Agenda ecologista para la transición #1
La crisis por el COVID-19 nos develó el hecho de que vivimos uno de los peores momentos de la historia, quizás el peor, porque nos demuestra cuán vulnerables somos y cómo hemos afectado al conjunto del planeta.
A la crisis ambiental en cada uno de los países se suma la crisis global, que a su vez exacerba las múltiples crisis en los diferentes territorios del planeta. Acabamos de pasar por los peores incendios registrados en la historia de la humanidad, las inundaciones que se repiten cotidianamente en todas partes, los huracanes aumentan; hechos que expresan la parte material de una crisis climática, que se oculta tras conceptos poco comprendidos como el de las emisiones/absorción de CO2.
Pero además hay una cleptocracia instituida, más visible en unos países que en otros, que destruye las bases materiales de los países a fuerza de actos de corrupción: mega obras innecesarias, negociados con transnacionales para la entrega de concesiones, importaciones de basura…
También son, sin duda, tiempos inesperados. Surgen iniciativas insólitas, hechos que desencadenan reacciones en cascada. El arte recupera un espacio en la sociedad. La desinformación deliberada tropieza con una información que rompe barreras. La visión racionalista y pragmática, que creía tener las verdades absolutas, se demuestra incapaz de predecir situaciones como la actual. Los quirománticos y astrólogos aciertan más que los políticos y los economistas.
A pesar de la negación a los cambios estructurales por parte de los gobiernos centrales, en los niveles locales se están dando cambios esperanzadores. Hay una nueva generación de niños, niñas y jóvenes que se han puesto a la cabeza de la defensa del futuro. Finalmente, y a pesar de la criminalización y represión, los pueblos y comunidades no están dispuestos a la inmovilidad del pragmatismo y el realismo y siguen peleando.
En estos tiempos sombríos, proponemos observar y proteger esos esfuerzos que se mantienen desde abajo, muchos en modo sobrevivencia, otros en modo resistencia activa. Hacer causa común la defensa de territorios que aún mantienen diversidad biológica y diversidad de culturas y de saberes; construir estrategias de reparación integral allí donde haya problemas socio ambientales; trabajar las condiciones para reapropiarse y retomar el control de los territorios.
Iniciamos una serie de editoriales con propuestas para la transición, que desde nuestra visión ecologista parten de tres criterios esenciales:
· Para garantizar la vida y el futuro es necesario garantizar la salud y equilibrio de la naturaleza, de la que somos parte.
· Un modelo de país independiente, autónomo y libertario demanda basarse en las diversas soberanías: política, económica, energética, alimentaria, cultural
· Toda crisis ambiental tiene cuentas pendientes de justicia y equidad, por lo que una agenda ecologista es también una agenda por la justicia social.
Fuente: Acción Ecológica