¡Reforma agraria para acabar con la destrucción ambiental, la concentración de riqueza y la desigualdad!
Este documento reafirma la necesidad de la Reforma Agraria Popular en el país para superar la destrucción ambiental, la concentración de la riqueza y la desigualdad social.
Durante la Reunión de Coordinación Nacional, que se realizó del 20 al 24 de enero en Belém (estado de Pará), el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) lanzó una carta oficial reafirmando la importancia de realizar una Reforma Agraria Popular en Brasil, «como forma posible de superar la destrucción ambiental, la concentración de la riqueza y la desigualdad social». El documento también denuncia el modelo de destrucción del agronegocio y se compromete con diez puntos fundamentales para avanzar en 2025:
“1. Defender la tierra, el territorio y los bienes de la naturaleza, haciendo frente a la especulación con las parcelas de la Reforma Agraria y a todas las formas de acoso del capital a nuestros territorios; 2. Producir alimentos sanos para todo el pueblo brasileño, difundiendo la agroecología, respetando la diversidad de los biomas, combatiendo los agrotóxicos y fortaleciendo la cooperación y la agroindustrialización para organizar la vivencia colectiva en la producción, el trabajo y las relaciones humanas”, son los primeros compromisos de la Carta.
La actividad reúne a 400 dirigentes y militantes del Movimiento, representantes de 23 estados y del Distrito Federal, para evaluar y planificar la lucha por la tierra y la reforma agraria en el próximo período.
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Vea la carta completa:
CARTA DE LA COORDINACIÓN NACIONAL DEL MST
¡Toda conquista sólo es válida si tenemos capacidad para defenderla!”
(Fidel Castro)
NosotrXs, los 400 delegadxs de la Coordinación Nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), representantes de 23 estados de Brasil y del Distrito Federal, nos hemos reunido en territorio amazónico para trazar el rumbo de nuestra organización para el próximo período en la lucha por la Reforma Agraria Popular, con acceso a la tierra y justicia social y ambiental.
Aquí, hemos venido a beber de la historia y de la memoria de la resistencia indígena, negra, campesina y popular. En la región guardiana del legado del movimiento popular de Cabanagem, que, a pesar de haber pasado por tantas masacres, como Corumbiara, Eldorado do Carajás y Balaiada, nos da lecciones de lucha, resistencia y esperanza para la defensa radical de la humanidad.
Luchamos y resistimos en tiempos difíciles, marcados por la perversidad de la ofensiva capitalista. En Latinoamérica, vivimos un período de profundización de la codicia del capital, de la apropiación de los bienes de la naturaleza y de la violencia contra los pueblos que luchan y resisten al orden imperialista.
Actualmente, la política neoliberal en Brasil ha profundizado la barbarie de las diversas formas de violencia contra la clase trabajadora en el campo y en la ciudad. Crece la masa de sobrantes, los considerados desechables por el capitalismo, mientras no se implementan políticas públicas estructurales.
En el campo, se detiene la Reforma Agraria para desnacionalizar la tierra brasileña, privatizar los bienes de la naturaleza que alimenta el proyecto de muerte del agro-hidro- minero-negocio, resultando en la crisis ambiental – que se expresa en los territorios y a nivel global. A esto se suma la acción perversa de la mayoría del Congreso Nacional, que legisla a favor de los intereses del gran capital, defiende el proyecto del agronegocio y toma como rehén al Poder Ejecutivo, retrayendo e impidiendo el avance de políticas públicas sociales y conquistas efectivas para el pueblo brasileño.
Pero la crisis también es una oportunidad para utilizar las contradicciones capitalistas como «brechas» para denunciar el agronegocio y provocar el debate en la sociedad sobre la importancia de la Reforma Agraria Popular como forma posible de superar la destrucción ambiental, la concentración de la riqueza y la desigualdad social. Ante esto, nos comprometemos a:
1. Defender la tierra, el territorio y los bienes de la naturaleza, haciendo frente a la especulación con las parcelas de la Reforma Agraria y a todas las formas de acoso del capital a nuestros territorios;
2. Producir alimentos sanos para todo el pueblo brasileño, difundiendo la agroecología, respetando la diversidad de los biomas, combatiendo los agrotóxicos y fortaleciendo la cooperación y la agroindustrialización para organizar la vivencia colectiva en la producción, el trabajo y las relaciones humanas;
3. Luchar por la justicia climática, articulándonos con toda la sociedad, especialmente con las organizaciones populares, para denunciar la hegemonía del capital y la exclusión de los pueblos de la agenda ambiental y de los instrumentos de gobernanza global, como las COP, y construir un proyecto popular de superación de la crisis ambiental;
4. Fortalecer el trabajo de base y un plan de luchas para acumular fuerzas en el próximo período, junto a nuestras bases y organizaciones populares urbanas, construyendo luchas con el conjunto de la clase trabajadora, como el Plebiscito por el impuesto a las fortunas y el fin de la jornada laboral de 6×1, acciones de solidaridad, campañas contra el hambre y el analfabetismo; Difundir el estudio y la formación política e ideológica como importante herramienta para romper los cercos del latifundio del conocimiento;
5. Presionar al gobierno para que asiente a las 100.000 familias Sin Tierra acampadas, demarque los territorios indígenas y reconozca los territorios quilombolas, luchando por un presupuesto y una agenda concreta de políticas para mejorar la calidad de vida y la autonomía de los territorios;
6. Ejercer el internacionalismo y la solidaridad como principios, valores y estrategias para construir la lucha socialista; de la mano de Cuba, Palestina, Venezuela, Haití, los pueblos de África y la clase trabajadora del mundo;
7. Construir estrategias para enfrentar el imperialismo, el colonialismo, el racismo, el patriarcado, la xenofobia contra los inmigrantes, la LGBTI+fobia y todas las formas de violencia y dominación;
8. Arraigar en nuestra base y debatir con la sociedad nuestro Programa de Reforma Agraria Popular, como contribución al Proyecto Popular para Brasil, en el marco de la celebración de los 41 años del MST y los 20 años de la Escuela Nacional Florestan Fernandes;
9. Alimentar la mística revolucionaria y reposicionar el socialismo como horizonte estratégico y alternativa concreta de superación del capitalismo;
10. Nos comprometemos a luchar por la justicia ante el asesinato de los compañeros Sin Tierra Valdir y Gleison y por todos los caídos en la lucha contra la injusticia y la desigualdad.
Finalmente, reafirmamos nuestro compromiso con la clase trabajadora de movilizar la indignación colectiva para enfrentar el latifundio, denunciar todas las formas de opresión e injusticia, enfrentar los ataques del capital, sin renunciar a celebrar las conquistas históricas fruto de nuestra lucha. ¡La emancipación humana es nuestra meta y la Reforma Agraria Popular es el camino que estamos construyendo!
¡O luchamos o perderemos el mundo por conquistar!
Belém/PA, 24 de enero de 2025,
Coordinación Nacional del MST.
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- Traducción por Natalie Illanes Nogueira.
.Fuente: La Vía Campesina