Lo que era una fiesta entre la comunidad que disfruta del fútbol local, terminó en un hecho violento, llanto y más derramamiento de sangre campesina en el país. Esta tarde, un vecino de la Comunidad Panamá, Tocoa, Colón, acabó con la vida de dos jóvenes que pertenecían a un grupo en recuperación de tierras, y que departían en la cancha de fútbol, cuando se detonaron los disparos en medio de la población, entre ellos niños y niñas, que habitan en la región del Bajo Aguán, conocida a nivel nacional e internacional por las constantes violaciones a los derechos humanos, más de 129 muertes violentas en torno a un conflicto agrario, militarización, impunidad y la parcialización de los operadores de Justicia en cuanto a la criminalización de los y las campesinas.