia, ya que en general, los medios de comunicación, incluyendo los medios oficiales, no reflejaron el problema en su real magnitud. Mas bien trataron de minimizarlo. No hubo programa de televisión donde se mostrara los daños producidos en los cultivos ni la forma en que ocurrieron los hechos. No se mostró a los productores afectados. No se reflejó su opinión, como tampoco se requirió la opinión de los responsables de la pulverización. Se trató de orientar la discusión hacia los productos empleados en la pulverización, destacando que su empleo está autorizado por la Secretaría de Agricultura Ganadería Pesca y Alimentos (SAGPyA), cuando lo que en realidad se cuestionaba por parte de los productores, no eran precisamente los productos, sino el mal uso de los mismos. Se cuestionaba la forma irresponsable en que los mismos fueron utilizados, afectando la economía familiar y poniendo en juego la salud de las personas. Mas allá de la “oficial” inocuidad de los productos, nadie tiene derecho a invadir el espacio ajeno, rociando con productos químicos los bienes animados, inanimados y las personas. Esa es la cuestión. En esos momentos, diariamente se oían diferentes comentarios, muchos de ellos mal intencionados. Profesionales, productores, dirigentes, periodistas, funcionarios, todos opinaban y emitían juicio sobre el tema. Pero ninguno se arriesgó a escribir y firmar su opinión, con lo cual dichos comentarios no pasaron de ser opiniones livianas vertidas por quienes no conocían realmente la situación y muchos ni siquiera sabían de lo que hablaban. Por mi parte, como técnico actuante de parte de los productores, fui blanco de críticas y comentarios de diversa índole. Mi preocupación en todo momento fue encontrar argumentos que me den la seguridad de estar en el camino correcto. De lo contrario, honestamente debería cambiar de posición.’(17)

Loma Senés es sólo un pequeño ejemplo de los miles de pequeños productores destruidos por la expansión del monocultivo de sojaRR y otros pocos granos, la concentración de la tierra, el agua, la producción, que ha eliminado cerca de 180.000 pequeñas y medianas explotaciones agropecuarias, la mayoría absoluta de ellas, productoras de alimentos y sostén de igual número de familias. Se suman a ellas las miles de explotaciones que debieron obligadamente arrendar o vender sus tierras para que se haga en ellas sojaRR, pues no pueden seguir produciendo alimentos en campos rodeados por fumigaciones de glifosato y todo el paquete de agrotóxicos que acompaña la sojización transgénica, aplicados sin ningún control por parte de las autoridades, que destruye sus cultivos e inutiliza sus campos. Remarcando el carácter claramente irresponsable de los intereses en juego, vale señalar que la jueza que produjo el amparo a favor de los colonos, fue cesanteada por el gobierno provincial.

Fuente: ECOPORTAL

Comentarios

15/04/2008
nota periodística, por Sandra López
Artículo sumamente interesante y tan completo, que me gustaría contactarme con el ingeniero Lapolla, por una nota que estoy realizando sobre el tema.
escribaurbana@yahoo.com.ar