"Si a la agricultura orgánica, o mejor la agroecología, se le agrega un sistema de alimentación local —producción de alimentos para el mercado local— en vez del modelo de agroexportación impuesto a la mayoría de los países del mundo por instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, se puede rebajar aún mucho más la energía consumida por alimentar la población."