Algodón Bt en Colombia

Se hace referencia a la preocupación mundial frente a la agricultura transgénica. Se reiteran sus riesgos. Se resumen experiencias y riesgos con el gene Bt y con algodón Bt, particularmente en China y en India. Se deja constancia de la forma irresponsable científicamente e inmoral administrativamente como el ICA ha autorizado cultivos comerciales, de algodón Bt de Monsanto, Nucotn 33b, que contiene la proteína Cr y 1 Ac, en el ecosistema húmedo del Caribe colombiano, vale decir, departamento de Córdoba, Resolución ICA 1035 de Mayo 10 de 2002. La proteína Cr y 1 Ac representa un alelo autosómico incompletamente recesivo

1. Introducción. En 1973 se desarrollan con éxito las primeras pruebas de ingeniería genética donde la transnacional Monsanto desempeñó un papel pionero. En 1983 la revista Scientific American publicó la existencia de al menos 4.500 líneas transgénicas de diversos cultivos creados por la mencionada transnacional. Previo el Convenio de Biodiversidad de 1992, que legitima la biotecnología, como lo lamentara previamente el ministro alemán del ambiente, y que los Estados Unidos se negaron a suscribir, el cultivo de los transgénicos fue autorizado comercialmente en USA en 1993, alcanzando en 2002 la preocupante cifra de 56 millones de hectáreas, localizadas principalmente en USA, Canadá, Argentina y China.

Los cultivos transgénicos han sido desarrollados principalmente en dos sentidos:

a. Resistencia a herbicidas, en particular soya round ready de Monsanto frente a su principal renglón de ventas: glifosato. En USA la mencionada transnacional obtuvo que se aumentara de 0.2 miligramos de residuo de glifosato en materia seca en 1986 a cien miligramos en 1998 en alimentos de uso humano. En 1997 se aumentó en 72% el consumo de glifosato en soya, según el boletín AGROW de las industrias agroquímicas de USA y según cifras del U.S. Departamento of Agriculture. (CCO, 1999).

b. Producción de plantas insecticidas, mediante la inserción del gene tóxico del Bacillus thuringiensis. Este bacilo habitante natural del suelo, había venido siendo usado por agricultores desde tiempos atrás para controlar larvas de lepidópteros mediante aspersiones del bacilo.

Según Transgen - acción ecológica, Noviembre 1 de 2001, el 70% de los cultivos transgénicos se están desarrollando como resistentes a herbicidas y el 30% como plantas insecticidas.

2. Riesgos. Existen al menos cuatro grandes categorías de peligros frente a los transgénicos: sanitarios, ecológicos, socio políticos y para la naturaleza humana, aunque generalmente se haya privilegiado referirse a los dos primeros.

Dentro de la categoría de riesgos sanitarios, el punto más explicitado ha sido el de la resistencia a los antibióticos por el uso de esas drogas en el proceso de producción de las semillas. De otro lado están los efectos alergénicos: por ejemplo, en 1998 la Internacional Society of Chemoterapy consultó 198 expertos de 25 países acerca del riesgo que entraña el gen de la resistencia a la ampicilina en el maíz de Novartis: 57% lo consideraron inaceptable; 34% pidieron medidas precautelatorias previas a la siembra del maíz; y solo el 2% lo consideraron seguro (CCO, 1999).

Ya son numerosas las comprobaciones del daño ecológico de los transgénicos, no solo en la cadena alimentaria de los animales silvestres sino en su capacidad de contaminar la biodiversidad mediante cruces o hibridaciones incontrolables, pues dependen del vuelo de los polinizadores y del viento: en Dinamarca una colza transgénica de Brassica napus alteró genéticamente a su pariente silvestre Brassica campestris (Laboratorio Nacional Riso, en Roskilde: T. R. Mikkelsen, B. Andersen y R. B. Jorgensen en Nature 380. 1996). Genes manipulados para resistencia a antibióticos en Solanum tuberosum se transmitieron a distancia (Y. Skogsmyr, en Theorethical and Applied Genetics 80. 1991). En el INRA -Instituto Nacional para la Investigación Agrícola, francés, se comprobó contaminación de rábanos silvestres con colza transgénica en que, incluso en la cuarta generación el 20% de los hibridos conservaban el gene de resistencia al herbicida (H. Darmency, A. Fluir y E. Lefol en Moléculas Ecology 7. 1998). En Riegel, Alemania, se demostró la contaminación de maíz normal por maíz transgénico Bt- 176 de Novartis (Greenpeace, 1998).

3. Oposición. La resistencia civil contra los transgénicos y en especial de los consumidores, se construyó rápidamente entre 1993-1996, en todo el mundo, pero particularmente en países de altos niveles de cultura e ingreso económico.

Solo en vía de ejemplo traemos una de tantas encuestas con resultados similares: una de ellas, realizada en todos los países de la Unión Europea en Octubre de 1996, dio entre otros, resultados como los siguientes: el 74% a favor del etiquetado de los productos transgénicos; 60% contra la manipulación de los animales de granja con transgénicos (piensos fabricados con granos transgénicos, hormona recombinante del crecimiento bovino, modificaciones genéticas a las razas); 53% se sentían desprotegidos por el Estado frente a los riesgos de la biotecnología (G. Gaskell, de London School of Economics, 1997).

Masiva información sobre la resistencia civil mundial a la ingeniería genética se resumió en M. Mejia, 2001, Transgénicos y Agricultura, mecanogr., 33 páginas.

De otro lado se desenmascaró la argumentación de las transnacionales en M. Mejía, 2001, Los trece mitos de la ingeniería genética, mecanogr. 6 páginas.

4. Algodón Bt. Es una planta insecticida artificial a la que se ha incorporado por ingeniería genética la toxina del Bacillus thuringiensis, especialmente contra larvas de lepidópteros, y en este caso contra el perforador del tallo Helicoverpa armigera.

El comportamiento de la toxina Bt en algodón ha sido ampliamente estudiada en China, donde Monsanto lo introdujo en 1997, creciendo a un millón de hectáreas en 2000 y a uno y medio millones de hectáreas en 2001, representando en 2001 el 35% del algodón sembrado en China (Daynan Xue, Nanking Institute of Environmental Sciences, Estate Environmental Protection Administration of China: publicado por Greenpeace, Junio de 2002, 26 páginas). La investigación fue realizada por dos Institutos de la Academia de Ciencias Chinas y las Universidades Agrícolas de Beijing y Nanking desde 1997.

La conclusión central de estos estudios es que la tecnología Bt actual habrá desarrollado en ocho o diez años resistencia eficaz por parte de la plaga objetivo, a la vez que convertido plagas secundarias en principales y haber reducido la población de parásitos naturales, aunque el daño en predatores no fue obvio.

El 30% de la población de la plaga objetivo (el perforador del tallo) ya era resistente en la generación 17; resultados en laboratorios mostraron que la generación 16 fue 43.3 veces más resistente que la primera, a la prueba del WLC 50. y en la generación 40 la resistencia había aumentado mil veces. En las generaciones segunda y tercera el control por la planta no es suficiente, haciéndose necesarios dos o tres aplicaciones adicionales de agrotóxicos. De otro lado, no parece viable potenciar aun más la toxina Bt. Dobles genes tóxicos (Bt más CpTI -tripsina inhibidora del caupí) controlaron débilmente poblaciones de Agrotis ypsilon.

Parasitoides como Microplitis y Campoletis fueron reducidos en 88.9 y 79.2% respectivamente, mientras que la población de estos parasitoides en campos no transgénicos fue de 7 a 11 veces mayor.

Pero el predator Harmonia axyridis mostró una mortalidad del 24% en el primer instar de las larvas.

Desde un principio, 1997, el Spodoptera exajua aumentó su agresividad, cuando el algodón Bt controló solo el 70% de la población, siendo necesario adicionar aplicaciones de insecticidas.

Adelphocorisy Lygus son plagas en China que son favorecidas por temporadas húmedas en el ciclo del cultivo y que necesitan control químico. En cambio temporadas secas favorecen al Tetranychus que también piden control químico, no obstante aquellas y esta se encuentren en campos Bt.

La mosca blanca - Bemicia tampoco fue afectada por el gene Bt no obstante ser un lepidóptero.

El Aphis gossypii aumentó 33.1% en campos Bt con relación a campos no transgénicos.

Tetranychus cinnabarinus aumentó entre el 85 y el 138.9% en campos Bt con relación a campos no transgénicos.

Thrips tabacicreció en población 346.0% en campos Bt con relación a campos no transgénicos. Igual al Trialeurodes vaporariorum cuya población fue 68.3% mayor. Idem Lupus luconum con 288% más, Empoasca biguttula con 57% más.

Se encontró que el gene Bt favorece al áfido del algodón pues en campos Bt sin control químico la población de áfido fue 35 veces mayor mientras que en campos Bt con control químico la población fue similar y apenas ligeramente más baja.

Prodenia litura fue de leve ocurrencia en campos normales pero mayor en campos Bt.

En general, la mayoría de las plagas secundarias aumentaron en cultivos Bt con relación a cultivos no transgénicos, en especial Trips tabaci y Frankiniella intensa.

La expansión impresionante de las áreas de cultivo de algodón Bt se explica por la externalidad del éxito inicial: en China se reconoce un efectivo control del perforador del tallo, Helicoverpa armigera Hûbner en la segunda generación (en la primera generación usa hospederos como trigo), pero es menos efectivo en la tercera y en la cuarta. De todos modos en un principio en el Valle del río Amarillo las aspersiones de químicos se redujeron de 13 a 7 y en el Valle del Yangtse de 6 a 4. De donde se sugiere un mayor peso de las condiciones ecológicas naturales con relación a las culturales. Pero ya no estamos en los primeros años de la revolución verde, donde la rentabilidad de la agricultura avasallaba cualquier otra consideración. En 1950 no había movimiento ambiental.

El informe de Xue consta también de una detalladísima investigación en laboratorio del comportamiento del Helicoverpa frente al Bt y el CpTI.

5. Otros efectos del Bt. De acuerdo con estudios realizados en Escocia, los áfidos pueden transferir la toxina a sus predatores coccinélidos, afectándolos (Birch y otros, 1997).

Las toxinas Bt pueden persistir durante meses, al menos dos o tres meses, en el suelo, de donde pueden ser transportadas por lluvias (Palm y otros, 1996).

Plagas de lepidópteros que hayan desarrollado resistencia son potenciales invasores de campos no transgénicos: quién paga esta transferencia?

La Universidad de Cornell en 1999 y la de Iowa en 2000 han comprobado la intoxicación de mariposas monarca que se alimentaron de polen transgénico.

La toxina Bt del maíz Starlink de Avantis es prohibida en USA para maíz de consumo humano por su capacidad alergénica comprobada. Este maíz ha contaminado en 2000 el 4% de la superficie cultivada en maíz en USA y ha trascendido los controles comerciales para llegar a consumo humano (Rafi, 2001).

En Enero de 2001 investigadores venezolanos y estadinenses informaron que la toxina Bt del maíz transgénico puede dispersarse por el suelo matando larvas hasta 25 días después de levantado el cultivo.

6. Algodón comercial Bt en Colombia. La historia comienza en Colombia, cuando el ICA, oficioso servidor que fue de las empresas comercializadoras de agroquímicos, legado que le viene del DIA -Departamento de Investigación Agrícola formado por la Rockefeller en los cincuenta, se acondiciona, en ausencia de toda legislación superior específica sobre transgénicos y sin esperar el desarrollo del Protocolo de Bioseguridad, se acomoda a la jugosa perspectiva de la ingeniería genética en 1998 con el Acuerdo 0013 de Diciembre 22 por el cual se crea el-Consejo Técnico Nacional para la introducción, producción, liberación y comercialización de organismos modificados genéticamente, decisión que careció de consulta pública nacional y donde los opositores al Apocalipsis transgénico no tenemos asiento, aunque si la empresa Monsanto, como se denuncia en demanda ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca a fines de 2002.

Por resolución del ICA 1035 de Mayo 22 de 2002 sustentada en dos cuestionables e insuficientes documentos (porque solo se tomó en cuenta la relación con algunos artrópodos y porque se comprobó que en los ensayos Bt si hubo hibridación) preparados por la Alianza ICA - Monsanto, se autorizó la siembra de 2000 hectáreas, bajo el eufemismo torpe de ensayos "semicomerciales", en el Departamento de Córdoba, no obstante la menor importancia allí del Helicoverpa frente al picudo y al culi-culi, que son responsables del 71% de la aplicación de insecticidas en algodón a condiciones del "ecosistema húmedo del Caribe".

Según la demanda mencionada, para favorecer a Monsanto y poner en riesgo el futuro algodonero del país, el ICA y el Ministerio de Agricultura ignoraron concepto previo del Ministerio del Ambiente y mostraron absoluto desprecio por el principio de precaución, con antecedentes legales como:

· Ley 165 de 1994 que ratifica el Convenio de Biodiversidad.

· Decisión 391 del Acuerdo de Cartagena, Régimen Común de Acceso a los Recursos Genéticos.

· Ley 45 de 1983 que ratifica la Convención para la Protección de Patrimonio Mundial, cultural y natural.

· Ley 243 de 1995 que adoptó la Convención Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales

Comentarios