La agroecología se encuentra ante una encrucijada, frente a la importante batalla que entraña su posible cooptación por parte del sistema establecido. Ha avanzado a lo largo de esta secuencia, pasando por los estadios de ignorancia, burla y lucha, y ahora mismo está sufriendo intentos de apropiación. Si bien quienes querrían adueñarse de la agroecología prefieren negar que esta posea un contenido político, quienes la defienden siempre han destacado su carácter inherentemente político.