El 5 de julio, al mismo tiempo que resonó por la radio un partido de fútbol Costa Rica-Holanda de La Copa Mundial de Futbol, también se escucharon disparos, insultos racistas y amenazas de muerte en contra de toda una comunidad bribri que se encuentra defendiendo su tierra ancestral en el Territorio Indígena de Salitre, en Buenos Aires de Puntarenas, en el Pacifico Sur costarricense.