¡No al tren mal llamado maya!
"Nosotras y nosotros, indígenas que somos parte del pueblo maya de la península de Yucatán y que integramos la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, levantamos la voz para denunciar los megaproyectos empresariales que tienen como finalidad despojarnos de la tierra y el territorio".
“Nosotros somos la tierra. En nosotros maduran las semillas. Nosotros alimentamos las raíces. Bajo nuestras plantas caminan las aguas de los cenotes. Nosotros somos la tierra”. Ellos son la sustentabilidad del despojo.
Canek. Ermilo Abreu Gómez
Nosotras y nosotros, indígenas que somos parte del pueblo maya de la península de Yucatán y que integramos la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, levantamos la voz para denunciar los megaproyectos empresariales que tienen como finalidad despojarnos de la tierra y el territorio, lugares y espacios donde habitamos, donde vive y se alimenta nuestra familia, donde hacemos la milpa que heredamos de los abuelos y abuelas, donde celebramos nuestros ritos y vivimos nuestra identidad con dignidad y con profundo respeto a la madre naturaleza, donde convivimos con el aire, el agua, los árboles, el maíz, el sol, pero sobre todo, donde crece la semilla del futuro; en la Asamblea estamos convencidos y luchamos por defender nuestro pensamiento que dirige nuestras acciones: ¡LA TIERRA NO SE VENDE NI SE RENTA!
En los últimos años hemos visto con mucha preocupación que en nuestros pueblos y ejidos llega “gente extraña” ofreciendo dinero a cambio de cederles nuestras tierras para el desarrollo de grandes proyectos eólicos y fotovoltaicos, o bien, para la construcción de granjas porcícolas para alimentar a miles de cerdos de exportación; vienen a ofrecernos que mediante estos proyectos vamos a tener empleo, que nos pagarán bien por la renta o venta de las tierras, pero la realidad es que lo único que han logrado es que en algunos pueblos haya división y enfrentamiento entre habitantes, e incluso entre familiares; a los empresarios no les importa que sus “grandes desarrollos” deforesten miles de hectáreas de selva, contaminen el agua de los cenotes, contaminen el aire, contaminen la tierra, su única visión es convertir en mercancía lo que para nosotros es sagrado: ¡ESTA LUCHA ES POR LA DEFENSA DE LA VIDA!
Desde que inició el presente sexenio 2018 – 2024, se anuncian grandes proyectos para “detonar el desarrollo” del sureste mexicano que históricamente ha estado abandonado. Dicen que, ahora sí, la suerte nos sonríe porque nos van a construir un tren y para que nos alegremos será maya, que ahora sí, no nos podemos quejar porque el “desarrollo” va a llegar y vamos a salir de pobres, que el tren maya es un acto de “justicia social”, este es uno de los proyectos prioritarios del presente sexenio tal como lo indica el plan nacional de desarrollo, fue una decisión tomada de arriba para los de abajo, -como siempre se ha hecho- porque nosotros en los pueblos y comunidades no hemos solicitado la construcción de un tren y mucho menos que sea maya.
Entonces:
¿POR QUÉ LA “URGENCIA” DE CONSTRUIR UN TREN?
¿QUIÉNES SOLICITARON LA CONSTRUCCIÓN DEL TREN?
¿A QUIÉN ESTÁ BENEFICIANDO LAS LICITACIONES PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL TREN?
¿LOS IMPACTOS Y DAÑOS AL MEDIO AMBIENTE YA LOS CONOCEMOS?
¿QUÉ SABEMOS DE LOS POLOS DE DESARROLLO Y DE LA MAGNITUD DE ESTOS?
¿CONOCEMOS LAS CONDICIONES MEDIOAMBIENTALES QUE PUEDE SOPORTAR LA ZONA PARA NO COLAPSAR?
¿ENTENDEMOS BIEN QUÉ ES EL “FIBRA” Y CÓMO SE PONE EN RIESGO NUESTRO TERRITORIO?
Estas preguntas que nadie responde, tienen una sola respuesta y se llama despojo, un despojo que se ordena desde el ámbito gubernamental, y sin temor a equivocarnos, podemos asegurar que hacen uso de la militarización como “concomitante”, a la imposición de los megaproyectos. Por ello, denunciamos ante el mundo, que el Fondo Nacional del Fomento al Turismo, (FONATUR), es el garante del Estado Mexicano, para llevar a cabo el despojo de nuestros pueblos y la imposición del mal llamado Tren Maya.
Este es el precio del despojo, y la militarización del País para garantizarlo, es algo que no queremos para nuestros pueblos y comunidades, por lo que hacemos un llamado a la solidaridad nacional e internacional, para exigir la cancelación inmediata de la construcción del Tren Maya.
Nosotras y nosotros, como Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal manifestamos que No estamos de acuerdo con la construcción del tren “maya”, que seguiremos tomando acciones legales a nivel nacional e internacional para detener su desarrollo. Nuestra postura es que NO permitiremos que ningún proyecto invada y nos despoje de nuestro territorio, incluido este “tren desarrollista”, NO permitiremos la destrucción y contaminación de nuestros recursos naturales, NO permitiremos que se tomen decisiones por nosotros y nosotras, NO permitiremos que en nombre del “desarrollo” se violenten nuestros derechos consagrados en la Constitución de nuestro país y en las leyes internacionales, NO permitiremos que sigan pisando nuestra dignidad como pueblos originarios:
¡ESTA LUCHA ES POR LA DEFENSA DE NUESTRO TERRITORIO Y POR NUESTRAS VIDAS!
Nota: Basta recordar, que el Tramo 1, de 228 kilómetros con una inversión de 15.538 millones de pesos, fue entregado al consorcio Mota-Engil México SAPI de C.V. en convenio con China Communications Construction Company LTD, Grupo Cosh S.A. de C.V. Eyasa S. de R.L de C.V y Gavil Ingeniería S.A.; el Tramo 2, de 235 kilómetros con una inversión de 18.553 millones de pesos, fue entregado al consorcio integrado por Operadora Carso (Carlos Slim) Infraestructura y Construcción (Cicsa) y FCC Construcción; el Tramo 3, de 172 kilómetros con una inversión de 10,192.9 millones de pesos, fue entregado al consorcio integrado por las empresas Construcciones Urales S.A. de C.V., Gami Ingenería e Instalaciones S.A. de C.V. y Azvi S.A.U.; el Tramo 4, de 257 kilómetros con una inversión aproximada de 25 mil millones de pesos, será adjudicado de forma directa por el gobierno de México, a la constructora mexicana ICA , compañía de construcción fundada en 1947 y con operaciones en una docena de países de América Latina, será directa porque la empresa ya cuenta con el derecho de vía de la autopista de Kantunil- Cancún; el Tramo 5, de 135 kilómetros con una inversión sin definir, será entregado al Fondo de Inversión BlackRock, pues según Jiménez Pons, ya tiene una ventaja en la licitación de ese segmento del proyecto ferroviario; el Tramo 6 y 7, de 510 kilómetros con una inversión aproximada de 32 mil millones de pesos, fue entregado a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), a fin de evitar, según ellos, trámites burocráticos que alarguen el proceso de edificación del proyecto ferroviario, así como para ahorrar cerca de 20 por ciento del costo de los tramos finales. Todas estas empresas tienen un historial de deshonestidad y de corrupción que este gobierno no solo no ha querido investigar, sino que los ha premiado con nuevas oportunidades al puro estilo de los sexenios pasados.
Firmas de adhesión de personas y organizaciones a este pronunciamiento: moc.liamg@ayamaelbmasa
¡NO AL TREN MAYA!
Fuente: Asamblea Maya