"Defender la tierra natal, la identidad entre seres humanos y naturaleza, y la relación sagrada entre la vida y el ambiente, se sigue pagando con la muerte. Otros muchos crímenes se han cometido desde entonces en Honduras, y las listas de sentenciados siguen vigentes, engrosadas cada vez por nuevos nombres que reponen a los de los ejecutados. La debilidad institucional y la corrupción siguen favoreciendo el sicariato y hacen crecer la impunidad."