Acuerdo Comercial UE-Mercosur: Una Amenaza para los Derechos Campesinos y la Naturaleza
Rechazamos el Acuerdo de Libre Comercio MERCOSUR UE porque viola los derechos de lxs campesinxs y amenaza la naturaleza
A medida que las protestas contra los acuerdos comerciales entre la UE y el Mercosur aumentan, volvemos a publicar la declaración de La Vía Campesina, basada en una propuesta de la Coordinación Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina) y la Coordinación Europea Via Campesina (ECVC):
(5 de diciembre de 2023) Desde la VIII Conferencia Internacional de La Via Campesina, reunida en Bogotá, con mas de 500 delegados y delegadas de todos los continentes , expresamos que rechazamos el Acuerdo de Libre Comercio entre Mercosur y Unión Europea porque el mismo solo beneficia a las grandes corporaciones transnacionales responsables del hambre y la crisis climatica y sus consecuencias serán destructivas para los pueblos y particularmente para los campesinos y campesinas de las regiones afectadas
El tratado estructura a los alimentos como mercancías, sin tener en cuenta los derechos humanos , el derecho a la alimentación de los pueblos y los derechos campesinos adoptados por las Naciones Unidas en la Declaración de derechos campesinos y otras personas que viven en el campo . El acuerdo no establece caracterizaciones de las diversas realidades económicas y sociales que forman parte de los sistemas alimentarios de cada país y región, y plantea reglas que solo favorecen a los sectores concentrados y transnacionalizados de la agricultura.
Este acuerdo provocará la destrucción de sistemas alimentarios campesinos que actualmente abastecen de alimentos a los pueblos de cada región, es un acuerdo hecho a medida del campital financiero y las transnacionales, principales responsables de la pobreza, la crisis climatica y alimentaria que acontece.
Durante muchos años, nosotrxs lxs agricultorxs, lxs agriculturxs campesinxs, los pueblos sin tierra, los pueblos afrodescendientes y lxs trabajadorxs agrícolas hemos sufrido las consecuencias de la regulación de los mercados agrícolas a través del régimen internacional de libre comercio. Los intereses de las empresas agroalimentarias se han antepuesto sistemáticamente a los de lxs pequeñxs productorxs de alimentos y trabajadorxs agrícolas. El precio de los alimentos que producimos se ha desvinculado artificialmente del coste de la producción local. Se nos pone a competir unxs con otrxs, a pesar de que nuestras condiciones de producción varían enormemente de un país a otro (por ejemplo, en lo que respecta a las condiciones climáticas, las normas sanitarias, sociales y medioambientales, el coste de la mano de obra, el acceso a la tierra y a las herramientas de producción, etc.).
La mercantilización de la tierra, el agua y las semillas conduce al empobrecimiento de la población rural. Las corporaciones que progresivamente se hacen con el control de los sistemas alimentarios sólo consiguen ser ” competitivas” porque están fuertemente subvencionadas con dinero público y porque no se les exige que paguen los costes sanitarios, medioambientales y sociales de su modelo de producción industrial.
Tal como plantea la Declaación de derechos campesinos y otras personas que trabajan en áreas rurales de la ONU, para garantizar los derechos campesinos y terminar con el hambre es necesario ¿desarrollar políticas publicas para la Soberanía Alimentaria. Esto demanda herramientas que permitan a los estados intervenir en lo mercados y regularlos para lograr equilibrios justos frente al proceso de concentración de los sistemas alimentarios en grandes corporaciones que ejercen su poder dominante especulando con el precio de los alimentos. Lejos del Libre mercado, los estados deben tambien intervenier para garantizar formas de producción sustentables que reviertan el proceso de destrucción de la naturaleza y contaminación de las aguas.
Dicho acuerdo fomentará modelos de producción insostenibles en las zonas rurales, haciendo que aún más productorxs de alimentos a pequeña y mediana escala desaparezcan y emigren a lugares urbanos para trabajar en empleos precarios. En la UE, la población agraria ya representa menos del 5% del empleo total, mientras que en los países del MERCOSUR, la población rural se encuentra entre la población más marginada. ¿Coincide esto realmente con la visión a largo plazo de nuestros gobiernos para las zonas rurales?
Este acuerdo no contempla los intereses de los trabajadores , de los campesinos y campesinas ni de las cooperativas agricicolas, todo lo contrario, presenta un enorme riesgo para ellos. Además no es un acuerdo sustentable, el libre comercio deja libra a las grandes empresas para avanzar en su voracidad de acumulación de capital a costa de la naturaleza y de la expulsión de campesinos de sus tierras
Desde La Vía Campesina exigimos un nuevo marco internacional para el comercio global basado en la soberanía alimentaria. Apoyamos la cooperación internacional y la solidaridad entre los pueblos. Los acuerdos bilaterales o birregionales de cooperación deben tener como núcleo los derechos humanos, y en particular los derechos de lxs productorxs de alimentos reconocidos en la UNDROP. Deben permitir un auténtico desarrollo agrícola que dé prioridad a la producción local de alimentos y a la agroecología. Deben detener la expansión del poder corporativo en la alimentación y la agricultura y dar prioridad a lxs productorxs de alimentos a pequeña y mediana escala.
Como campesinxs, pequeñxs agricultorxs y trabajadores agrícolas de los dos continentes, hacemos un llamamiento a todos los movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil para que se opongan al acuerdo UE-MERCOSUR y exijan a nuestros gobiernos que detengan este acuerdo.
-Para descargar el comunicado en PDF, haga clic en el siguiente enlace:
Fuente: La Vía Campesina