La enfermedad más peligrosa no es un virus, es el sistema productivo extractivista y contaminante. La cura no viene únicamente de la mano de la Ciencia, ni la prevención se logra gracias a las cuarentenas. La SANACIÓN está en un cambio radical del paradigma productivo y alimentario.
El mundo del revés no da para más: La Soberanía Alimentaria como respuesta